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Dos muertos por el desborde
del arroyo Cañada de Gómez

Mientras un comité de emergencia coordina la ayuda a los más de 1.500 evacuados, el gobernador Carlos Reutemann recorría la zona afectada por el temporal de anoche.


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La tragedia que por estas horas atraviesa la comunidad cañadense por la salida de cauce del arroyo Cañada de Gómez, no registra antecedentes en la zona pero recuerda lo sucedido hace tiempo en la localidad cordobesa de San Carlos Mina, donde también desbordó un curso de agua y provocó una catástrofe en pocos minutos.

Momentos de alto dramatismo se viven en esta ciudad santafesina ubicada a 70 kilómetros al oeste de Rosario y a 220 de la capital provincial, habitada por unas 33.000 personas, puesto que mucha gente no encuentra a sus familiares.

El temporal comenzó a las 10.30 de ayer, pero una intensa y copiosa lluvia, antecedida por un fuerte granizo, provocó el desborde del arroyo Cañada de Gómez, que arrastró a su paso, automóviles, maquinarias agrícolas y animales.

El desastre se produjo alrededor de las 19, cuando se desató una pedrada y el arroyo, que atraviesa la ciudad hacia el área sur, desbordó de su cauce y anegó el 30 por ciento de la zona urbana.

La fuerza del agua, que en pocos minutos cubrió las calles de la ciudad, fue inusitada: derribó cuatro casas y dejó a las calles al norte y sur del arroyo anegadas por dos metros de agua.

La correntada arrastró al conductor de un rastrojero que cruzaba la calle Ovidio Lagos y lo obligó a abandonar la cabina. Abel Ghirardi, empleado de una distribuidora de soda, no pudo hacer pie por la fuerza de la correntada y fue arrastrado junto con su automóvil, que lo aplastó y perdió la vida.

Una nena de 7 años, llamada María Marta Cabrera, corrió el mismo destino trágico. La corriente la llevó curso abajo y murió por asfixia por inmersión. La policía encontró su cuerpo a las 7.10 de esta mañana, en un terreno baldío, contra un tejido de alambre que hizo las veces de contención.

La niña fue arrastrada por la correntada luego de que su casa quedara inundada, ante la mirada de sus padres que no lograron retenerla, mientras rescataban a sus otros hijos. "El padre alcanzó a dos (de los hijos) y la madre a otro y desapareció esta nenita", quien más tarde fue hallada ahogada, relató el secretario de Gobierno de la Municipalidad, José Luis Odazo.

La casa de esta familia es una de las cuatro derrumbadas por la fuerza del agua, cuyos ocupantes se subieron a los techos para evitar ahogarse.

"Un campo de batalla"

"La inundación duró aproximadamente hasta las tres de la mañana, cuando el arroyo comenzó a bajar y a eso de las cinco ya había tomado su curso normal", remarcó Odazo.

El arroyo creció dos metros en 40 minutos, con lo cual quedaron totalmente anegadas 10 cuadras hacia el norte y el sur. Esa zona está habitada por unas 12.000 personas, mayoritariamente "trabajadores, y no se trata de casas precarias".

Además, la correntada "voló dos puentes peatonales" que atraviesan el arroyo, de 24 metros de ancho, mientras otros "tres puentes están con graves problemas", indicó Odazo.

Para dar la pauta de la fuerza del agua, Odazo contó que "fue vista una vaca cuando la llevaba la corriente y pasó por adentro de una casa".

"El panorama es el de un campo de batalla", graficó un periodista radial consultado por El Litoral. El agua bajó recién esta mañana pero sus efectos todavía se sienten.

"En estos momentos se encuentran trabajando en el lugar los buzos tácticos, ya que hay 7 u 8 personas desaparecidas, puesto que se encontraron sus camionetas arrasadas por el agua pero sin nadie adentro", confirmó Rubén Gallo, jefe del cuartel de bomberos de la ciudad. Además, se evalúan los cuantiosos daños originados por el fenómeno.

Hasta las primeras horas de la tarde eran 200 los milímetros caídos, y el agua seguía bajando, pero había comenzado a llover nuevamente, y se registraban interrupciones en el servicio de luz.

Rehabilitan el tránsito

Este mediodía fue rehabilitada la ruta nacional 9, que se encontraba cortada desde anoche a la altura del kilómetro 367, en Cañada de Gómez, al descender el agua que había subido casi dos metros, informó la Dirección Provincial de Vialidad.

El jefe de prensa, Ernesto Arriaga, dijo que los automovilistas deberán transitar con precaución, a no más de 40 kilómetros por hora y siguiendo las indicaciones del personal de seguridad vial de la concesionaria y de la policía santafesina.

Arriaga confirmó que las aguas abandonaron el pavimento y se retiraron hasta la banquina y bajo el talud del puente, pero recomendó a los automovilistas que reduzcan a 20 km/h la velocidad al pasar sobre el puente para evitar accidentes.

La ruta nacional 9, que vincula a Buenos Aires con las ciudades de Rosario y Santa Fe, y habilita el paso hacia Entre Ríos a través del túnel subfluvial, se encontraba cerrada desde anoche a las 22, tras el temporal que se registró sobre Cañada de Gómez. (Télam).