Rafaela: una escuela de todas las cosas
Los problemas sociales, y las posibles soluciones de la comunidad en la que está inserta, son abordados permanentemente por la comunidad educativa de la escuela Bernardino Rivadavia de Rafaela.
La Escuela Nº 475 Bernardino Rivadavia de la ciudad de Rafaela es un establecimiento educacional primario de distinguida trayectoria en el campo educativo. Los 600 alumnos que allí concurren y sus 32 docentes complementan las tareas cotidianas de dictado de clases con una ardua labor participativa en eventos que tratan los temas trascendentes para el desenvolvimiento social.
Es así que, desde hace tiempo, el establecimiento educativo interviene en distintos emprendimientos, tales como las participaciones en las Ferias de Ciencia y Tecnología desarrolladas en Rafaela, Santa Fe y Corrientes; el Congreso Latinoamericano de Ciencia y Tecnología en la Escuela llevado a cabo en San Rafael (Mendoza) y el encuentro "Aulas sin Fronteras" cumplimentado en la ciudad de Buenos Aires y organizado por Poder Ciudadano.
En tales ocasiones le delegación rafaelina de la escuela Rivadavia logró una destacada participación que derivó en respectivas distinciones. Cabe señalar, por ejemplo, la condición de "experiencia finalista" determinada para "Aulas sin Fronteras".
Esta actividad extraescolar mereció el reconocimiento de la Dirección Regional de Educación y Cultura Región Tercera. En tal sentido la disposición 56/01 determinó en su artículo principal: "Declarar de interés escolar, en el ámbito de la Región III, la participación de la Escuela 475 Bernardino Rivadavia de la ciudad de Rafaela, Departamento Castellanos, en el Concurso Nacional "Experiencias Educativas Innovadoras" que promueve la participación y mejorar la convivencia, organizado por la Fundación Poder Ciudadano en el marco del Programa "Aulas sin Fronteras".
En este proyecto, que llenó de orgullo a toda la comunidad educativa, participaron las docentes Sara Gilliard de Escandell como responsable de la iniciativa, Yanina Brandolini y Stella Enrico como colaboradoras, y Liana Friedrich como directora de la escuela.
Los alumnos de 5º año B y C invitados a participar en el certamen "Educación para la Paz" son: Leonardo Abeille, Sabrina Albarracín, Matías Ramón Ballari, Gisela Bergesio, Agustín Bertolotto, Néstor Bruneri, Mariana Burkett, Candela Busana, Gonzalo Martín Cogno, Valeria Colaiacovo, Rodrigo Comelato, Diego Coria, Nicolás Cortassa, Sofía Culzoni, Melina Denardi, Rodrigo Destéfani, Francisco Domínguez, Agostina Donna, Macarena Eñiguez, Marcos Jesús Ferrari, Nicolás Fiorito, Nicolás Fontana, María Victoria Frossi, Victoria Gazzera, Florencia Gunzel, Mauricio Gutierrez, Gabriel Hill-Terán, Franco Laorden, Virginia Lozano, Yamila Luján, Lisandro Mandrille, Matías Moreira, Julián Andrés Muriel, Gisela Oviedo, Jaquelina Pautasso, María Pía Peretti, Laura Porco, Estefanía Radyk, Melisa Romero, Federico Sprenger, Silvana Taborda, Martín Taboro, Romanela Tonelli, Sabrina Vande Velde, Florencia Varayoud, César Velázquez, Agustín Vincenti, Ezequiel Walker, Alan Nicolás Zbrun y Gonzalo Zbrun.
En el proyecto "Familia, esperanza del mundo" trabajaron: Javier Andrada, Yesica Araujo, Bruno Barlasina, Sofía Bertolino, Germán Bianchini, María Belén Biase, Bruno Bolea, Matías Brega, Agostina Burgi, Marcos Cáceres, María Ester Calón, Lucas Caneva, Maximiliano Caneva, Iván Carpio, Guillemo Cattera, Paola Cesano, Alejandro Clivati, Estefanía Cordera, Martín Defagot, Estefanía Dellasanta, Marina Enrico, Matías Fontanetto, Melisa Forni, María Laura Fux, Andrea Gaido, Débora Gambaudo, María Eugenia Gambino, Nadia Gerbaudo, Ibrián Gómez Ortiz, Nicolás González, Andrés Grenón, Priscila Gualdoni, Mauricio Guardamagna, Eric Henzenn, Noelia Ibarra, Ayelén Inderkumer, Matías Isasa, Romina Kuchen, Norberto Larrea, Gonzalo Lencina, Iván Mazzoli, Fabián Mesa, Viviana Monjes, Joaquín Muriel, Alejandro Naconecheney, Paula Noguera, Guido Ordano, Lisandro Oregioni, Betiana Ortiz, Daniela Perotti, María Josefina Pignoni, Diego Piolatti, Rafael Piovano, Horacio Porta, Ezequiel Quinteros, Analía Romero, Nicolás Rossi, Juan Pablo Russo, Nicolás Santillán, Tamara Schatle, Carlos Serra, David Sterren, Noelia Traner, Jonatan Turco, Camila Wettstein, Miguel Yuste, Emanuel Zanoni, Leandro Zbrun y Selene Zenklusen.
Pensar en aquellos chicos de peor suerte y procurar solución a graves problemas existenciales también ha sido preocupación de los alumnos de la Escuela Rivadavia de Rafaela.
Una propuesta del proyecto "Chicos pequeños vs. grandes derechos" así señala: "La calle puede ser un espacio de recreación, aprendizaje o simplemente de tránsito. Pero para los chicos que trabajan allí es un lugar adverso, donde tienen que preocuparse día a día por la subsistencia propia y familiar.
