Gasparini: "Al Kassar tenía un plan
para instalarse en Argentina y Chile"
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El objetivo era traficar armas, drogas y blanquear dinero. El periodista declaró el jueves en la Comisión Antilavado que preside Elisa Carrió. Presentó pruebas contra el grupo Vila-Manzano.
De paso por Santa Fe, donde presentó la segunda edición de su libro La delgada línea blanca auspiciado por el Diario El Litoral, Cable y Diario, LT 10 Radio Universidad y la Universidad Nacional del Litoral, el periodista argentino radicado en Suiza describió la serie de complicidades que existieron para que Monzer Al Kassar pudiera naturalizarse argentino.
-La organización dedicada al tráfico de drogas, blanqueo de dinero y venta de armas, que describe en el libro. ¿Era una especie de Estado que funcionaba por encima de los nacionales de Argentina y Chile?
-A partir de la descripción de la vida del personaje central que es Monzer Al Kassar, la cosa funcionaba de esa manera. El libro nació como idea en Chile, donde el periodista Rodrigo de Castro logra demostrar que grupos mafiosos integrados por militares que habían violado los derechos humanos se habían financiado y enriquecido con el narcotráfico y el tráfico de armas. Y el grupo mafioso más celebre que tiene Chile es el clan Pinochet donde hay un personaje omnipresente, Yamal Edgardo Bathich, que aportaba capitales al grupo y estaba estrechamente vinculado a los hijos del general.
El servicio antidrogas de Chile nos dijo que creían que Bathich, además de ser el primo hermano de Al Kassar, era su testaferro.
Esto explota en dos o tres semanas, entre los meses de mayo y junio de 1992.
-¿Por qué?
- Primero la detención de Monzer Al Kassar en Madrid bajándose de un avión privado, acusado del secuestro del Achille Lauro. ¿Quién iba en el avión con Al Kassar?. Bathich.
En segundo lugar, la Justicia suiza bloquea cuentas bancarias de Al Kassar que permitieron detectar que fueron utilizadas para vender armas polacas a los Balcanes violando el embargo de Naciones Unidas, en una figura de venta similar a la que se investiga en la Argentina. Es decir, armas de un país a través de intermediarios que van a un lugar donde no se pueden vender armas.
Y el tercer elemento es una riña de gallos entre dos jueces federales de Mendoza, donde uno de ellos, por una pelea personal con el otro, le saca a luz que había otorgado seis naturalizaciones irregulares a árabes y hace saltar los nombres a la prensa.
Estas investigaciones pusieron en evidencia que había un plan, que me confirmó en 1998 el propio Al Kassar, cuando me concedió una entrevista para desmentir que era el jefe de Yabran.
-¿Cuál era el plan?
-A partir del control que se realizaba vía el clan Pinochet en Chile y Menem en la Argentina, el plan era por un lado trasplantar en una zona de Chile que ya tenían preparada, la experiencia del valle de la Bekaah en el Líbano y, por el otro, un lugar donde blanquear el dinero que obtenían y que, escondido sin producir, no les sirve para nada, con emprendimientos turísticos o inmobiliarios. También participar en las privatizaciones de Fabricaciones Militares. Creo que el gran proyecto aborta, por eso Al Kassar me dijo que estaba retirado desde 1992.
-Hizo referencia a la posible participación de Al Kassar como intermediario en la venta de armas argentinas. ¿Hay pruebas de que haya participado de alguna manera?
- El actual ministro Domingo Cavallo ha dicho, sin presentar las pruebas, que el jefe de Emir Yoma era Monzer Al Kassar. Urso es reticente a investigar a Al Kassar. Existe la oferta de la Justicia suiza, que lo condenó por tráfico de armas, de entregar a la Argentina la totalidad de esa cuenta bancaria que puede dar múltiples sorpresas.
-Relataba el plan de Al Kassar que era plantar amapolas en Chile y blanquear el dinero en Argentina. El se instala en Mendoza, donde conoce a mucha gente que después termina siendo funcionario de Menem.
