Parte del caso Perel a la Justicia Nacional
Las operaciones irregulares que habría llevado adelante Mariano Perel y que comprometerían a grandes empresas serán separadas de la investigación por el crimen del financista y su esposa, y comenzarán a ser analizadas esta semana por la Justicia en lo penal económico.
Es que la fiscalía de instrucción de Dolores no tiene competencia para investigar los supuestos delitos en los que habría participado Perel en el marco de su trabajo y, si bien toda la actividad del empresario es importante a la hora de considerar los móviles del crimen, la fiscal María Claudia Castro quiere abocarse exclusivamente a la oscura trama del crimen de Perel y su esposa, Rosa Golodnitzky, concretado el 4 de febrero último en una cabaña de Cariló.
Por eso, fuentes allegadas al caso Perel revelaron a DyN que parte del caso será remitido esta semana al Procurador de la Suprema Corte bonaerense, Eduardo Matías de la Cruz, a los efectos de que éste lo traslade, a su vez, a su par de la Nación, Nicolás Becerra.
Según se indicó, el material que será enviado a la Justicia Nacional son las 24 cajas que se hallaron con diversa información, en la oficina que Perel alquilaba a pocos metros de la sede en Antfactory, en el segundo piso de Perón 935.
De esos papeles y otros archivos encontrados en la causa surgirían prima facie los elementos para considerar la comisión de varios delitos, como cohecho y fraude impositivo.
El propio Procurador de la Corte bonaerense admitió el viernes que la investigación por el crimen "puso al descubierto una lista de empresas y famosos que llevaban adelante negocios ilícitos", a través de Perel, considerado un experto en "triangular" dinero proveniente de la evasión al Fisco y de negocios sucios para derivarlo hacia paraísos fiscales.
Entre los documentos hallados parecen quedar comprometidos "argentinos y uruguayos del mundo de los bancos y los negocios", dijo el funcionario.
Así, las actividades de Perel volverán a ser puestas bajo la lupa por la justicia en lo penal económica. El juez de ese fuero, Julio Cruciani, había investigado al financista asesinado por las irregularidades en torno del Banco Mercurio y aseguró a pocos días del crimen, que Perel "no era un nene de pecho".
Mientras tanto, la Justicia de Dolores ultima los detalles para concretar una reconstrucción virtual sobre el crimen del empresario y su esposa y "abrochar" todos los detalles del crimen.
En base a los datos para reconstruir los últimos días de vida de Perel, los investigadores pudieron probar que el martes 30 de enero el financista había vuelto de México, aunque no está esclarecido qué tipo de operación realizó.
El jueves 1°, en tanto, por la tarde, en la computadora personal de Perel se registró en inglés el mensaje: "Soy un gringo colaborador del Citi. Muerto (asesinado) por no pagar el rescate de Antfactory Latin American del Citigroup". Luego, el mensaje fue impreso en una de las máquinas laser que había en la oficina de Antfactory. Y el mismo papel, sin ni siquiera un pliegue, fue encontrado 72 horas después en la cabaña de Cariló, junto a los cadáveres.
En la investigación también quedó establecido que, cuando Perel reservó la cabaña en el apart hotel "Puerto Hamlet", de Cariló, le pidió a los empleados que le compraran carbón, algo que le llamó la atención al gerente del lugar, porque no es común que alguien realice un pedido así con tanta antelación.
Ese detalle también había despertado la curiosidad de los hijos de la víctima, que afirmaron que su padre sólo preparaba asados si iba a recibir visitas.
Las tres botellas de vino Felipe Rutini, en tanto, que también levantaron sospechas en la familia del empleado, no fueron adquiridas por Perel durante las compras de víveres que hizo en Cariló, antes de llegar a la cabaña. Ahora queda por esclarecer si las llevó él mismo desde Buenos Aires o si las pudo haber aportado el misterioso asesino. DyN.