Lima (Perú).- El economista Alejandro Toledo juraba hoy ante el Congreso como presidente de Perú, con la convicción de que recibirá un país cargado de expectativas sociales y con grandes fragilidades institucionales que constituyen "un monumental reto" que está dispuesto a enfrentar, según propia confesión.

Toledo, de 55 años, de raíz indígena, tomará la posta que le dejará el gobierno de transición de ocho meses que encabezó el jurista Valentín Paniagua luego de la caída del régimen del destituido presidente Alberto Fujimori que gobernó a Perú durante una década.

Las misiones presididas por los jefes de Estado o de Gobierno comenzaron a llegar la noche del jueves para asistir a los actos de investidura presidencial, que se concretaron en medio de severas medidas de seguridad por orden del Ministerio del Interior. Un total de 23.000 efectivos policiales tuvieron a su cargo la tarea de garantizar el orden público.

Toledo enfrentará los desafíos que presenta Perú con un gabinete ministerial integrado por un conjunto de técnicos neoliberales, derechistas populistas y ex izquierdistas radicales (ver aparte).

Al presentar el gabinete, que será dirigido por el liberal Roberto Dañino, Toledo dijo que "recibimos un país con verdaderos retos y huecos que son una gran preocupación, con enormes deudas acumuladas", señalando que ello es culpa del decenio de Fujimori.

"Recibimos también un país con embalse de expectativas sociales justas", dijo, al remarcar que Perú es un país "con grandes fragilidades institucionales".

"Es monumental el reto, pero estamos decididos a enfrentarlo conjuntamente, lo que va a requerir inevitablemente del consenso y del diálogo entre las fuerzas políticas", reflexionó, precisando que "dada la gravedad en que se encuentra el país, o lo sacamos adelante todos juntos o no lo saca nadie".

Luego de jurar en el Congreso este mediodía, día de la fiesta nacional peruana, Toledo ofreció su primer mensaje al país. Previamente, Paniagua dejó la banda presidencial en el parlamento e hizo una exposición sobre lo que fue su gobierno de transición.

Una vez cumplido el acto oficial en el Congreso, Toledo tenía previsto viajar en compañía de los presidentes visitantes hacia el santuario arqueológico incaico de Machu Picchu, en el surandino departamento de Cuzco, donde realizará una juramentación simbólica para expresar su identificación con el mundo andino.

La expectativa que ha generado el gobierno de Toledo está sustentada en las promesas que hizo durante su campaña, como la reactivación de la economía con la aplicación de un programa de lucha contra la pobreza y creación de fuentes de trabajo, combate a la corrupción, aumento de sueldos para maestros, médicos y policías, y el desarrollo del sector agrario, entre los puntos principales.

El inicio de su gobierno marcará una nueva etapa en la historia de esta nación andina, que durante los últimos diez años estuvo gobernada en dos períodos consecutivos por Fujimori, cuyo régimen es calificado como "autoritario y dictatorial".

El gobierno de Toledo encontrará un país con 12.700.000 peruanos en situación de pobreza, cifra que representa un incremento del 20% respecto al total de peruanos pobres que difundió en 2000 el gobierno de Fujimori, según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística. De acuerdo a datos oficiales, la población de Perú es de 26.347.000 habitantes. (AFP).

En el marco de los actos previstos para la asunción de Toledo, el nuevo mandatario peruano y su esposa, la belga Eliane Karp de Toledo participaron de una ceremonia de inauguración del denominado Jardín de la Democracia, en la que la plantación de árboles estuvo a cargo de los mandatarios invitados, en el Gran Parque de Lima.

Tras recibir el saludo protocolario de las delegaciones asistentes a su toma de posesión del cargo, Toledo y Karp tenían previsto ofrecer una cena, y mañana viajarán a Machu Picchu, donde el ya presidente realizará una jura simbólica, al son de los antiguos ritos incaicos.

En uno de sus últimos actos como presidente del gobierno transitorio, Paniagua afirmó que la toma de posesión de Alejandro Toledo constituye el nacimiento de una nueva etapa que liquida la "república autocrática".

"Esta es una hora auroral. Nace aquí una etapa y muere desde luego otra. Yo diría que aquí se liquida la república autocrática que nos acompañó en estos 180 años de vida independiente", señaló Paniagua ayer, en una cena de gala ofrecida a los jefes de Estado invitados.

También expresó su agradecimiento a los gobernantes invitados a la ceremonia de asunción, por su contribución en destacar "el significado de un momento histórico en la vida política y democrática del Perú".

Su presencia, añadió, es "una suerte de espaldarazo, porque contribuye a afirmar la conciencia democrática de nuestro pueblo".

El presidente saliente formuló votos para que "la paz y la reconciliación vuelvan a Perú, y porque la fraternidad latinoamericana y universal se afirme siempre, para que la integración de nuestros pueblos en América Latina sea una pronta realidad".

Alejandro Toledo ya nombró su primer gabinete ministerial, que lo acompañará desde hoy es la siguiente: Presidente del Consejo, Roberto Dañino; ministro de Economía: Pedro Pablo Kuczynski; de Industria: Raúl Diez Canseco; de Relaciones Exteriores, Diego García Sayán; de Justicia, Fernando Olivera.

Ministro de la Presidencia, Carlos Bruce; de Transportes, Luis Chang; de Agricultura, Alvaro Quijandría; de Energía y Minas, Jaime Quijandría; de Pesquería, Javier Reátegui; de Defensa, David Waisman; del Interior, Fernando Rospigliosi.

Ministro de Educación, Nicolás Lynch; de Salud, Luis Solari; de Trabajo, Fernando Villarán y ministra de la Mujer, Doris Sánchez. (EFE).

El presidente argentino, Fernando de la Rúa, arribó a Lima en la tarde de ayer para asistir a la ceremonia de asunción de Alejandro Toledo como nuevo presidente del Perú.

"Deseo la mayor felicidad a todos los peruanos, Argentina reafirma su amistad con Perú y saluda a la democracia peruana", dijo el mandatario en una breve declaración en el aeropuerto militar de Lima, donde fue recibido por el ministro peruano de Economía y Finanzas, Javier Silva, y una comitiva diplomática argentina.