Ramona: un orgullo nacional
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Los chicos de Ramona viajaron a Estocolmo y resultaron finalistas de un premio mundial en el que competían 23 países con sus investigaciones sobre el agua. Ellos representaron a la Argentina.
"Nos sentimos más que orgullosos de ser los únicos argentinos que viajamos a Estocolmo para este concurso internacional", dicen los pibes de la escuela San José de Calasanz, de Ramona. Ellos viajaron el 10 de agosto a Suecia para participar del Certamen Mundial del Agua luego de que su trabajo resultara ganador de la instancia nacional.
En competencia con 23 países de todo el mundo, la investigación "Conciencia y agua" de los ramonenses resultó finalista.
El Stockholm Junior Water Prize es un premio y competencia fundados por la Stockholm y esponsoreado mundialmente por la empresa norteamericana de tecnología e ingeniería ITT Industries, Inc. y fue establecido para fomentar el interés de los jóvenes en temas relacionados al cuidado del agua y el medio ambiente.
En su quinta edición, siempre con sede en Estocolmo -Suecia-, el Premio Joven del Agua, es el más prestigioso galardón internacional entregado a estudiantes secundarios que han contribuidos a la conservación y el mejoramiento del agua a través de destacadas investigaciones.
"Nosotros no llevamos adelante este trabajo para ganar, sino porque nos interesa la salud del pueblo y el elemento que encontramos en el agua -el arsénico- es causa de muchas enfermedades. Es muy importante para nosotros poder ayudar a Ramona desde la escuela", comentó uno de los jóvenes investigadores.
Claudia Ferrero (17), Diego Menardi (17), Mario Moreyra (17), Vanina Pautasso (17) y Gerardo Peiretti (17), que viven en Ramona, analizaron la falta de conocimiento de los pobladores de esa localidad acerca de los riesgos que corre al consumir agua con alto contenido de arsénico.
Al mismo tiempo propusieron una campaña a las autoridades locales para optimizar el abastecimiento de agua potable e inducir su consumo a los habitantes. Ramona tiene 2.500 habitantes y se encuentra ubicada a 115 kilómetros al oeste de la capital santafesina.
"Los proyectos que recibimos demuestran verdaderamente que los jóvenes pueden jugar un rol más que importante en la resolución actual de problemas del medioambiente", dijo Thomas R. Martín, vicepresidente senior y director, Relaciones Corporativas, ITT Industries.
"Durante los 5 años que hemos esponsoreado el premio, hemos visto a más de 200 finalistas nacionales e internacionales ofreciendo soluciones a problemas tan complejos como la contaminación del agua potable y los efectos de la polución en la vida silvestre", sostuvo.
Johan Rockstrom, presidente de Stockholm International Water Institute, señaló que "es justo decir que el premio se ha impuesto como `El campeón del mundo' para trabajos de investigación realizados por la juventud. Este es un gran logro pero, más importante aún, está llenando un vacío enorme: simplemente hay muy pocas áreas que reconocen la excelencia en estudios sobre el cuidado del agua, nuestro recurso natural más precioso y más finito".
Como se recordará los chicos de Ramona se hicieron acreedores al primer premio de un certamen organizado por la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (Aidis) y la Federación Medioambiental del Agua (WEF), por su trabajo titulado "Conciencia y Agua", lo que les posibilitó ahora participar de esta instancia organizada por la corona sueca.
Los jóvenes resultaron finalistas en el concurso donde participaron estudiantes secundarios de otros 23 países, entre ellos, Australia, Canadá, Chile, Dinamarca, Israel, Italia, México, Nigeria, Polonia, España, Suecia, Sudáfrica y Estados Unidos.
El Stockholm International Water Institute (Siwi) una organización científica, técnica y educacional, contribuye con los esfuerzos internacionales para combatir la creciente crisis mundial del agua al facilitar la investigación, elevando la conciencia y estimulando la acción en temas relacionados con el vital elemento a nivel mundial.
