Rosario (C).- Por sorpresiva e inesperada, la victoria del Partido Justicialista en Rosario constituyó una novedad histórica en las elecciones de ayer. Al PJ le alcanzó con mantener su piso histórico en el mayor distrito provincial, es decir no perder votos, para conquistar su primer triunfo municipal desde 1989. Los comicios, que reacomodan expectativas para candidatos y partidos, fueron los primeros que a nivel de lemas significan una derrota para Hermes Binner desde que obtuvo su cargo de intendente en 1995.

De los 21 escaños para concejales a renovarse, los diferentes sublemas del PJ obtuvieron 9. Los distintos agrupamientos de la Alianza Santafesina cosecharon 8. Los seguidores de Elisa Carrió alcanzaron una banca, otra fue para un grupo ignoto que se benefició de llevar la sigla ARI y el PDP obtuvo una. La última se disputaba, en apariencia, dentro del lema PJ.

Estos resultados se proyectan a través de un prisma que todo lo relativiza. El primer gran dato a leer, para evitar festejos o desazones desmedidas, es la composición inédita del electorado. En esta ocasión, el 34 por ciento de las personas habilitadas para votar en Rosario se quedaron en sus casas. Del 66 por ciento que sí pasaron por las urnas, un 20 por ciento votó en blanco y un 19 por ciento adicional resolvió anular sus votos. Conclusión: el desencanto, la bronca y la apatía fueron los principales triunfadores de estos comicios.

La vidriosa ley de Lemas es otro elemento que complejiza las interpretaciones sobre ganancias y quebrantos. El sublema más votado resultó el único que fue apadrinado por el intendente Hermes Binner. La primera candidata era casi desconocida, Mónica Fein, y su lista tendrá cinco bancas. Binner se equivocó anoche cuando aseguraba que la Alianza ganaría en Rosario. Pero es cierto que una lista con su sello fue, en una elección signada por bronca y deserciones, la más votada. En las elecciones de 1999, con Binner en competencia, la Alianza superó el 50 por ciento de los votos y ayer no llegó al 14. No obstante, la gente de su sector esperaba como mínimo tres bancas más de las cinco alcanzadas ayer.

El gran ganador, dentro del PJ ganador, fue Norberto Nicotra, quien en alianza con Héctor Cavallero obtuvo cuatro bancas. El radical Jorge Boasso, acérrimo opositor de Binner aunque compañero de lema, ganó dos escaños.

En Rosario, por primera vez desde 1983, la de anoche no parecía una jornada electoral. En los locales de todos los contendientes, sin excepción, había casi más periodistas que militantes. Que el sector que despertó más adhesión en Rosario haya obtenido el 13 por ciento de los votos se asemejó mucho más a un castigo que a un favor. Allí una clave para explicar tal desánimo.