En el barrio Santa Rosa de Lima
denuncian inoperancia municipal
Una situación de abandono generalizado del barrio provoca la fuerte protesta de la vecinal Santa Rosa de Lima. Los anegamientos por lluvia han agotado la paciencia de los pobladores.
Los ánimos están caldeados en Santa Rosa de Lima, y se expresan a través de la vecinal, que recibe airados reclamos de los pobladores y se siente impotente porque en sus gestiones en el municipio no obtiene respuestas concretas. El problema más grave reside en las inundaciones por lluvia, que anegan al barrio en su totalidad, como nunca había ocurrido antes.
Al respecto, Miguel Verón, Iván Rossi y Hugo Chamorro, de la vecinal Santa Rosa de Lima, formulan las siguientes precisiones:
Cuando llueve, los pobladores pierden bienes y no pueden salir a trabajar. "Es posible que la atención de las emergencias sea, al fin, más onerosa que la reparación de las bombas", dicen los vecinalistas. La lluvia del martes pasado, sin ser intensa, fue suficiente para que durante dos días hubiera agua en Azopardo, La Rioja y 4° Pasaje. "El barrio recibe el agua del centro, y cuanto más mejoran los desagües del centro, más nos inundamos nosotros. Es decir que se hace el trabajo inverso: los sistemas de desagües deberían mejorar, a partir de los lugares donde se registra la salida del agua".
Como consideran que la situación es insostenible, de no aparecer una solución, en la próxima lluvia están dispuestos a tapar los cuatro desagües que llevan el agua del centro hacia el oeste. "También le vamos a decir a la gente que no pague más impuestos, municipales y provinciales, porque nada se hace en Santa Rosa de Lima".
"La última vez que entró una cuadrilla y limpió bien Santa Rosa de Lima fue en tiempos de la intendencia de Obeid", se quejan. "Las calles están muy mal, y hemos pedido mejorado para Estrada, La Rioja y Catamarca, entre otras". Eran calles mejoradas que luego se arruinaron con obras realizadas. En el caso de La Rioja, "quisieron dejarla bien, y la alisaron con una máquina niveladora, pero le sacaron las piedras".
También quieren desmalezamiento. "En la entrada al barrio, los yuyos tienen dos metros de altura", dicen, relacionando la situación con la problemática de la seguridad. "Los muchachos se dedican a apretar y hay que pasar rápido", agregan, sonrientes. "Al menos, estamos bien en materia de alumbrado y recolección de residuos".
Mientras los inconvenientes se acumulan, "encontramos mala disposición en los funcionarios", dicen. "Nos atienden subsecretarios, nos hacen esperar y después nos conceden cinco minutos. El intendente nos había anunciado que iba a visitar los barrios, pero no ha ido a Santa Rosa de Lima".