Sucesos: SUCE-01

Temible hampón detenido en Arocena

Archivo. Las pruebas. Schiavino accionó una pistola 9mm contra sus perseguidores. Los guantes quedaron chamuscados por los disparos.

Su padre, agente de Inteligencia, fue asesinado en circunstancias nunca aclaradas. Operativo cerrojo en el territorio provincial. Buscan al resto de la banda.


Es hijo de un oficial de la Inteligencia Militar es el único detenido hasta el momento en relación con el asalto perpetrado el jueves último en la ciudad de Gálvez. El dato no sería relevante si el militar no hubiese muerto asesinado en circunstancias que nunca aclaró la Justicia.

Fuentes seguras dijeron a El Litoral que el sujeto en cuestión cuenta con 24 años de edad y se apellida Schiavino. También se pudo saber que el nombrado habitaba una fastuosa residencia que se levanta en las afueras de Funes.

El integrante de la banda que el jueves tomó por asalto la Mutual del Club Jorge Newery y también el domicilio particular del señor Scozziero, gerente de dicha institución, ya había sido apresado en la ciudad de Rosario cuando, en el '99, se descubrió que en su casa funcionaba una imprenta clandestina dedicada a la falsificación de dinero, tanto en pesos argentinos como en dólares estadounidenses.

También entonces el juez federal Omar Digerónimo instruyó causa a Schiavino por tenencia y tráfico de drogas.

El hombre, que además es un apasionado coleccionista de armas de fuego, fue capturado el jueves en la autopista Santa Fe-Rosario cuando, junto a varios secuaces, fugaba a bordo de un automóvil Clío, vehículo que sería abandonado en el acceso a la localidad de Arocena con un arsenal robado al gerente de la mutual.

La captura fue posible sólo al cabo de un violento enfrentamiento armado entre los delincuentes y la policía. Del tiroteo resultaron tanto el vehículo utilizado por los malhechores como un patrullero de la repartición con varios agujeros de bala; no obstante, los ocupantes de uno y otro rodado resultaron ilesos.

El joven Schiavino trató de huir a campo traviesa tras el tiroteo, pero cuando fue apresado un poco más tarde, aún no se había descartado de un teléfono celular sustraído en la mutual, del arma que había accionado contra la policía y de los guantes quirúrgicos -de látex-, que quedaron chamuscados por los disparos.

Comisario en apuros


El detenido fue llevado por los agentes de Arocena, pero se descontaba que, dada la jurisdicción donde se produjo el primero de los delitos, sería derivado a la comisaría de Gálvez. Este detalle no habría sido tenido en cuenta por quienes, apenas 24 horas después, a las 5.30 de ayer, coparon la comisaría 13a. con la intención de rescatarlo.

Tal como informamos en ediciones anteriores al golpe perpetrado en Gálvez y al posterior tiroteo suscitado en la autopista, sucedió el copamiento de la comisaría de Arocena, dependiente de la Jefatura de la Unidad Regional XV, que tiene asiento en la ciudad de Coronda.

Ayer, un número no determinado de hombres tomó por asalto la sede policial. Los audaces incursores nocturnos despojaron al comisario Carballo de su arma reglamentaria, lo sujetaron con sus propias esposas y, finalmente, lo sometieron a un brutal castigo -golpearon repetidas veces su cabeza contra la pared- con intención de que el oficial revelara el sitio donde permanecía alojado Schiavino y, también, donde habían sido guardadas las armas largas robadas a Scozziero, las mismas que ellos se vieron obligados a abandonar en el camino.

Los hampones no lograron su cometido y se retiraron de la comisaría de Arocena con rumbo desconocido. Luego, a partir del momento en que el suceso llegó a conocimiento de la Jefatura de Coronda, se inició un vasto operativo de búsqueda, al que reforzó la policía santafesina estableciendo controles en todo el territorio provincial.

En concreto, los uniformados buscan ahora a los tres o cuatro sujetos no identificados que habrían fugado a bordo de un Corsa de color blanco. Estos no serían otros que aquellos que interrogaron al comisario Carballo y posiblemente los mismos que asaltaron la mutual galvense.

�Quiénes son?


A pesar de que los miembros de la gavilla que actuó en Arocena ocultaron sus rostros con pasamontañas, la policía tendría una descripción de ellos porque en Gálvez trabajaron a cara descubierta. Por lo demás, Schiavino habría revelado algunos detalles que seguramente habrán de ser de interés a la hora de acreditar la identidad de los prófugos.

Schiavino -César Gustavo- fue puesto a disposición del juez federal de Rosario Omar Digerónimo, magistrado que lo investigara en relación con graves delitos federales, tales como narcotráfico y falsificación de moneda.

Ayer, la policía volvió a allanar la vivienda que el detenido habitaba en la calle Galindo al 1700 de la localidad de Funes. Distintas fuentes coincidieron al señalar que la casa en cuestión es un verdadero palacio, que cuenta con un celoso sistema de alarma.

Schiavino es también coleccionista de armas de fuego y había registrado a su nombre una veintena de ellas, algunas equipadas con miras telescópicas con sistema láser.

La imprenta a la que se hiciera mención en esta nota habría funcionado en ese mismo lugar, disimulada tras un curioso juego de puertas espejadas.

José Luis Pagés