Area Metropolitana: AREA-01

Area Metropolitana

Predio ferial: vecinos renuevan
sus quejas por ruidos molestos


 

Mercedes Pardo. CALVARIO. En Las Heras al 2700 los vecinos todavía no tienen respuestas a sus eternos reclamos.

Detrás de la Terminal de Omnibus, las voces de los habitantes de esa zona residencial reclaman desde hace casi un año que el municipio cumpla con las ordenanzas vigentes.


Un grupo de vecinos que reside en la zona ubicada detrás del predio ferial municipal reiteró sus quejas por los ruidos molestos que se producen cada vez que el salón se alquila para fiestas, algo que estaría prohibido por la ordenanza 219, que es el reglamento de uso de las instalaciones.

Con las numerosas notas remitidas al Tribunal de Faltas y las autoridades del Ejecutivo en la mano, los frentistas de calles Las Heras y Alvear al 2700 insistieron en sus quejas, que ya llevan casi un año sin respuestas, es decir desde el mismo momento en que el predio comenzó a utilizarse como salón para eventos particulares.

"No queremos la clausura ni que se mude el predio, sólo que el municipio cumpla con la ordenanza y con las normas sobre ruidos molestos que sí se aplican en otros lugares", dicen al unísono los integrantes del grupo que se acercó hasta El Litoral.

Las primeras quejas transformadas en notas circularon a fines de '99 por las reparticiones del DEM y las oficinas del juez Piragini Traverso, y con esto los vecinos lograron que el Concejo Municipal se hiciera eco sancionando una resolución para que se cumplan las normas.

También lograron que el propio secretario de la Producción, Jorge Bantar, se comprometiera, en enero de este año, a que "no se autorice en lo sucesivo la realización de espectáculos (que ocasionan las molestias), los cuales se debieron a compromisos contraídos con anterioridad", según indica la nota firmada por el funcionario.

Pero en el transcurso del 2000 volvieron las fiestas y los eventos, algunos de ellos permitidos, "pero con el agregado de conjuntos en vivo, la instalación de altoparlantes fuera del predio, las presentaciones de compactos -el último fue de música tropical- y las cenas y fiestas, en las que se reúnen no menos de dos mil personas".

Por esta razón, además de ruidos molestos, los vecinos deben lidiar con los choripaneros que se instalan frente a sus domicilios, con los disturbios a la madrugada, con los automóviles mal estacionados y con la basura desparramada en varias cuadras a la redonda, en una zona de la ciudad que fue vendida como residencial.

Medidas concretas

Hartos de esta situación, los vecinos retomaron por estos días sus presentaciones ante el juez de faltas y ante el municipio, temerosos de que la llegada de esta época del año, lejos de terminar con las fiestas, las incentive.

En el último encuentro que mantuvieron con el subsecretario de Gobierno le propusieron como medida práctica que el intendente Alvarez "dicte alguna resolución para autorizar al área de la Producción a desactivar equipos sonoros en caso de que se transgredan los decibeles", siempre basado en el reglamento del predio y el control de ruidos molestos.

Otra sugerencia fue que si se sigue alquilando el predio para fiestas, "se deje establecido con el organizador que éste aceptará cortar el sonido si supera los registros permitidos".

La intención de los vecinos es que se tome alguna medida concreta sobre este problema, debido a que en las diversas ocasiones en que solicitaron la medición de decibeles, siempre los valores eran altos, y "todo terminaba en una multa que después era enviada al juez".

También recordaron la falta de control, lo que a veces permite que los espectáculos continúen en las inmediaciones del predio cuando éste cierra, "que se realizan bajo alguna carpa, donde sigue la fiesta".