Los alumnos proponen la creación de un "Centro de día", donde los chicos de la calle reciban un plato de comida junto con hábitos de higiene, apoyo escolar, capacitación, orientación y, lo más importante, un oído atento que los escuche. Un espacio donde se les permita desarrollar actividades y estar contenidos, a niños de 4 a 13 años, para que vuelvan a sentirse chicos, únicos, valorados y queridos.
El objetivo, según ellos mismos, "es restituir o afianzar el vínculo del infante con sus padres. Ellos no merecen ser despreciados porque trabajen en la calle, sino más cariño que cualquier otro, y que alguien los escuche".
El criterio imperante en el establecimiento educativo Nº 475 Bernardino Rivadavia es que la escuela no únicamente se constituye en un ámbito de desarrollo de la capacitación académica. También establece la fundamental obligación ciudadana de conocer la realidad social del país para, de tal manera, con la más sana intención, sugerir las soluciones a problemas de importancia fundamental.
En la fundamentación del proyecto "Chicos pequeños vs. grandes derechos" los alumnos de esta escuela desarrollaron conceptos de indudable valor social. Así se expresaron ellos: "El 10 de diciembre de 1948, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre, había obviado temas específicos relacionados con la infancia, los que no figuran en ella, tales como: la adopción, el derecho a la educación y el ocio. Así pues, el 20 de noviembre de 1959, la Asamblea de las Naciones Unidas proclamó La Declaración de los Derechos del Niño. En nuestro país, el documento universal se incorporó a nuestra legislación el 27 de noviembre de 1990, sancionándose la ley nacional Nro. 23.840, con jerarquía constitucional".
"En tal sentido, es necesario que los adultos tomen conciencia de su importancia y que desde los primeros años se manejen las pautas básicas de convivencia y respeto mutuo como condicionantes de la vida.
"Si bien los principios que constituyen esta declaración están llenos de buenas intenciones, exigen una reflexión profunda, por parte de todos, sobre las necesidades de la infancia".
"Lo cierto es que desde la fecha de su proclamación, tales derechos no han sido respetados en profundidad, quedando muchos obstáculos por superar, es decir que aún existe un gran camino por recorrer.
"La realidad que a diario palpamos exige el más exhaustivo análisis, por lo tanto, la calle puede ser un espacio de recreación, de aprendizaje o simplemente de tránsito, pero para los niños que trabajan allí, es un lugar adverso, para preocuparse día a día por la subsistencia propia.
Si tenemos en cuenta los principios fundamentales de las Naciones Unidas, tratados y declaraciones relativos a los Derechos de Hombre, tomamos conciencia sobre la necesidad de dar protección jurídica y no jurídica al niño, y constatamos la importancia de respetar los valores culturales de la comunidad en la que se mueve el infante y la responsabilidad de la familia en lo que respecta a su protección y asistencia.
"Recordemos que todos los derechos exigen como contraprestación una serie de deberes, no sólo para los gobiernos, sino para todos y cada uno de nosotros. A veces es más fácil cambiar las leyes que las costumbres que rigen la vida diaria de las personas, por eso el éxito dependerá del compromiso que ponga cada uno de nosotros para hacer realidad la siguiente proclama: que los niños y niñas, aunque pequeños, sean grandes en derechos".
Algunas iniciativas de los alumnos de la Escuela Rivadavia recibieron significativas distinciones. Por ejemplo, el proyecto "Chicos Pequeños vs. Grandes Derechos" obtuvo una mención especial en "Aulas sin Fronteras", certamen organizado por Poder Ciudadano. Además fue Experiencia Finalista del Foro Educativo Solidario - Foro del Sector Social y fue declarado de interés escolar por la Dirección Regional de Educación y Cultura de la Región III.
Por otra parte, el proyecto "Familia, Esperanza del Mundo" fue seleccionado por el Senado de la Nación en el Congreso Mercosur por una Cultura de Paz "Mil Milenios de Paz" como uno de los 80 mejores entre 3.000 presentados. Se consagró Experiencia Finalista en "Aulas sin Fronteras" de Poder Ciudadano.
Recientemente, una nota de la Secretaría de Extensión Educativa del municipio rafaelino, firmada por su titular Alberto Menardi y destinada a la directora del establecimiento Liana Friedich, señaló: "Con motivo de la convocatoria para participar de la Cuarta Edición del Certamen Internacional de Arte `Educación para la Paz', que organizó la comuna de Forli (Italia), la Secretaría de Extensión Educativa de la Municipalidad, estimuló la participación de niños y jóvenes con sus obras. A partir de tal iniciativa, alumnos del establecimiento, acompañados por su docente, se sumaron a las propuesta con entusiasmo y responsabilidad".
Las obras de estos alumnos habían sido distinguidas, de acuerdo a lo informado por los organizadores del evento: María Victoria Frosi, Valeria Colaiacovo, Silvana Taborda, Florencia Gunzel y Sabrina Albarracín.
El tema del concurso "Los derechos de los niños: fundamento/base de la paz" fue un llamado de atención para las comunidades del mundo comprometidas en una cultura universal de derechos humanos y lucha contra cualquier forma de violencia.
"Por ello -finalizó Menardi- me complace agradecer a directivos, docentes y alumnos de la comunidad por su participación en esta experiencia educativa, de modo de fortalecer el desarrollo de la conciencia ciudadana y felicitar a los alumnos distinguidos, que con su creatividad y empeño representaron tan dignamente a nuestra ciudad".