El ministro de Economía, Domingo Cavallo, ofreció anoche una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda en la cual intentó infundir calma en la población y en los mercados demostrando que el gobierno nacional tiene controlada la situación fiscal, a través de un recorte de gastos y de un incremento de recursos, al tiempo que ratificó la paridad cambiaria.

Presionado por el negativo comportamiento de la plaza financiera de la última semana, Cavallo aseguró anoche que "el gobierno logró un ajuste fiscal de 3.000 millones de dólares con el cual se alcanzarán los objetivos trazados para el año".

Al respecto señaló que ese monto de ajuste corresponde a un recorte de gastos por 700 millones y un incremento en los recursos anuales del fisco de entre 2.200 y 2.300 millones de dólares, que se obtendrá por el nuevo impuesto a las transacciones financieras.

Sobre la baja del gasto precisó que unos 500 millones ya se redujeron en lo que va del año (baja de Aportes del Tesoro Nacional, de programas de Economía, Salud y de otros organismos) y que los 200 millones restantes se generarán sobre medidas que serán anunciadas en "las próximas semanas".

Este último recorte de 200 millones afectaría a la Administración Nacional de Seguridad Social (Ansés) por una modificación en el régimen de asignaciones familiares, cuyo decreto reglamentario está a la firma del presidente Fernando de la Rúa.

La propuesta es eliminar el otorgamiento de esos beneficios a las personas que ganan menos de 100 pesos mensuales. En el Ansés sostienen que existen muchos fraudes, ya que los empleadores falsean el nivel salarial para pagar menos aportes y también hacen figurar a familiares inexistentes. Otra parte del ahorro vendrá por ajustes en los gastos de funcionamiento.

Cavallo también le pidió a la población "que esté tranquila porque los bancos están sólidos y con liquidez" y afirmó que "lo importante es que logremos la confianza de los argentinos y luego vendrá la confianza de los mercados".

Cavallo estuvo acompañado en el microcine del Palacio de Hacienda por el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y el vicejefe, Armando Caro Figueroa; los ministros de Infraestructura, Carlos Bastos, y de Trabajo, Patricia Bullrich. A su izquierda se ubicó el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, lugar que luego fue ocupado por el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo.

El discurso del ministro fue medido y prudente. Evitó hablar nuevamente de la "miopía" de los operadores financieros. En su afán por apaciguar su enfrentamiento con los mercados, sólo declaró: "Algo de campaña hay, pero es difícil detectar de dónde viene".

Esta moderación del discurso de Cavallo obedeció a que mantuvo contactos telefónicos con Fernando de la Rúa, que estaba en Canadá. En una de esas conversaciones, habría acordado bajar los decibeles de las declaraciones, dejar de lado las denuncias sobre un "complot" y moderar la tensión de la pulseada con los mercados. (Ver De la Rúa).

Cavallo señaló que el gobierno "mañana seguirá trabajando para revertir la sensación de inseguridad que hay en los mercados", tras lo cual lamentó que "sean tan perseverantes", en su visión pesimista sobre el futuro del país.

Entre mañana y el martes, el mercado dirá si los dichos de Cavallo surtieron algún efecto, sobre todo, en el resultado de la licitación de Letras del Tesoro (Letes) que se realizará pasado mañana.

Por otra parte, el titular de Hacienda ratificó la paridad cambiaria y aseguró que "la Argentina va a cumplir con sus obligaciones", al tiempo que anticipó que el Banco Mundial adelantará una parte del desembolso correspondiente al blindaje financiero.

El ministro admitió que durante la reunión que el presidente, Fernando de la Rúa, y el viceministro de Economía, Daniel Marx, mantuvieron en Washington con el titular del Banco Mundial, James Wolfenshon, "surgió la posibilidad" de que la entidad anticipe "en un mes" fondos correspondientes al blindaje financiero.

"Los desembolsos están previstos, pero si conseguimos que se adelanten un poco, mejor", aunque aclaró que la "Argentina no tiene ningún apuro".

El ministro aprovechó la ocasión para alejar la posibilidad de que la Argentina caiga en una cesación de pagos al señalar que "los montos a pagar en mayo son conocidos y los desembolsos también, por lo que no debería haber ninguna sorpresa en ese sentido".

Cavallo afirmó que el gobierno intenta por todos los medios "cuidar" el crédito al que puede acceder el país y afirmó que "no se va a hacer nada que pueda afectarlo".

Enfatizó que "la Argentina siempre honró sus compromisos y lo seguirá haciendo", al tiempo que negó la posibilidad de que se estén gestionado préstamos extraordinarios con el Banco Central Europeo o la Reserva Federal de los Estados Unidos.

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, prepara el envío al Congreso de un proyecto de Ley de Crédito Público destinada a garantizar el pago de la deuda a los tenedores de bonos, con preferencia sobre cualquier otro pago que deba hacer el gobierno.

La información, dada a conocer por el diario Clarín en su edición de hoy, señala que el proyecto todavía está en preparación y que, con esto, Economía busca un instrumento para despejar cualquier sombra de duda de los inversores sobre el pago de la deuda.

En la conferencia de prensa, Domingo Cavallo hizo un cuestionamiento casi formal a Carlos Menem por haber recomendado a la gente que compre dólares -sugerencia que repitió ayer- y haber provocado toda una serie de rumores desestabilizantes en los mercados.

"Debe estar arrepentido, porque la gente reaccionó preguntándose por qué Menem nos quiere asustar si todo el mundo sabe que la convertibilidad se va a mantener", dijo el titular de Economía, que calificó como "de muy mal gusto" las declaraciones del ex presidente.

Fue allí cuando Cavallo subió sólo un poco el tono de la conferencia: "Menem está mal asesorado, se rodeó de colaboradores fundamentalistas, como Jorge Castro, que defiende la globalización como si fuera una panacea. Y otro es Roque Fernández, que nunca entendió la convertibilidad y ahora ante cada cosa que hacemos dice que la vamos a afectar. Además, él quería la dolarización, que significaría eliminar el peso argentino".

Con su propuesta de Convertibilidad II, si aprueba la ley el parlamento argentino, el peso se sustentará por partes iguales en el dólar y el euro, una vez que este último alcance la paridad de la moneda estadounidense.