Chubut: invasión de avispas carniceras
Una invasión de "avispas carniceras", también conocidas como chaquetas amarillas, generó preocupación entre las autoridades provinciales que dieron recomendaciones a la población para evitar inconvenientes con esta especie en la cordillera y el noreste chubutense.
La "chaqueta amarilla" es una avispa de tamaño similar al de las abejas, aunque posee sobre su abdomen franjas de color amarillo y negro y se alimenta principalmente con azúcares, miel, néctar de flores, polen, pequeños insectos, frutas y hasta pedazos de carne, de allí su denominación popular de "avispas carniceras".
Este insecto, cuyo nombre científico es véspula germánica, es actualmente una plaga en varias regiones de la Patagonia, en especial en los valles y la región cordillerana.
Encima, la voracidad de estas avispas se acentúa durante el otoño y afectan cultivos, colmenas y en los últimos tiempos han causado graves inconvenientes en las ciudades.
La ingeniera agrónoma Patricia Neira, técnica de la Dirección de Agricultura del Ministerio de la Producción, explicó al diario El Chubut que "la chaqueta amarilla es una avispa que tiene un ciclo anual".
"A principio de la temporada (primavera) comienza a hacer su nido, el mismo crece en la medida que las obreras logran alimentarse y a su vez alimentar las larvas que serán las futuras integrantes de la colonia", añadió.
Cuando se acerca el fin de la temporada (otoño) las reinas copulan con los machos y quedan fecundadas protegidas en troncos de árboles o en cualquier resquicio que les sirva de protección (grietas en las paredes o en los techos), y al llegar la primavera cada una de ellas fundará una nueva colonia.
"No obstante -precisó Neira- si el invierno no es riguroso, se podrán encontrar obreras en las ciudades durante todo este período".
Pero en los últimos años se transformó en un inconveniente importante en las zonas urbanas, donde este insecto gana cada vez más terreno.
"La véspula germánica es una avispa muy agresiva, más aún en el otoño cuando escasea el alimento. En muchos casos ataca sin que nadie la moleste", aseguró Neira.
Este problema se potencia en las ciudades, donde por lo general nidifica en los sitios de mayor movimiento para asegurarse el fácil acceso a los alimentos que necesita.
La científica agregó que "para combatirlas con efectividad hay que destruir el nido, ya que si se ven una o dos avispas dando vueltas éstas provienen de un nido en pleno funcionamiento que puede estar ubicado hasta a 300 metros del lugar". (DyN)