En el comité provincial del radicalismo, sin la euforia de otras jornadas electorales, parte de la Alianza Santafesina festejó con sobriedad el resultado electoral, en tanto que a pocos metros del lugar, en un local del hotel Conquistador, lo hicieron la dirigencia del Frepaso y los "celestes" del radicalismo. Estos, al filo de la medianoche, recibieron la visita de una bullanguera murga de Villa Yapeyú, que puso la nota de color ya pasada la medianoche.

En la sede radical se observó la presencia de la mayoría de los candidatos, encabezados por el ahora diputado electo Hugo Storero; el titular de la Convención Radical, Santiago Mascheroni; el presidente de la departamental Germán Lerche; el diputado provincial Raúl Molinas; el rector de la UNL, Mario Barletta; además de Darío Boscarol, Julio Tejerina y dirigentes distritales.

En la segunda sede de la Alianza -donde también funcionó un centro de cómputos- se observó la presencia de Carlos Iparraguirre, Lilia Puig de Stubrin, Eduardo Zogbi, Marta Fassino y Jorge Henn.

Las demoras iniciales en el escrutinio provisorio obligaron a seguir, en las primeras dos horas posteriores al cierre, las informaciones periodísticas que prontamente marcaron la tendencia provincial con el justicialismo encabezando los cómputos para cargos nacionales y municipales.

En varias ocasiones, Carlos Iparraguirre y Lilia Puig de Stubrin, llegaron al comité provincial para analizar la marcha de los resultados y testear el desarrollo del escrutinio capitalino caracterizado por una notable paridad entre los tres principales sublemas de la Alianza, cada uno de los cuales aspiraba a colocar un segundo concejal.

Hugo Storero. Con muestras evidentes del cansancio por el proceso electoral y la lentitud de los datos del escrutinio provisorio, prefirió esperar para hacer un análisis concreto. Sin embargo estimó que la Alianza realizó una elección "aceptable" si se tomaban en cuenta los problemas que aquejan a la población por la crisis económica.

También se refirió al sufragio en blanco, denominándolo el "voto del desencanto". Aseveró que "es un llamado de atención para todo el sistema político, que deberá tenerlo en cuenta al momento de realizar una profunda autocrítica".

Advirtió que los cómputos totales deberán ser comparados con otras elecciones legislativas y observar cómo se había dado el crecimiento de los votos en blanco, que siempre fueron importantes en las elecciones legislativas.

Carlos Iparraguirre. Más eufórico que Storero, se mostró satisfecho de la elección de su sector, tanto en el plano capitalino como su aporte a los candidatos nacionales.

Advirtió que los sufragios negativos, incluidos los blancos eran un llamado de atención a la clase política; aunque también remarcó que hubo una campaña al respecto.

Para Iparraguirre, "el gran derrotado en estas elecciones es el gobierno nacional, porque el descontento creció con esta política económica. La Alianza en el '97 y en el '99, significó la recuperación de la esperanza de la política, la frustración que hoy se vive es proporcional a aquella esperanza".

Respecto a la elección local, Iparraguirre sostuvo que, si bien había ganado el justicialismo, lo había hecho por cifras menores a las que se pronosticaban y con un alto índice de votos negativos, "lo que también refleja -dijo- el mismo efecto castigo que tuvieron las categorías nacionales".

Santiago Mascheroni. El titular de la Convención Radical soslayó el análisis del resultado electoral y centró su crítica en el manejo informativo de los votos negativos.

"Los políticos debemos repensar nuestro accionar porque este voto repudio, prolijamente impulsado por medios de prensa de Buenos Aires, es consecuencia de la falta de respuestas a las demandas de la gente", asumió.

No obstante, "que en las actuales circunstancias haya votado un 70 por ciento del padrón electoral, indica que la gente mayoritariamente sigue creyendo en la democracia", entendió.

Para Lilia Puig de Stubrin -consagrada tercera diputada nacional en la Alianza-, el resultado electoral "muestra una crisis del sistema de partidos en la Argentina, similar a la que tuvo Venezuela y Perú, pero con la ventaja de que hoy acá -dijo- tenemos un sistema constitucional muy fuerte".

"Los partidos políticos en la Argentina van a resistir la crítica ciudadana, porque no se está cuestionando a la política sino a sus prácticas.

"La actitud del electorado ha sido buena porque, aunque no hayan votado a un determinado partido, fue al comicio. Ha impugnado o colocado un voto en blanco y eso es un brutal llamado de atención, sin poner en riesgo la continuidad del sistema democrático".

"Los políticos tienen que cambiar y abandonar el clientelismo; tienen que dejar de apropiarse del Estado y construir organizaciones políticas serias, capaces de formar cuadros para gobernar".