Con un atentado cerró ETA
la campaña electoral vasca
Hizo estallar un coche-bomba en Madrid. El ataque dejó 14 heridos. Los vascos elegirán mañana representantes al parlamento regional.
San Sebastián (España).- La organización independentista vasca ETA clausuró a su manera la campaña electoral de las elecciones regionales del País Vasco español haciendo estallar ayer en Madrid un coche-bomba que produjo 14 heridos.
La explosión del coche, robado hacía dos días en la capital española, se produjo en el corazón de Madrid, en el cruce de las calles Goya y Lagasca, unos minutos antes de la medianoche, hora de la clausura oficial de la campaña y del comienzo de la "jornada de reflexión", víspera del escrutinio de renovación de 75 candidatos del parlamento regional vasco por 1,3 millones de electores.
Una llamada telefónica en nombre de ETA había advertido a los bomberos madrileños la inminencia de la explosión, que produjo 14 heridos y simbólicamente causó importantes daños en la sede del gran banco vasco Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).
ETA, en lucha armada desde hace 30 años por la independencia del País Vasco (norte), ya había irrumpido en la campaña electoral el pasado domingo asesinando a balazos a un senador del partido Popular (PP) en Zaragoza (noreste), en la región vecina de Aragón, su séptima víctima mortal desde el comienzo del año.
"Como si hiciera falta una razón más para ir a votar", titulaba hoy el editorial del diario liberal El Mundo, renovando su apoyo a los partidos "constitucionalistas", por oposición a los nacionalistas, que están dispuestos a poner en causa la constitución española para establecer la independencia del País Vasco.
"Jamás elecciones regionales en España habían alcanzado esta importancia", juzga el editorialista de El Mundo recordando que se trata de la "existencia de un sistema de libertades y de coexistencia amenazado por un nacionalismo de exclusión".
Opuestos a nivel nacional, el PP del jefe del gobierno español José María Aznar, y los socialistas del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) se reparten mano a mano el País Vasco para desbancar al partido Nacionalista Vasco (PNV), en el poder desde la restauración de la democracia en España y la creación del estatuto de autonomía del País Vasco en 1980.
Los sondeos sensibles en el País Vasco donde tradicionalmente los encuestados son reacios a comunicar sus intenciones de voto, sitúan a la coalición PP-PSOE a un pelo de la mayoría absoluta, con 22 escaños para el PP y 14 para el PSOE, contra los 16 y 14 que consiguieron respectivamente en las precedentes elecciones de 1998.
Los dos partidos están convencidos de poder ganar este domingo y, bajo la figura del ex-ministro de Interior Jaime Mayor Oreja, llevar a cabo un gobierno que haga respetar las libertades de base de los ciudadanos luchando contra la violencia política de ETA y de sus seguidores.
De cara a este frente constitucionalista, el PNV se resiste. Aliado a su socio Eusko Alkartasuna (EA), el histórico partido demócrata-cristiano vasco está acreditado con 29 candidatos, contra los 27 (de los que seis son de EA) que consiguió en el escrutinio anterior.
En respuesta a los llamados a "la defensa de las libertades" lanzados por el PP y el PSOE, el PNV y el presidente vasco saliente Juan José Ibarretxe exhortan a los 2,5 millones de vascos a un "sobresalto" nacionalista para impedir el dominio de los partidos nacionales en la región.
Posibles árbitros de la futura legislatura, los independentistas de la coalición Euskal Herritarrok (EH) se preparan para sufrir un serio revés electoral.
De los 14 candidatos que obtuvo en 1998, cuando una tregua ilimitada de ETA -finalmente rota en diciembre de 1999-, les permitió limpiarse electoralmente, EH deberá contentarse con ocho diputados, según los sondeos. Ocho escaños que el líder de EH Arnaldo Otegi afirmó ayer tener la intención de utilizar "con responsabilidad" en el seno del futuro parlamento y que el presidente Ibarretxe, del PNV, rechaza como complemento de mayoría.