-La Justicia suiza cataloga a Al Kassar como narcoterrorista y le calcula su fortuna en 600 millones de dólares. A eso no lo hizo con el sudor de su frente. De las otras cinco personas que vinieron con Al Kassar a Mendoza, dos eran mujeres y las otras hombres, de los cuales dos estaban vinculadas al tráfico de armas. Es más, uno de ellos, cuando estaba haciendo el trámite en Mendoza, fue intermediario de la reventa de aviones Mirage franceses a Perú pero que terminaron en Pakistán. Con esto quiero decir que ya era una asociación ilícita el grupo que se instala, asociación ilícita que se agranda porque hay una serie de complicidades en la Argentina que permiten la naturalización.
Hicieron desaparecer el legajo de Monzer Al Kassar de las tres estructuras del Estado que lo tenían: la Policía Federal, la Side y de la Secretaría de Población del Ministerio del Interior. En la Side la responsabilidad fue de Hugo Anzorreguy y en las otras dos dependencias de José Luis Manzano. Este nos remite a Mendoza y Nicolás Becerra también.
-¿Por qué hace estos cargos contra Becerra?
-Como describo en mi libro, a Moneta lo defiende un grupo de abogados "multipropósitos o multiusos", que Becerra pone y saca en los procedimientos de acuerdo a su conveniencia. ¿Quién es Carlos García, el testigo clave que tiene Moneta para acusar al juez Leiva de que lo quiso coimear y de esa manera destruir la causa penal que hay contra él?. Un abogado que sale del estudio de Bauzá y que fue codefensor, junto con Nicolás Becerra, de los testaferros del almirante Massera en al apropiación de bienes de detenidos desaparecidos en Mendoza por valor de 20 millones de pesos.
¿Quién es el abogado de Moneta en Mendoza?. Jorge Garguir. Juez Federal de la dictadura, expulsado de la democracia en 1983, pasó a integrar el estudio jurídico de Becerra y participar activamente en la naturalización irregular de estos árabes que venían a blanquear dinero en la Argentina.
Cuando Becerra es designado, en setiembre de 1996, emite una resolución donde obliga a todas las personas que quieren pedir un indulto al presidente de la República, a presentar previamente la petición en su dependencia. De allí salían los asesores de Becerra a vender indultos. En Mendoza fue condenado a dos años de prisión su secretario privado, Héctor Corvalán, por cobrar en el despacho de Becerra, en Mendoza, 4.000 dólares para tramitarle un indulto de una persona que estaba condenada por el robo de un camión de caudales. ¿Quién es el abogado de Corvalán en todo este proceso? Jorge Garguir.
Aparecen en Moneta, aparecen en los casos de los ex detenidos desaparecidos, aparecen en el caso de Corvalán y en todas las maniobras que tuvo que hacer Becerra padre para impedir que Becerra hijo fuera a la cárcel porque mató a una persona en un accidente de tránsito.
-Su libro describe también que Becerra hijo tuvo un papel bastante importante en esta historia de introducir plata de origen desconocido al país.
-Nicolás Martín Becerra es funcionario del grupo Vila-Manzano y ha sido probado con documentación oficial, más allá que lo han querido negar mediante un artículo publicado en el diario La Nación. Becerra hijo fue representante en Argentina hasta el 1° de marzo de este año, de una sociedad uruguaya que se llama Seabrook y que pertenece a Manzano, con la cual introdujeron dinero del exterior por el circuito Moneta, en un monto estimado en 400 millones de dólares. En este momento Seabrook está siendo investigada por presunto lavado de dinero por la fiscal federal de Mendoza, María Alejandra Obregón.
-¿Este dinero se utilizó para comprar medios de comunicación?
-Sí. Además, el médico que se transformó en "ingeniero financiero" ingresa como gran socio del grupo Vila porque aporta estos capitales. Ya está probado que estos 400 millones no son capitales que provienen del anticastrismo de Miami, que fue la versión original que se dio, sino de otro lado. Estas sociedades del grupo Vila-Manzano han sido auditadas por la Sindicatura General de la nación, en las cuales, tengo entendido, se prueba la participación de Nicolás Martín Becerra, hecho importante porque este chico sólo sabe jugar al tenis. Su participación en el grupo sólo se explica porque sería testaferro del papá.
