Duras medidas para eliminar el déficit
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Ante la falta de crédito, el gobierno ajusta para no gastar más de lo que recauda. Recortan sueldos y jubilaciones. Bancarizan todos los salarios, para combatir la evasión. Los gastos se harán con lo que sobre de pagar los servicios de la deuda.
En un intento por recuperar el crédito para la Argentina, bajar el riesgo país y aumentar la confianza de los mercados, el gobierno lanzó anoche un duro plan de ajuste para achicar el gasto público que, si bien no contempla despidos, establece reducción de salarios a estatales y poda de ingresos para jubilados y pensionados -excluidos los mínimos.
Luego de una jornada financiera de extrema tensión y reuniones al más alto nivel político, el presidente Fernando de la Rúa y el ministro de Economía Domingo Cavallo anunciaron medidas para alcanzar el "déficit fiscal cero" y eliminar el desequilibrio de 1.500 millones de dólares previstos para el segundo semestre del año.
El recorte afectará a los proveedores del Estado, pero no a la actividad privada ni a las pequeñas y medianas empresas.
Cavallo anunció la "bancarización obligatoria" para el pago de sueldos estatales, jubilaciones y pensiones, a través de cajas de ahorro gratuitas, según lo acordó por la mañana con el sector financiero.
La medida busca blanquear el movimiento de dinero y contribuir, tal como lo dijo De la Rúa, a una "lucha frontal contra la evasión", que se completará con la creación de un fuero especial para juzgar a quienes eluden el pago de impuestos.
A pesar de la expectativa generada en las últimas horas por el oficialismo, el paquete no contempla medidas concretas para lograr una inmediata reactivación de la economía, lo que generó críticas de sectores políticos y económicos.
La reducción del gasto se fijará cada mes, a partir de la publicación del correspondiente decreto en el Boletín Oficial, y será de acuerdo con los recursos disponibles. Algunos trascendidos indican que en el primer mes podría rondar entre el 8 y el 10 por ciento.
De la Rúa y Cavallo utilizaron la cadena nacional de radio y televisión para anunciar al país el plan, desde la Casa Rosada y acompañados por la totalidad del gabinete, luego de agitadas reuniones con las autoridades de los bloques legislativos de la Alianza y contactos con el Justicialismo.
El presidente señaló que "la situación actual es imposible de sostener" y reiteró que "vamos a gastar sólo lo que tenemos, lo que recaudamos".
De la Rúa sostuvo que "debemos eliminar el déficit y no depender de préstamos caros" y subrayó que la Argentina "honrará" sus compromisos internacionales con los acreedores.
Cavallo prometió que en el segundo semestre "vamos a déficit fiscal cero a nivel nacional" e invitó a las provincias a alcanzar la misma meta y mantenerla "durante todo el año próximo, lo que significa que ya no crecerá más la deuda pública y vamos a pagar puntualmente los intereses de esta deuda".
El ministro remarcó que "es fundamental que bajen las tasas de interés para el sector privado" y anunció el aumento de la tasa del impuesto a las transacciones financieras, de acuerdo al máximo que permite la ley, y que será tomado a cuenta del IVA en su totalidad.
"No hay riesgo de que estas medidas fracasen", dijo antes de la medianoche.
Las medidas adoptadas por el gobierno se provocaron luego de que la Argentina viera definitivamente cerrado su acceso al crédito, tanto en el mercado externo como en el interno.
Hasta fin de año la Argentina tenía un déficit proyectado, y aceptado dentro del acuerdo con el FMI de 1.500 millones de dólares, pero ante la restricción crediticia, el gobierno optó por ajustar el gasto público.
La falta de confianza en los inversores llevó al Estado argentino a pagar tasas de interés de entre el 14 y el 16 por ciento para conseguir dinero dentro del mercado doméstico.
Cavallo dijo que "dentro de una crisis de confianza no vamos a lograr la reactivación" y afirmó que "es ineludible dar este paso".
El ministro aprovechó la oportunidad para afirmar que la Argentina "pagará puntualmente todos los vencimientos de deuda" y adelantó que el financiamiento para estos compromisos está asegurado.
El presidente Fernando de la Rúa pidió hoy la "comprensión de la dirigencia política" al nuevo ajuste anunciado por el gobierno, en tanto que sostuvo que las medidas se tomaron para evitar "ir a la devaluación o al default", que tendrían consecuencias "tremendamente negativas" y "ruinosas" para el país.
El jefe del Estado reiteró la convocatoria a los gobiernos provinciales para que adopten medidas similares, al encabezar un desayuno de trabajo conmemorativo del 41 aniversario del Instituto de Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA), donde recibió un fuerte espaldarazo de parte de su titular, Jorge Aguado, al nuevo paquete.