Raquel Camperi, profesora de Ciencias Naturales, responsable de guiar a los alumnos en su trabajo, señaló que la investigación se realizó en tres etapas.
Inicialmente se propuso concientizar a la población de consumir agua potable y para ello, se construyó una planta de ósmosis inversa a cargo de la comuna, que desde 1998 provee de agua potabilizada a toda la población.
La segunda etapa del proyecto consistió en exponer los resultados de análisis de agua realizados por la comuna y los alumnos, en los que se detectó altos índices de arsénico, que superaban el nivel normal.
El relevamiento se completó con otro trabajo que determinó la relación de fallecimientos por cáncer y problemas de piel que podrían estar asociados al consumo de agua contaminada con arsénico.
En esa ocasión, las autoridades escolares y comunales manifestaron que, a través de las conclusiones de los jóvenes investigadores, se buscará que la población de Ramona tenga conciencia del riesgo que representa no consumir agua potable y pueda alcanzar una mejor calidad de vida.
Hoy, los chicos de quinto organizan charlas de concientización para sus coterráneos y quieren dejar el camino un tanto allanado a los nueve pibes de primer año del Polimodal que, según Camperi "están ansiosos por continuar el trabajo".
Este grupo de quinto vivió sin dudas, una experiencia que quedará grabada en la memoria colectiva de los ramonenses. Son orgullo de su pueblo y no sólo por el premio o la repercusión en los medios, sino por su lucha solidaria y su joven conciencia ecológica.
Algunos viajaron especialmente a Ramona y otros se enteraron por las agencias de noticias. Las cosa es que la noticia de lo que estos chicos habían logrado para el pueblo y el país se expandió por casi todo el territorio argentino.
Revistas de interés general como Para Ti ("La lección de los alumnos", tituló), diarios capitalinos como Página 12, Clarín y La Nación; o del interior como El Tribuno, de Salta, dedicaron sendos espacios a los jóvenes ramonenses. En todos los casos se resaltó la solidaridad, el esfuerzo y el rol de la escuela en la comunidad.
Por A.B.R.
Los títulos de los diarios no siempre son un reflejo exacto de la realidad, sí del hecho novedoso. Jóvenes que asaltan, jóvenes que matan, jóvenes que trafican y consumen drogas, jóvenes proxenetas, jóvenes que concurren a un recital y asesinan, jóvenes alcoholizados, jóvenes violentos. Jóvenes que, aún -ignoro si por mucho tiempo más-, son noticia. Esos jóvenes que no encuentran caminos ni piernas en sus piernas para andar la vida. Que poco saben de la solidaridad porque crecieron amamantados por el sálvese quien pueda. Aunque ellos pocas veces se salven.
Pero debajo de los titulares subyace esta otra juventud. Ésta que representan miles de pibes que buscan una salida a su contexto problemático, que no dejan en manos de las generaciones que los antecedieron esa búsqueda. Estos chicos que apenas salen de la adolescencia, pero se sienten responsables de su futuro y del de sus hijos. Quizás ellos no colocarán cualquier papelito en la urna, porque se saben completamente artífices de su destino y del de su tierra.
Hablar con ellos es volver a creer en esos sueños que uno tuvo a los diecisiete y que, a fuerza de desilusiones, quedaron guardados en un rincón del tiempo. Soñar con ellos es sorprenderse en la propia esperanza. Sorprenderse con ellos es confiar en un futuro un poco más justo.
Los pibes de Ramona representan a tantos otros del país y la región que tal vez no tuvieron la suerte de ganar un premio. A todos esos que no se fían de las promesas del político de turno y se ponen a trabajar por su tierra, sin horarios, llenos de fe en las utopías, embriagados de entrega.
Son ellos los que hoy nos invitan a repensar la frase dicha durante generaciones: "qué juventud perdida". Porque no están perdidos, porque son una lección de ciudadanía hasta para los que sólo nos vivimos quejando de lo mal que están las cosas y siempre tenemos excusas para no arremangarnos. Porque vienen para convencernos de que nadie se salva solo.
Porque son una cachetada a nuestra desesperanza.