Economía: ECON-01

Arriazu: "Es el momento justo
para derrotar la especulación"

F. Raina. OPTIMISMO. Si se supera la actual coyuntura habrá crecimiento sostenido hasta el 2005, sostuvo Arriazu en su disertación.

Dijo que el sector privado perdió más de U$S 22 mil millones el año último. Aseguró que si se supera la crisis habrá crecimiento sostenido. Rescató la política monetaria. Confía que volverán los depósitos.


El economista Ricardo Arriazu consideró que los argentinos "estamos en el momento justo de derrotar la especulación", y afirmó que si se cumple lo pactado con el FMI, a partir de aplicar la Ley de Déficit Cero "la oportunidad de salvarnos es alta, buena y persistente".

Resaltó que si los especuladores pierden 3.500 millones de dólares en las operaciones pactadas a futuro, cuando prejuzgaron que la Argentina declararía una moratoria de su deuda o devaluaría el peso, "se van a acordar por mucho tiempo de los resultados de especular", y aseguró que los que hablan "graciosamente" de devaluar nuestra moneda "no saben lo que dicen".

"Acá hemos visto, nuevamente, que existe la alternativa del facilismo", sentenció.

Arriazu, quien disertó en la Bolsa de Comercio de Santa Fe, invitado por el Nuevo Banco de Santa Fe SA, efectuó un pormenorizado repaso de las circunstancias que llevaron al país a una de las peores crisis que haya enfrentado en las últimas décadas, pero se mostró optimista sobre una superación a corto plazo.

También destacó la política monetaria que implementó el Banco Central durante la gestión de Pedro Pou y exhibió cifras sobre la fuerte caída económica, los gastos públicos y el aporte que debió asumir el sector privado.

Momento crucial


Para entrar en tema, Arriazu recordó que el momento que enfrenta el país "es crucial", y para entender la suma de dificultades desarrolló su teoría, que denominó de "shocks enfrentados".

En ese sentido ubicó lo que significaron para el mundo globalizado las crisis de México (Tequila), de Asia, Rusia y Brasil, y la apreciación que recibió el dólar frente al resto de las monedas, principalmente las europeas.

Incluyó los conflictos internos hasta los más recientes, como la incertidumbre política y la incidencia de la llamada dinámica fiscal.

"Todos los problemas que hemos visto sucedieron en 50 años; la Argentina los vivió todos juntos. De allí que debemos coincidir con quienes dicen que (la actual) no es una crisis sencilla; todo lo contrario, es muy fuerte", apuntó.

Indicó que a partir de 1999 "los problemas no vienen del aire", y aseguró que en la involución que sufrió el PBI en los últimos años debe rescatarse lo sucedido también con el sector privado.

"El sector privado -aseguró- tuvo una caída de 22.020 millones de dólares en el último año: 4.000 millones el sector laboral y 18.000 millones las empresas. Es un monto excesivo, que refleja que la Argentina ha estado viviendo más allá de sus posibilidades durante más de una década", sentenció.

Recordó que en ese período se duplicó la deuda, que el déficit será este año del 2,5 % del PBI y que el excesivo gasto distorsionó los precios relativos.

Arriazu incluyó en su análisis la posición de algunos economistas sobre el sostenimiento de la convertibilidad, al que calificó de "sistema rígido".

Recordó que por esa circunstancia hubo una sobrevaluación del peso, mucho más cuando los socios -Brasil, por ejemplo- devaluaron sus monedas, lo que "nos llevó a enfrentar la falta de competitividad".

Cuando apuntó hacia lo que calificó "transmisión de shocks" incorporó el análisis de la variación de precios internacionales, que afectaron más a los sectores de la economía abierta.

Los capitales


Sostenedor de la teoría de que ningún país puede tener una política económica y monetaria independiente, el economista, asesor de la mayoría de los organismos internacionales de crédito, comentó los efectos del cambio en el movimiento de capitales que -recordó- afectan la balanza comercial.

"Es que el mundo está dominado por el movimiento de capitales. Así que los golpes nos duelen más, pero los aguantamos. En el caso de la Argentina, el 70 por ciento de la deuda está en el mercado de capitales emergentes", resaltó.

Recordó que Estados Unidos absorbe el 75 por ciento del movimiento de todos los capitales del mundo, pero "sin embargo no presta atención a su (propio) movimiento de capitales".

A propósito de la implicancia de los capitales en nuestro país, Arriazu explicó que la base de la economía es la confianza, la toma de riesgo. "Pero el mundo perdió la confianza en la Argentina. No nos prestan más y encima piden que devolvamos lo que nos prestaron".

Censuró los discursos y análisis pesimistas que se escuchan sobre el riesgo país y la desconfianza. "Lo peor es dar sólo pálidas y no mostrar los caminos, las soluciones. Deberían ser cuidadosos, los políticos, los economistas y hasta los periodistas. Ojo con provocar la implosión", subrayó.

Resaltó la política monetaria argentina, principalmente la encarada por Pedro Pou, porque demostró que "la Argentina se preparó para estos ataques especulativos. Si no hubiese habido previsiones, hoy el país no existiría, porque habría sucedido lo peor, como el default y la devaluación, y la desocupación habría trepado al 30 por ciento", concluyó.

Crecimiento


En otra parte de su alocución ante banqueros, empresarios e invitados, Arriazu planteó con firmeza la influencia de la especulación financiera sobre el futuro de nuestro país.

"En esto hay que conocer lo que piensan los especuladores. Ellos decían hace algunos años: `si Rusia se cayó, qué otro país estaría en iguales condiciones: Brasil. Si Brasil devaluó ¿quién le sigue?: Argentina. Entonces la pregunta que se siguen haciendo es ¿cómo no se caen si los demás devalúan?. Señores, estamos en el momento de derrotar la especulación y debemos tener la valentía de hacerlo. Los especuladores van a perder 3.500 millones de dólares. Por eso creo que hay que pensar seriamente qué nos conviene decir y hacer", apuntó.

Sostuvo que la pauta de crecimiento que tiene el país, si se gana esta especulación, está proyectada para el período 2002/2005, y sería del 3,2 %, 3,9%, 4,3% y 4,6 %.

"Si ingresan capitales, (el crecimiento) será mayor; si aflojamos, esos mismos capitales no vendrán o se irán", agregó.

La megaayuda


Arriazu recordó que hubo tres intentos para resolver los problemas de financiamiento que tenía el país, mucho más evidentes a partir del segundo semestre de 1999.

"Este año recibimos un blindaje, nos acordaron un megacanje y ahora recurrimos al déficit cero. Esto nos obliga a cumplir ciertas condiciones, que si las cumplimos, la oportunidad de salvarnos es buena, porque no existe más la alternativa del facilismo", puntualizó.

Explicó que es posible mejorar las reservas a partir de que "los depósitos no han salido del país sino que están en cajas de seguridad, dispuestos a volver, como sucederá con el crédito, que motivarán la reactivación. Acá quiero ser claro: los políticos hablan mucho, pero si no hay plata, no hay", remarcó.

Valoró el sistema de jubilación privada. "Argentina lo hizo bien; Chile, en cambio, lo contabilizó mejor", destacó.