Edmonton ultima detalles
Es sede del VIII Campeonato Mundial de Atletismo. El viernes será la ceremonia inaugural en el estadio de la Commonwealth, con capacidad para 40.000 espectadores. El Congreso de la IAAF tratará el cambio de reglas.
Edmonton, la "Ciudad de los campeones", como se la conoce en Canadá por los triunfos de sus tres principales equipos, afina su puesta a punto para dar el viernes, con la ceremonia de inauguración y el maratón masculino, el pistoletazo de salida a los octavos mundiales de atletismo.
Los Eskimos, de fútbol americano, los Oilers, de hockey sobre hielo y los Trappers, de béisbol, dejarán paso, durante once intensas jornadas, a los reyes de la pista, encabezados por el ídolo canadiense, el velocista Bruny Surin, y los estadounidenses Marion Jones y Maurice Greene, los deportistas más rápidos del planeta.
El escenario del mundial será el estadio de la Commonwealth, esta instalación se construyó en 1978 para los Juegos del mismo nombre, luego albergó la Universiada de 1983 y en los presentes mundiales tendrá un aforo de 40.000 asientos para el público, que se espera que acuda en un buen número durante los once días de competición.
Los organizadores locales y la IAAF miran al cielo con respeto. Aunque se espera un aumento de las temperaturas y el cese de las lluvias, en las últimas semanas ha habido tremendas tormentas, tan intensas que varios veteranos voluntarios comentan que hace muchos años que no habían visto caer tanta agua.
Los trabajos no han cesado, ni lo harán hasta que todo esté a punto para el viernes. La actividad es frenética en el estadio de la Commonwealth, como es habitual en estos casos.
El presidente del Comité Organizador de Edmonton, Jack Agrios, dice con orgullo que éstos serán los primeros mundiales de atletismo en Norteamérica, y para ellos asegura que tiene vendidos dos tercios de los billetes.
Las dos mascotas, "Tracker" (un lobo rojo ágil que anima a correr) y "Fielder" (un oso amarillo fornido que representa las pruebas que exigen más poderío físico), se han hecho un hueco en una población multiétnica (en Edmonton se reúnen más de 50 culturas), que respondió a la llamada de los mundiales desde el principio. Se necesitaban 5.000 personas para cubrir otros tantos puestos de voluntarios y se presentaron más del doble que eran necesarios.
El Congreso de la Federación Internacional de Atletismo Amateur (IAAF), instigado por exigencias de televisivas, prepara una revolución en el reglamento de competición que ha provocado la reacción de ciertos astros de las pistas, remisos a entrar en una nueva era.
Sólo una pequeña parte de las 178 propuestas de cambios en las reglas de competición que estudiará el Congreso hoy y mañana en Edmonton han sido sometidas a debate o criticadas por los atletas interesados: aquellas que afectan, principalmente, a los más famosos atletas estadounidenses.
Marion Jones, la reina de la velocidad mundial, se puso al frente de la rebelión norteamericana contra las propuestas de cambio relativas a la descalificación inmediata por una salida falsa.
Los canales de televisión, que financian buena parte del negocio del atletismo, mediante el pago de elevados derechos de transmisión, sostienen que es inadmisible una transmisión superior a las tres horas, y que rebasar esa duración atenta contra las leyes inexorables de la audiencia.
La época de las interminables jornadas de atletismo, de los concursos de saltos y lanzamientos de hasta cinco horas está a punto de acabar, y al Congreso de la IAAF le corresponde firmar en Edmonton el certificado de defunción.
Además de esta propuesta, el Congreso votará la posible reducción en el número de intentos en saltos verticales (dos en cada altura, frente a los tres actuales) y en los lanzamientos (cuatro en lugar de seis).
Para salir adelante, las propuestas deben recibir el apoyo de la mayoría de los congresistas. Si acudieran al Congreso los representantes de las 210 federaciones afiliadas a la IAAF serían precisos 106 votos.
La elección de un nuevo presidente de la IAAF, que figura en el orden del día, constituirá un mero trámite, puesto que el senegalés Lamine Diack, sucesor del fallecido Primo Nebiolo, es candidato único y tiene asegurada la prolongación de su mandato por dos años más.
La medalla de oro en los campeonatos del mundo de Edmonton lleva aparejada para los atletas una bolsa de 60.000 dólares, según los premios dispuestos por la Federación Internacional de Atletismo Amateur.
Para los distintos puestos la ganancia será: 1�) 60.000 dólares; 2�) 30.000; 3�) 20.000; 4�)15.000; 5�) 10.000; 6�) 6.000; 7�) 5.000.
Relevos (para cada equipo): 1�) 80.000 dólares; 2�) 40.000; 3�) 20.000; 4�) 16.000; 5�) 12.000; 6�) 8.000; 7�) 6.000; 8�) 4.000.
Carl Lewis ya era famoso cuando acudió a Helsinki para competir en los primeros mundiales y fue la estrella del evento: oro en 100 metros (10,07), en salto en largo, 8.37 y los 4x100 con récord mundial.
La carrera respondió con creces al interés despertado. Johnson partió como una bala en medio de un silencio sepulcral, impulsado por una formidable masa muscular que con el tiempo se supo que había sido esculpida a base de esteroides.
El canadiense Donovan Bailey se erigió en verdugo de Estados Unidos, que por primera vez se quedó sin medalla en 100 metros, y Michael Johnson logró un doblete sin precedentes en 200 y 400 que luego refrendó en los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Bubka, de 33 años, tuvo que escalar hasta los 6,01 metros con su pértiga de inusual dureza para recoger su sexta medalla de oro mundialista.
La espalda de la reina Marion Jones manifestó con dolorosos espasmos y calambres su protesta por el trabajo brutal, a que la estaba sometiendo la estadounidense en su ambiciosa lucha por conseguir cuatro medallas de oro en Sevilla.
Con menos de la mitad de sus objetivos cumplidos -atesoraba un oro en 100 y un bronce en longitud- Marion Jones abandonó la pista en camilla, para no regresar a las citas que tenía pendientes en la final de 200 y en los relevos 4x100.
Maurice Greene, el rey de la velocidad con sus victorias en 100 y 200 metros y en el relevo corto, hizo bastantes méritos, como para ser considerado la figura estelar de los campeonatos; pero tuvo el infortunio de que Michael Johnson se cruzara en su camino.
Edmonton 2001, a partir del viernes, comenzará a develar sus figuras.