Pantallas y Escenarios: PAN-01

Merceditas y los misterios
de la canción popular

MERCEDES STRICKLER. Tiempos de juventud.. 

Con Mercedes Strickler desapareció la musa de Sixto Ríos. "Merceditas" es una creación que ha perdurado más allá de las épocas y las fronteras.


La santafesina "Merceditas" llegó mucho más lejos que la cordobesa "Angélica", aquel suceso de los '50 que no alcanzó a convertirse en un clásico universal. El "cuando te nombro me vienes a la memoria" de Angélica, aún a pesar del efecto de un desnudo insinuado en la letra, no logró el impacto del tema de Sixto Ríos.

�Cómo se descifra el éxito de una canción popular, su permanencia a través de los tiempos y los públicos, y sus extraños recorridos? Desde hace años, "Merceditas" es una de las primeras canciones que se enseña a los chicos en la guitarra. Los adultos la aprendieron en la escuela, y es posible que muchos aún se encuentren en condiciones de recitarla de memoria. Fue traducida a ocho idiomas. Y hace un par de años, por ejemplo, fue grabada por Teté Espíndola, una artista brasilera que rescata la memoria regionalista en expresiones de vanguardia. �Qué imagen pueden forjarse los brasileños de un lugar "donde nacen los trigales"?

Un tema de autor


Por otra parte, no se trata de música popular anónima, un fenómeno que nos brinda el refugio seguro de nociones abstractas como el "imaginario colectivo". Se trata de música y letra de autor, o sea de un producto como tantos expuestos a una vida efímera, lanzado al mercado musical, y que se quedó para siempre, el resultado del encuentro amoroso en una pista de baile de Humboldt de una gringa linda y un artista en tránsito. Y los roles se invirtieron, y el forastero o artista trashumante a quien se le atribuye un paso fugaz por los corazones, esta vez fue el prisionero de la belleza rubia local.

Tal vez la letra aún contiene la fuerza que proporcionan los amores truncados, y que Sixto Ríos necesitó sublimar en una canción, quizás empujando a sus sentimientos más allá de su experiencia real. Es una letra simple, por momentos cursi ("aromada florecita"), y en la sencillez también puede hallarse el secreto de su atracción, acompañada por algunas imágenes fuertes. La canción nos habla de alguien que "aprendió a querer", y contiene nostalgia, una combinación irresistible. �O en la letra se transmite, de un modo imponderable, el espíritu de una mujer independiente, que no se rindió formalmente ante los hombres, como dicen que fue la Mercedes Strickler real? La fortaleza de una personalidad femenina, en este caso, sobrevivió en la canción y, como una diosa de la mitología, le franqueó la puerta a la vida eterna.

Una desventaja


"Merceditas", además, se abrió paso en el universo de la música popular con una desventaja: el chamamé fue aceptado muy tardíamente en la familia musical argentina, y la mayor parte de su existencia transcurrió en los márgenes, como el pariente pobre del folclore. Es cierto que "Merceditas" es un chamamé canción, una expresión melódica cuya dulzura gana más rápidamente el oído de todos los públicos.

Inconscientemente, el propio Sixto Ríos nombra el fenómeno, presintiendo el destino de su pequeña obra: "La leyenda que palpita en mi nostálgica canción", dice. A su modo, convierte en legendario aquel episodio personal de la pista de baile, y, en tren de plantear interrogantes, más allá de los misterios de la canción popular, ya en el terreno hipotético de la fantasía, surge la pregunta de si habría leyenda si Mercedes Strickler se hubiera comportado como una muchacha casadera y le daba el sí. �Los géneros chicos encuentran su mejor inspiración en amores no correspondidos?

Roberto Maurer