Regionales: REGI-01

San Justo celebra sus fiestas patronales

Durante toda la jornada se realizarán diversos actos religiosos en advocación a la imagen de la virgen.. 

El Portón del Norte Santafesino, tributa su homenaje a Nuestra Señora de la Merced.


Desde esta mañana se cumplen los actos centrales de la evocación de Nuestra Señora de la Merced, la santa patrona de la ciudad de San Justo, que comenzaron a las 8 con el repique de campanas, y el rezo del Angelus, para finalizar con una procesión y misa para los niños.

Para las 18.30 estaba prevista la procesión y misa mayor con salidas desde los cuatro puntos de la ciudad.

Los festejos finalizarán a las 21 con el festival musical a cargo del cantautor local Iván Faisal, en el salón del Club Social Cosmopolita, a total beneficio de Cáritas Parroquial.

Como se recordará, la evocación comenzó la semana pasada, con el rezo de la novena preparatoria, colecta en especies de Cáritas, retiro y hora santa pidiendo por la paz, confesiones para niños y adultos, misa de Jesús Misericordioso y misa con unción para los enfermos.

Siguió con la representación de la aparición de la Virgen -relato de lo sucedido en la presentación de María a Pedro Nolasco que dio comienzo a la Obra de los Mercedarios liberando cautivos- realizada en el Salón de actos del Colegio Niño Jesús y con la Misión Mariana: recorriendo casa por casa más de veinte imágenes de la Virgen María, para ofrecerle su rezo:

"Redentora de los cautivos y patrona de la ciudad de San Justo, intercede por nosotros que con un corazón agradecido y contento, recurrimos a Ti. No nos dejes caer en la esclavitud del pecado y de todo mal".

La Virgen María de La Merced


Uno de los títulos y advocaciones, más conocido con que se venera a la Madre de Dios, es el de Virgen de La Merced, vinculado a la orden homónima. Este título mariano tiene su origen en la Edad Media, donde la palabra "merced" era de uso corriente.

En esa época, "merced" era un don gratuito y también significaba misericordia, pero misericordia ejercida con los más pobres, necesitados y marginados de la sociedad de entonces, que eran los cautivos, cristianos en poder de los musulmanes.

La advocación de la Virgen de la Merced quiere hacer presente en el misterio de la Iglesia la misericordia maternal de María para con los que sufren cautiverio y se hallan en peligro de perder su fe.

Manifiesta un aspecto maternal de la Madre de Dios: el aspecto redentor. María es misericordia redentora.

La Virgen de La Merced se nos presenta con su blanco hábito llevando en su pecho el escudo distintivo de ella y de los frailes mercedarios. En sus manos sostiene las cadenas rotas de las cautividades, que atacan sus hijos oprimidos.

El mensaje


María al ser la Madre de Jesús, el Mesías, es la Madre de toda la humanidad, es decir de todos los hombres y mujeres que se encuentran representados por Cristo.

De esa manera, ella padece en carne propia el dolor de la humanidad sufriente. Por eso ella lleva en sus entrañas el dolor de todos los hambrientos y sedientos, exiliados y desnudos, los enfermos y cautivos que forman la hermandad o cuerpo sufriente de Jesús.

La espada de dolor sigue atravesando el alma de María allí, donde sufren los cautivos por eso, liberarlos no es un simple trabajo social, es una manifestación mariana.

La Madre de Jesús sigue acompañando por dentro a los que sufren, su presencia tierna les recuerda que Dios no se ha olvidado de ellos y que en Jesús se ha jugado por ellos.

Mientras que las cadenas rotas de sus manos nos enseñan que la libertad de cada hombre, de cada mujer, es sagrada porque es un don conquistado por Jesús en la cruz y ya no hay poder que los oprime. Por eso, con autoridad de reina y súplica de amiga pide que asumamos su obra, que liberemos en su nombre a los cautivos.

