Salvando las diferencias
Chicos sordos y alumnos del Liceo se unieron en una experiencia educativa. El trabajo se hizo con la coordinación del Museo Etnográfico. Los del Liceo produjeron recursos visuales para facilitarles a los de una escuela especial el acceso a información sobre la historia de Santa Fe.
Alumnos de octavo año de la escuela del Liceo Argentino de Navegación Fluvial y estudiantes de cuarto año EGB de la escuela especial para sordos e hipoacúsicos Nils Eber, que funciona en Gorriti al 4600, protagonizaron una experiencia pedagógica y de integración, coordinada por el Museo Etnográfico.
Los del Liceo, en sus horas de actividades plásticas, prepararon trabajos gráficos para que los de la Nils pudieran utilizarlos como recursos visuales a la hora de estudiar la Fundación de Santa Fe.
Si bien los resultados fueron muy positivos en cuanto a lo pedagógico, lo cierto es que, a nivel humano, fue una vivencia que los marcó. "Hasta los más terribles quedaron enganchados", aseguran María Aurelia Villia y Paula Busso, docentes que trabajan en el Liceo y también en el Etnográfico.
Lucas Uviedo, Elizabeth Bruscke, Lucrecia Martínez, Matías Zanutto, Ana Mendoza y Erica Mendicín son algunos de los del Liceo que participaron del proyecto. Según contaron, el trabajo empezó en el aula y siguió después, cuando recibieron la visita de los de la Nils y los agasajaron con un chocolate. "No podíamos creer que, a pesar de tener ese problema, se puedan comunicar tan bien" cuentan a coro los pibes, todavía emocionados por lo que vivieron.
Un papel esencial es el que jugó Javier Ovejero. Alumno del Liceo, sus padres son sordos y, por lo tanto, él maneja a la perfección el lenguaje de señas. Javier fue el encargado de intermediar entre sus compañeros y los de la Nils, para poder entenderse.
El proyecto tuvo un trabajo previo de dos meses, en los que las docentes del Liceo hicieron hincapié en la formación de valores y el respeto por las diferencias. Fueron al Museo, refrescaron un poco los contenidos de historia santafesina y después volcaron todo ese caudal en láminas y figuras que pudieran servir como recursos didácticos para los chicos.
Por su lado, los de la Nils iban estudiando los temas de la fundación.
"Pudimos conversar con ellos a través de Javier -cuentan los del Liceo-. El se encargó de explicar los trabajos que hicimos y de responder a las preguntas que ellos hacían".
La experiencia fue tan fuerte que todos se comprometieron a mantener el vínculo, y ahora los docentes están pensando en la posibilidad de coordinar un viaje conjunto a Cayastá para compartir una jornada diferente.
"A mí me tocó mucho acá -dice una chica, mientras se señala el corazón-. Nunca antes había vivido algo así; me impresionó la forma de comunicarse, a pesar de que no son iguales a nosotros".