También en ese marco, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, aseguró que la decisión de gastar sólo lo que se recaude no implica dejar de pagar a los proveedores, sino que éstos cobrarán "con el descuento" que afectará también a los sueldos de los empleados públicos y las jubilaciones a partir de agosto.
El primer mandatario también consideró que los poderes Legislativo y Judicial deberían acompañar las medidas bajando también sus gastos.
Asimismo, De la Rúa aseguró que el nuevo paquete de medidas servirá para "despejar la escena de rumores desestabilizantes" y "devolverle la confianza a los mercados externos". El jefe de Estado insistió en la necesidad de poner también un tope a los déficit provinciales, al remarcar que "lo que antes era una prioridad ahora es una urgencia".
Por último, De la Rúa sostuvo que las medidas anunciadas "tienen la legalidad y la fuerza operativa suficiente y fueron sancionadas en virtud de la ley de competitividad, en el marco de la emergencia económica".
El decreto que el presidente Fernando de la Rúa firmó anoche ajustando los gastos del Estado nacional a la recaudación impositiva de cada mes, no fue publicado hoy en el Boletín Oficial.
La medida fue comunicada por De la Rúa poco después de las 22 de la víspera, y comentada con algunos agregados por el ministro de Economía, Domingo Cavallo.
El presidente anunció anoche que tanto Economía como la Jefatura de Gabinete darán a conocer hoy en detalle el alcance del recorte del gasto público que afectará a los sueldos de los funcionarios y empleados de la administración nacional, así como también los pagos a proveedores y contratistas del Estado.
En el mismo orden se espera que el Poder Ejecutivo difunda el contenido de las medidas anunciadas también anoche referidas a un mayor control de la evasión fiscal, y a la obligación de pagar sueldos del sector privado por vía bancaria, mediante cajas de ahorro gratuitas y la emisión de tarjetas de débito.
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, sostuvo esta mañana que para combatir la evasión y reducir el déficit fiscal "hay que pescar a la gente con las manos en la masa", y señaló que desde la Afip harán "inteligencia fiscal", pero también se requerirá "apoyo de la Gendarmería y la Policía".
"Hay que actuar para pescar a la gente con las manos en la masa como hacía (el ex titular de la DGI Carlos) Tacchi, a inspeccionar negocios en donde hay gran cantidad de movimiento en efectivo", remarcó Cavallo.
El ministro afirmó que "se sabe en qué mercados, en qué lugares y qué tipo de personas operan en esos bolsones de impunidad, no sólo de evasión y contrabando, sino muchas veces de fraude, venta de mercadería robada o todo tipo de delito".
En ese sentido, el titular del Palacio de Hacienda destacó que "la acción contra ese tipo de evasión requiere apoyo de la Gendarmería o de la Policía, porque normalmente ahí actúan grupos que pueden incluso utilizar la violencia".
"Vamos a hacer inteligencia fiscal, pero no yendo a molestar a las empresas con un montón de inspectores, sino utilizando la informática para cruzar datos que surgen de transacciones financieras, y comparar con declaraciones impositivas y detectar quién evade", aseguró Cavallo en un encuentro con un grupo de importantes empresarios, organizado por IDEA.
Los gastos del Estado variarán según la marcha de la recaudación de impuestos, lo que significa que ni los empleados públicos ni los proveedores privados del gobierno sabrán cuanto cobrarán por su trabajo de cada mes.
Cavallo dijo que el gobierno buscará hacer crecer la recaudación y reducir el gasto público. Mientras tanto, aplicará en forma estricta -y por primera vez a los salarios- la ley de Administración Financiera, que impide gastar más de lo que ingresa.
El ministro añadió que si ese esfuerzo no es suficiente para lograr una normalización fiscal del país, se instrumentará un esquema de gastos móviles.
"Se trata de una reducción o ahorro de todo tipo de erogaciones del Estado, tanto salarios como pensiones y jubilaciones, excluidas las mínimas (...) o cualquier otra prestación que haya recibido el Estado y dé lugar a un pago", dijo Cavallo.
"Se hará un ajuste hacia abajo, pero el estrictamente necesario para equilibrar en cada mes los gastos con los recursos", añadió.
Los mercados internacionales esperaban que el ministro anuncie una fuerte y concreta reducción del gasto público porque temen que la tercera economía latinoamericana no pueda pagar su abultada deuda.
"Ponderamos que el sacrificio que tendrán que hacer trabajadores y prestadores de servicios al Estado sea cada vez menos y desaparezca muy pronto si somos eficaces en la recaudación impositiva y si somos valientes en la eliminación del gasto superfluo", concluyó el ministro.
Los puntos salientes del discurso realizado anoche por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, fueron los siguientes: