Pantallas y Escenarios: PAN-01

Juguemos en el bosque


"íUh! Es para mayores de dieciséis, yo quería que fuera para mayores de dieciocho.... ¿vamos?", se escuchó en la butaca trasera, mientras empezaban a correr los títulos de la segunda parte de la leyenda de la Bruja Blair y los misterios del bosque de Black Hills, presentado en una magnífica toma aérea.

Después de la original trama de El Proyecto Blair Witch, el público fue a por más, a que doblaran la apuesta. Y se encontró con otra película, no con una continuación. Mismo tema, mismo emplazamiento, giro rotundo en la puesta estética. Se abandona el protagonismo de la cámara subjetiva, esto es cine, edición, efectos especiales, música al palo. Lo que en la primera era pura sugestión, en ésta es redundancia, el encanto de contar un cuento de terror desde las sombras y los murmullos, por las espaldas, en medio de la confusión, se ha perdido.

La estrategia de referencia al filme original es la de la parodia, la de reirse del fenómeno mercantil que se generó y de ese modo despegarse de sus características un tanto mercenarias y terrenales para la esencia de misterio trascendental que pretende la leyenda. Los murmullos de la ronca voz de la bruja que resuenan desde el fondo, los gritos infantiles y los signos del lenguaje satánico también funcionan como reminiscencias de El Proyecto...

¿La historia? Jeff, experto en nuevas tecnologías monta un negocio para llevar a excursionistas a encontrar a la bruja. Así se suman Erica, representando la belleza y el sexo; la parejita de Stephen y Tristen, en pos del pragmatismo y la racionalidad; y Kim, ícono de la intuición y la autosuficiencia.

Gags de exagerados cultos a la brujería al estilo "Locos Adams", mucha libido teen y Marylin Manson, Elastica, Rob Zombie, Tommy donït die, y Stick it up marcando el distorsionado compás desde la banda de sonido llevan a la película al borde del género. Pequeñas dosis de video con cámara al hombro, compilados de testimonios, sueños reales, violentos flashes de recuerdos y la reconstrucción de la noche diabólica a través del equipo de edición de Jeff hacen de la estructura narrativa un rompecabezas temporal, que conducirá a un desenlace deudor de "Corazón satánico", aquella gran obra de Alan Parker, en la que Mickey Rourke se descubría involucrado a sí mismo en aquello que estaba investigando.

El Proyecto Blair Witch costó 30.000 dólares, mientras que su hermana menor costó 15 millones, pero esto es apenas una mínima parte de lo que recaudó la original: 240 millones. En definitiva un meganegocio, aumentado por el kit del buen admirador: libro, CD, página web y todo tipo de objetos de merchandising. Aparentemente la tentación de que la gallina de los huevos de oro empollara otro pudo más que el brillo del primero, y y el hijo devoró a la madre.

El libro de las sombras: el proyecto Blair Witch 2


"Book of Shadows: Blair Witch 2", (Estados Unidos/2000). Producción de Artisan presentada por Líder Films. Dirección: Joe Berlinger. Intérpretes: Jeffrey Donovan, Tristen Skyler, Stephen Barker Turner, Erica Leerhsen y Kim Director. Guión: Dick Beebe y Joe Berlinger. Fotografía: Nancy Schreiber. Edición: Sarah Flack. Música: Carter Burwell. Duración: 90 minutos. Para mayores de 16 años. Se presentó en Cinemark.

Ana Aymá