De Raíces y Abuelos
Pasquale Rugna y varios de sus hermanos se embarcaron para América y llegaron a Santa Fe. Aquí echaron raíces y formaron sus respectivas familias, con mucho trabajo y sacrificio.
La historia que hoy relatamos en De Raíces y Abuelos fue enviada por Julia Luisa del T. Rugna de Gómez y refiere a su abuelo paterno, Pasquale Rugna, quien nació en Rossano, provincia de Cosenza (Calabria), Italia, el 2 de febrero de 1859.
Julia recuerda que Pasquale era agricultor y habría llegado a nuestro país en 1885 con sus hermanos Antonio y Clara, en el barco Abissinia. Posteriormente, en 1899 arribó otra de las hermanas, Teresina, con una sobrina, María (hija de Clara), en la nave Italia.
También menciona que existen registros de que entre 1897 y 1914 llegaron a Argentina otras personas con el mismo apellido, en los buques Montebello y Principessa Maffalda.
Pasquale llegó acompañado también de su esposa, Julia Converso, nacida en el mismo pueblo italiano, entre 1864 y 1867. Antonio se había casado en Italia con Antonia Romano, quien también lo acompañó en 1885 en su viaje. El esposo de Clara, el señor Otrino, de igual manera llegó a nuestro país con estas personas.
Los hermanos se radicaron en Santa Fe donde formaron sus familias: Antonio se dedicó al rubro de la panadería y Pasquale -quien vivía en Saavedra al 2500- al de las frutas y hortalizas.
Antonio tuvo 7 hijos (Salvador, José, Concepción, Elvira, Natalio, Pascual y Amalia), 15 nietos y 21 bisnietos, mientras que Clara tuvo 6 hijos (María, Marcos José, Dolores, Emilio, Roque y Pablo), 16 nietos y alrededor de 60 bisnietos.
Por su parte, Pasquale tuvo 8 hijos (Graciana, Antonio -quien fue uno de los fundadores de la Asociación Vecinal República del Oeste, en avenida Freyre al 2700-, Carmen, Petrona, Adelina, Jerónimo, Ramón Pascual -el padre de nuestra lectora- y Agustín), quienes constituyeron sus hogares en nuestra ciudad y le dieron 10 nietos y 20 bisnietos.
Siguiendo la trayectoria de su padre y con la ayuda financiera de su tío Antonio, en las proximidades del año 1930 los hijos varones de Pasquale organizaron una empresa. De esta manera se formó la sociedad Rugna Hnos. que se dedicó al comercio mayorista de frutas y hortalizas. La empresa tenía su sede frente al antiguo Mercado de Abasto Proveedor, en la calle Mendoza al 3500.
Esta familia no escapó de la influencia de las dos instituciones de fútbol de nuestra ciudad: Jerónimo y Ramón Pascual (padre de Julia) fueron durante toda su vida socios del Club Atlético Colón, al igual que su primo Roque Otrino, quien trabajó mucho para esa institución, mientras que Antonio y Agustín hinchaban por Unión. Además -comenta Julia- el hijo de mi tío Jerónimo (que también se llamaba Pascual) se desempeñó durante varios años como tesorero de la comisión directiva de Colón.
Posteriormente, los hermanos se fueron trasladando a distintas zonas productivas del país, como por ejemplo a General Lavalle (provincia de Corrientes), desde donde se embarcaban naranjas hacia Santa Fe, Buenos Aires y otras localidades; La Rioja, con la producción de tomates; Río Negro, desde donde se enviaban manzanas y peras a Buenos Aires, principalmente con destino a la exportación; y San Juan, con el comercio de uvas.
Por causa de su trabajo, Pascual (el padre de Julia), conoció en Bella Vista, provincia de Corrientes, a la hija de Rafael Yacobazzi (también italiano y posiblemente oriundo de Módena). Se llamaba María Elvira y se desempeñaba en dicha provincia como docente. Con ella se comprometió el 2 de agosto de 1936. Dos meses después, los novios contrajeron matrimonio.
Julia también nos contó que -siguiendo la tradición familiar- sus padres también formaron su hogar en nuestra ciudad, residiendo en una de las casas del edificio de Primera Junta y avenida Freyre, que los cuatro hermanos hicieron construir en 1933, y en la que ella vive actualmente con su esposo Federico J.T. Gómez y sus hijos Ramón y Federico.
Julia recordó que su abuelo Pasquale falleció en el año 1941, mientras que su esposa Julia falleció en 1956. También mencionó que -a mediados de 1950 y con el fallecimiento de Antonio- la sociedad de los hermanos Rugna se disolvió. Pero Jerónimo y sus hijos continuaron con el negocio de las frutas y verduras, mientras que Ramón Pascual y Agustín formaron una nueva sociedad para la comercialización de vinos, cuya sede estaba en la ciudad de San Juan.
Esa sociedad funcionó varios años y sus vinos todavía son recordados en nuestra ciudad. Pero hace aproximadamente 30 años atrás se decidió la venta de la empresa debido al fallecimiento de Agustín y al delicado estado de salud de Ramón Pascual.
Por último, Julia reflexionó: "A pesar del tiempo transcurrido, tengo la satisfacción de que la gente recuerda la honestidad y hombría de bien de mi padre, y también los logros alcanzados por la empresa que había formado con sus hermanos".
Mariana Rivera