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Boca viajó a Japón en busca de la Copa
El plantel de Boca Juniors viajó ayer hacia Tokio, Japón, con la ilusión de obtener la Copa Intercontinental de clubes, que estará en disputa el 28 de este mes, cuando enfrente al Real Madrid de España.
En medio del fervor con el que unos 500 hinchas "xeneizes" despidieron al grupo de 21 futbolistas, la delegación partió desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza a las 18.30, en vuelo de Varig, que arribará a las 13.30 del miércoles a la aeroestación japonesa de Narita, luego de dos escalas, en San Pablo (Brasil) y Los Angeles (Estados Unidos).
La delegación fue presidida por el vicepresidente primero de Boca Pedro Pompilio y está integrada por los siguientes jugadores: Oscar Córdoba y Roberto Abbondancieri (arqueros); Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Cristian Traverso, Nicolás Burdisso, Aníbal Matellán, Hernán Medina y Daniel Fagiani (defensores); José Basualdo, Gustavo Barros Schelotto y Julio Marchant.
Mauricio Serna, Sebastián Battaglia, José Pereda, Juan Román Riquelme y Fernando Pandolfi (volantes) y Guillermo Barros Schelotto, Marcelo Delgado, Martín Palermo y Antonio Barijho (delanteros).
Asimismo, el cuerpo técnico, encabezado por el entrenador Carlos Bianchi, está compuesto por el ayudante de campo Carlos Ischia, el preparador físico Julio Santella, el médico Jorge Batista, el kinesiólogo Rubén Araguas, el masajista Carlos Capella y los utileros Héctor Olmi y Roberto Prado.
Los jugadores llegaron al aeropuerto de Ezeiza en sus automóviles particulares y se dirigieron a la zona de preembarque, a través del acceso a Aerolíneas Argentinas, eludiendo así la presencia de los numerosos hinchas que concurrieron para saludar al plantel boquense.
No obstante, Riquelme no pudo sortear el acoso del público, que una vez que se percató del arribo del mediocampista a la estación aérea, lo saludó efusivamente.
Si bien la gran mayoría de los futbolistas no efectuó declaraciones a la prensa, Córdoba dijo, al pasar, que el partido frente al Real Madrid "será muy parejo".
"Creo que ambos equipos están preocupados por igual, por lo que considero que cualquiera de los dos puede ganar", sostuvo el arquero colombiano, al ser consultado sobre cuál es el equipo que llega con ventajas al compromiso.
Luego de 36 horas de vuelo, el plantel de Boca pisará suelo japonés con el deseo de repetir la conquista del título mundial de clubes que obtuvo en 1978.
En aquella ocasión, en momentos en que la Copa Europeo-Sudamericana se dirimía en dos partidos, local y visitante (desde 1980 se disputa una sola final, en Tokio), Boca empató en la Bombonera con el Borussia Moenchengladbach de Alemania, en dos tantos.
Y cuando muy pocos creían que el equipo ganador de la Copa Libertadores de América en 1977 se llevaría el trofeo, Boca, conducido por Juan Carlos Lorenzo, venció a los alemanes por 3-0 como visitante y se convirtió en el mejor conjunto del mundo.
Por eso, de la mano de Bianchi (que ya obtuvo con Vélez Sarsfield la Copa Intercontinental frente al Milan de Italia por 2-0, en 1994) el cuadro de la Ribera tratará de quedarse con el trofeo frente al Real Madrid, que arribó a esta final, tras ganarle al Valencia, también de España, por 3-0, la final de la Liga de Campeones de Europa 1999-2000.