Santillán involucró a otra
persona al declarar ayer
El único detenido por el crimen de la denominada ``masacre de Luján" declaró ayer frente al fiscal que sigue el caso, y habría involucrado a un supuesto pariente de las víctimas en el crimen de un hombre, su esposa y sus dos hijitos, quienes fueron brutalmente asesinados, trascendió de voceros allegados a la causa.
No obstante, altas fuentes de la investigación indicaron a DyN que el detenido, Sergio Santillán, de 24 años, será sometido en las próximas horas a un estudio psiquiátrico para determinar su estado de lucidez.
Además trascendió que los investigadores sospechan que, más allá de los dichos de Santillán, otras dos personas podrían estar vinculadas al homicidio.
Fuentes policiales indicaron que Santillán no sería ajeno al crimen, pero les llama la atención el grado de colaboración que tuvo durante los primeros días de la búsqueda de la familia -desaparecida desde noviembre y que fue hallada enterrada la semana pasada- y la tranquilidad con la que se movió junto a los policías.
``O está loco o estaba convencido de que nunca iban a sospechar de él", dijo un allegado a la causa.
Una versión había señalado en las últimas horas que se estaría buscando a un policía que pudo haber tenido vinculación con el hecho. Pero el ministro de Seguridad, Ramón Verón, desmintió esa posibilidad.
``El único policía que declaró en la causa fue un cabo del Operativo Sol que fue mencionado por Santillán y que resultó ser el padrino de uno de los nenes asesinados", aseguró esta tarde Verón a DyN.
Mientras tanto, los detalles de la causa se mantienen bajo un firme silencio: el fiscal Pablo Merola rehusó en las últimas horas mantener cualquier contacto con la prensa, y los hombres de Homicidios de la Policía Bonaerense no quieren dar muchas pistas sobre las pesquisas que se están llevando adelante para no hacer peligrar la investigación.
El único detalle que se supo luego de la declaración de Santillán es que habría vinculado a una segunda persona en el crimen, ``alguien muy allegado a la familia asesinada".
Sin embargo, para los habitantes de la ciudad de Luján, el crimen de la familia que había desaparecido hace más de un mes sigue siendo un misterio: todavía no se explican por qué Mario Luis Zarnic, de 32 años; su esposa, Viviana Karina Repossi, de 31, y sus dos hijos varones, de 9 y 8 años, fueron asesinados a golpes de pico y enterrados en un pozo ciego, en el fondo de la casa en la que vivían.
Los cuerpos recién fueron encontrados el último viernes, en estado de descomposición y cubiertos con cal.
La única que se salvó fue la beba de 8 meses, que había aparecido en cercanías de un puente, en el límite de la localidad Open Door y Luján, abandonada y llena de hormigas.
Desde que la familia fue vista por última vez, Santillán usaba el auto de Zarnic y tenía en su poder varios electrodomésticos. Además, había dejado a su madre al cuidado de la casa para que no se metieran intrusos.
Si bien quiso hacer creer que le compró esas pertenencias a Zarnic antes que desapareciera, la policía sospecha que falsificó esos documentos, dijeron los voceros.
Y sospechan que, junto a más personas, mató a la pareja y a los niños, y luego decidió tirar a la más pequeña de la familia en un descampado para evitar asesinarla.
Santillán fue indagado hoy en el juzgado de Mercedes, bajo el cargo de cuádruple homicidio y abandono de persona, un delito que contempla la pena de cadena perpetua. (DyN)