-Es el primer periodista que declaró en la comisión antilavado que preside Elisa Carrió. ¿Qué documentos aportó?
-Por un lado, todo el soporte documental judicial del libro, en relación a cómo se hizo ciudadano argentino Monzer Al Kassar. Atraje la atención de la comisión respecto de que este señor no venía a la Argentina a plantar jojoba como decía, sino que fue una operación vinculada con el lavado de dinero.
Además, el soporte documental que me permite afirmar que el artífice de la naturalización de Al Kassar, como argentino, fue el entonces abogado Nicolás Becerra.
Después les atraje la atención respecto de que Monzer Al Kassar tiene una cuenta en Suiza, y si el artífice de su naturalización, Nicolás Becerra, también tiene una cuenta en Suiza, esas cuentas están a disposición de la Justicia argentina, y les indiqué artículos de la legislación suiza para obtenerlas.
Después les aporté algunos otros datos que tienen que ver con la investigación como la sociedad Seabrook, que ingresó 400 millones de dólares y está en las cajas.
Y por último, les hablé de una sociedad uruguaya que se llama Delbote. Esta sociedad es gemela o prima hermana de Daforel, etc. y aparece en la causa armas. La sociedad Delbote es la que permite a los coimeados en la causa IBM-Banco Nación repatriar el dinero a la Argentina -por ejemplo al ex presidente del Banco Nación, Aldo Dadone, actualmente detenido- y pertenece a un grupo de financistas argentinos que también aparecen en la agencia Multicambios, como Pedro Steiner.
-¿Menem puede alegar que la responsabilidad del desvío de armas a Croacia y Ecuador fue de los intermediarios?
-Creo que no es aplicable esa teoría. Los intermediarios tienen su responsabilidad, pero también la tiene el que le da legalidad a la operación.
El problema de los traficantes es conseguir que un país les dé lo que se llama "certificado de último usuario". Esto es, un país corrupto, contactado por los traficantes, que entrega un documento diciendo que las armas irán a tal lugar.
En el caso argentino, lo paradójico es que los intermediarios que hacen la operación son los mismos que manejaban los resortes del Estado para otorgar el falso certificado de último usuario o destino final.
-Esto quiere decir que Menem sabía lo que estaba haciendo.
-No puedo creer que Menem no lo supiera. Felipe González ha dicho que se enteró de la guerra sucia por la cual han sido condenados varios de sus ministros por los diarios. Nadie se puede creer esto.
-¿Menem puede haber sido empleado de Al Kassar?
-Hay una anécdota contada por Cúneo Libarona, en una entrevista que le hizo la revista Gente, donde revela detalles del encuentro que tuvo con Al Kassar en España, en que éste le pidió que fuera su abogado. En un momento estaban mirando fotos, apareció una de Menem, y Al Kassar dijo: "Me acuerdo de cuando este muchacho trabajaba para mí". Lo ha dicho Cúneo Libarona.
-¿Puede ser que la venta de armas, fundamentalmente la que se hizo a Croacia, haya contado con el consentimiento de los Estados Unidos?
-Diplomáticamente era un secreto a voces en Ginebra, donde se negociaba la paz, que Estados Unidos apoyaba el desmembramiento de la ex Yugoslavia con apoyo de Alemania. Pero como existía un Consejo de Seguridad que había prohibido la venta de armas, se necesitaba un subterfugio para armar a Croacia. Creo que es altamente probable que haya habido una gestión diplomática para que se hiciera la venta. Lo que pasa es que éstas son acciones encubiertas de los servicios secretos que, si salen mal, no tienen cobertura posterior. Si Menem, en el contexto de las llamadas relaciones internacionales, se prestó a este juego, sabía que Estados Unidos no le iba a dar una certificación escrita, reconociendo que lo indujo a vender armas.
Gabriel Rossini