Estas declaraciones las formuló a los medios de prensa al término de la reunión que ayer mantuvo la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa), en la sede del Magic. En la oportunidad, el profesional aclaró que "los productores están muy preocupados", porque "no sabemos si vamos a contar con la cantidad de vacunas suficientes" para inocular todo el rodeo santafesino.

Por lo pronto, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) remitió las vacunas destinadas a los focos de aftosa detectados en la provincia y unas 500.000 dosis para comenzar a tratar el rodeo lechero. En tanto, se están haciendo las gestiones para contar, la semana que viene, con otras 500.000 vacunas. Pero, las autoridades provinciales no conocen con certeza cuántas dosis continuará recibiendo Santa Fe.

"Este es un cuello de botella fundamental por lo que hemos decidido pedir al Estado Nacional que seamos provistos en tiempo y forma de las vacunas", señaló Pérez.

Subrayó que "la cuestión es tener un programa de provisión definido. No sirve que hoy nos manden un millón de dosis y que después no recibamos más en seis meses. Es preferible saber si nos van a mandar 500.000 semanales u otra cantidad, para que los técnicos puedan programar un plan de vacunación coherente".

Aclaró que, ante este panorama, tanto las entidades públicas como no públicas "vamos a presionar para que la provisión se haga adecuadamente. Si esto falla no va a haber estrategia posible y conviviremos con la aftosa durante mucho tiempo", advirtió.

El presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Santa Fe calculó que para llegar al status anterior de país libre de aftosa sin vacunación "habrá que esperar un período de 5 ó 6 años más o menos y haciendo las cosas bien".

Agregó que los productores están dispuestos a hacer otro esfuerzo. "Lamentablemente -dijo- toda la plata que pusieron durante años para terminar con la aftosa pasó a ser un gasto por la ineficiencia del sistema, cuando debió haber sido una inversión".

Consultado sobre si le parece que el culpable de esta situación es el ex secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray (hoy investigado por un posible incumplimiento de obligaciones de funcionario público ante la propagación de la aftosa), Pérez señaló: "Siempre se busca un chivo expiatorio. Pero ha habido muchos responsables, no hablaría de uno solo. Porque hay entidades que se sumaron al silencio".

Recalcó, asimismo, que el Colegio de Médicos Veterinarios y la federación que los nuclea a nivel nacional venían sosteniendo, desde el fin de la campaña anterior, que la lucha contra la aftosa no terminaba en la vacunación.

"Ese fue el error anterior. Cuando finalizó la inoculación no se hizo más nada. Y hay que entender que, en un plan de control y erradicación de la aftosa, la vacunación es simplemente una etapa. El paso siguiente e imprescindible es la vigilancia epidemiológica que evidentemente no se cumplió".