La llegada de la virgen


Desde 1218 María de la Merced intercede por los cautivos privados de la libertad por fidelidad a la Iglesia y al Papa, en todo en mundo, especialmente en Africa, India y China, y pide recatarlos por medio de la oración y la acción redentora.

Cuando en 1767 los jesuitas fueron expulsados por Real Orden de Carlos III, sus bienes en Santa Fe, pasaron primero a la Junta de Temporalidades, y luego a la orden de los Mercedarios.

Ello explicaba la hermosa imagen de la patrona de San Justo, en la Iglesia de los Milagros de Santa Fe y posteriormente las propiedades de los jesuitas les fueron restituidas en el año 1862.

La presencia de la Virgen de la Merced en San Justo tiene su origen en la devoción que le profesaba la familia Iriondo. Cuando se constituyó aquí la Primera Comisión Pro Templo en 1892, presidida por el presbítero Valeriano Colabianchi, nombraron presidente honorario de la misma al doctor Néstor De Iriondo, hijo de doña Mercedes Zaballa y del doctor Simón De Iriondo.

La influencia de la familia Iriondo-Cabal, propietaria de todas estas tierras que eran de Mariano Cabal, hizo posible la construcción del antiguo templo. Precisamente ellos donaron la primera imagen y la campana mayor, que pesa más de cien kilogramos.

La Virgen de la Merced es patrona de las ciudades de Mercedes, Bahía Blanca, Chascomús, Tucumán, Viedma, además del Vicariato Castrense, y se la conoce también como la Virgen Generala.

Antes de la batalla de Tucumán, el general Manuel Belgrano había dicho a sus soldados:"Pedimos la protección de la Virgen de la Merced", después de dar a conocer un comunicado de la victoria, atribuyó a la Virgen gran parte del triunfo, y más tarde consagró todo el Ejército a la Virgen Santísima y puso en su mano su bastón de mando, después de una solemne procesión que tenía como punto terminal el Campo de las Carreras, donde se había librado el enfrentamiento.

Los orígenes de la colonia


San Justo, fue fundada por don Mariano Cabal en mayo de 1868, haciéndole entrega el gobierno provincial al fundador de las tierras ubicadas en el lugar denominado rincón de Avechuco; el 9 de mayo de 1867, y para poder cumplir con los términos de la legislación provincial y el contrato celebrado entre Cabal y el gobierno debía poblar antes del 9 de mayo de 1868.

Una importante fuente de historia la constituyen los testimonios epistolares, tal como se transcriben en una carta de Fray Buenaventura Giuliani a don Efraín Angeloni, fechada en San Martín Norte, el 27 de noviembre de 1938, donde relata que Fray Bernardo Trippini solía contarnos que él estuvo en esa aldea en el año 1869, y que don Mariano Cabal la había fundado el día que el santoral conmemora la festividad de San Justo.

En el momento de la fundación de la ciudad de San Justo era gobernador de la provincia Nicasio Oroño. Desde 1868 hasta 1888, se distinguen cuatro etapas fundamentales en el crecimiento de la población sanjustina.

Primero el tiempo de las impenetrables y desconocidas tierras de los indios, que llega hasta 1867; luego el tiempo de don Mariano Cabal y los obreros de la primera hora. Le suceden la despoblada y semiabandonada en los tiempos del Banco de Londres y Río de la Plata desde 1871 a 1881.

Finalmente, la segunda generación se afincó en los campos de Simón de Iriondo y su esposa Mercedes Zavalla, para continuar pujantemente aquel proceso histórico de crecimiento de la comunidad de San Justo entre 1882-1888.

A causa de la muerte del soldado Justo Cabal, hijo de don Mariano Cabal, en una correría contra los indios, estas tierras fueron bautizadas por el mismo Iriondo con el nombre de San Justo, en homenaje al joven soldado.

Producción periodística y publicitaria: Carlos Yesciani