Homenaje al color y al sonido del Litoral
Hoy a las 20.30 se reinaugura el Centro Cultural Provincial después de las obras de remodelación. Se impondrán los nombres de Carlos Guastavino a la sala mayor y de Ricardo Supisiche al hall de exposiciones. Actuará el Coro Polifónico Provincial.
Esta noche se abrirán la puertas de Centro Cultural Provincial luego de sus refacciones. En el acto, se inaugurará una muestra del pintor Ricardo Supisiche, y para coronar el encuentro, a las 21 actuará el Coro Polifónico Provincial con repertorio de Guastavino, el maestro homenajeado.
"A Supi lo conozco desde el año '39. Nos conocimos en la Esc. Alem, en una exposición. Y luego en la Escuela de Bellas Artes; primero tomamos clases junto a López Carnelli con Sergio Sergi, y después, quedó Supi", recuerda el pintor Ernesto Fertonani, ocho años menor que Supi -"Así le decíamos, como a mí me dicen Ferto"-, quien fue primero su alumno y luego compañero de la movida artística de los años '50 y '60 en Santa Fe, la cual, en su caso, tomó el nombre del grupo Setúbal formado en 1959.
Ricardo Supisiche nació en Santa Fe el 6 de noviembre de 1912. Veinticuatro años más tarde -allá por el '36- se anclan en sus cronologías los inicios de su actividad como pintor. En ese mismo año, se incorporaba como profesor en el Liceo Municipal de Santa Fe.
Estudió Dibujo en la Academia Reinares y se perfeccionó bajo la dirección del maestro Sergio Sergi durante cuatro años. Fue profesor en la Esc. Profesional Nocturna Leandro N. Alem, y en 1939 trabajó en la organización de la Escuela Provincial de Bellas Artes, bajo el impulso de Juan Mantovani. Dio continuidad a su actividad docente y artística; comenzó a exponer en Latinoamérica y el resto del mundo, y a ser merecedor de varios premios nacionales e internacionales.
En 1963, se organizó una gran retrospectiva de su obra en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, que guarda en su patrimonio el cuadro El Raigón (1958).
Poseen obras suyas museos de varias provincias argentinas.
A los 11 años, perdió el brazo izquierdo al caer de un tranvía. Continuó pintando en su taller de calle Catamarca. Hasta que murió, también en Santa Fe, en 1992.
"Éramos siete; nos reuníamos todos los domingos, desde las siete de la tarde hasta las dos o tres de la mañana. Generalmente en la casa de Supi, que era céntrica. Su taller de calle Catamarca daba al frente y tenía un entrepiso. Hablábamos de arte y armábamos exposiciones aquí y en Buenos Aires que fueron muy buenas". Así recuerda Fertonani sobre el grupo Setúbal, que también fue referente de la cuestión artística de la ciudad en su época.
"A veces, íbamos a la casa de cada uno a hacer la crítica. El dueño de la casa, o sea el pintor que ofrecía su obra a la mirada del resto, no podía hablar, no podía defenderse; y la crítica debía ser rigurosísima", ríe Ferto, mientras aclara que "no todo era tan pacífico. También hubo peleas, como siempre ocurre en un grupo. Teníamos ideas distintas, la crítica siempre era pensando en la personalidad del autor".
"Una vez, había hecho en mi taller un cuadro con una gran mancha blanca. Supi y Matías -Molinas- me decían que la mancha era muy grande, pero a mí me gustaba igual, y yo dejé el cuadro ahí todo el tiempo. Y a la noche, Supi me dijo: `Me parece que está quedando bien'. A veces, uno rechaza algo de plano y después le empieza a encontrar cosas", reflexiona Ferto al final de la anécdota. "Era muy lindo el hecho de reunirnos a discutir hasta la madrugada", rescata.
"A Supisiche lo recuerdo como a un gran pintor. Era muy distinto de López Carnelli; más concentrado, no tan dado. Fue uno de los grandes pintores de Santa Fe", afirma Fertonani.
"Si bien Supi era uno de los mayores, en el grupo éramos todos iguales; no interesaba la edad, interesaban las ideas".
"En el taller de calle Catamarca, él tenía algo muy lindo que andá a saber dónde estará ahora. La viga que servía como sostén del travesaño del entrepiso tenía las firmas de todos los pintores que lo visitaban. Y en esa época venían muchos artistas nacionales". Fertonani recuerda especialmente la firma de Berni.
"El homenaje está muy bien. Es necesario", expresa. Y agrega que "hay un pintor olvidado que fue Estrada Bello, de quien siempre que puedo digo que habría que recordarlo".
A partir de esta noche, llevará el nombre de Carlos Guastavino la sala mayor del Centro Cultural Provincial. El compositor santafesino abandonó la composición en 1975. La retomó varios años después, gracias al estímulo que significó para él conocer al maestro Carlos Vilo, para quien compuso en exclusividad en los años posteriores. Precisamente Carlos Vilo dirigirá el concierto que se ofrece hoy al frente del Coro Polifónico Provincial, con un repertorio compuesto por obras del compositor santafesino.
En la edición de El Litoral del domingo 12 de noviembre de 2000 -en su suplemento Hechos e Ideas-, se dedicaban dos páginas a la memoria del maestro Guastavino, por aquel entonces recientemente fallecido. Una copia de la misma -en la que se vertían opiniones tanto especializadas como caracterizadas por la evocación emotiva- se repartirá en la función de esta noche.
Entrevistó: Ana Aymá