Política: POLI-18

En una elección atípica el PJ salió revitalizado

Los votos que fueron de la Alianza ahora se desperdigaron. El peronismo será primera minoría en la Cámara de Diputados de la Nación. En el Senado, prácticamente mantiene los números.


El justicialismo emergió victorioso de la elección parlamentaria nacional al imponerse en al menos 14 de los 24 distritos, lo cual le permitirá mantener el control del Senado y recuperar la primera minoría que perdió en 1999 en la Cámara de Diputados, al tiempo que revitalizó las aspiraciones presidenciales del caudillo bonaerense Eduardo Duhalde.

De todas maneras, estos comicios quedarán en la historia por el enorme caudal de votos negativos que, en muchos casos, llegaron a superar a los más encumbrados candidatos.

A sólo dos años de haber sido derrotado por el presidente Fernando de la Rúa en los comicios presidenciales de 1999, Eduardo Duhalde obtuvo un abultado triunfo sobre el ex presidente Raúl Alfonsín, que de todos modos ingresará al Senado por la minoría.

Si bien otros referentes provinciales del justicialismo, como Carlos Reutemann, el cordobés Juan Manuel de la Sota y el santacruceño Néstor Kirchner, obtuvieron también buenos desempeños, el peso electoral del distrito más populoso del país reposiciona claramente a Duhalde, a sólo dos años de su traspié.

El extraordinario caudal electoral logrado por la Alianza en 1999 pareció desperdigarse ahora en otras opciones como la coalición Alternativa por una República de Iguales (ARI), el Polo Social y hasta en las fuerzas de izquierda que realizaron una muy buena elección en Buenos Aires.

En términos generales, el espacio de centroizquierda que ocupó la Alianza en 1999, con el impulso de fuerza nueva que le dio el Frente País Solidario (Frepaso), sufrió una notable dispersión que favoreció el triunfo justicialista e incluso realimentó a la izquierda.

El justicialismo se convierte en la primera minoría en la Cámara de Diputados, al obtener entre 57 y 62 de las 127 bancas que se eligieron en las elecciones de ayer, mientras que la Alianza resignaba por lo menos una docena de diputaciones de los 50 escaños que arriesgó en la compulsa.

De este modo, el peronismo sumaría entre 10 y 14 bancas y tendría un bloque que iría de 108 y 113 diputados, y la Alianza retendría de 88 a 91 de los 102 que tiene en la actualidad, por lo cual perderá el control de la Cámara que detentaba desde hace dos años.

En el Senado


La nueva composición del Senado, con una relación de fuerzas en lo esencial, similar a la actual entre la mayoría peronista y la Alianza, genera más expectativa por la renovación de más de un 80 por ciento de los nombres y por saber cómo se conformará el bloque oficialista, donde varios ingresantes son críticos de la gestión del gobierno.

El peronismo, mayoría en la Cámara desde 1983, logró superar nuevamente el número de quórum (37 de los 72 miembros), que le permite iniciar una sesión sin la presencia de las restantes fuerzas y también aprobar las leyes que requieren mayoría simple.

El PJ logró aumentar su número de bancas de 39 a 41 ó 42 y además, a partir del 10 de diciembre la mayoría de los integrantes de su bloque estarán agrupados tras una misma conducción.

Más allá de aumentar el número de senadores de 22 a 25 ó 26, el cambio de nombres, con el ingreso de críticos a la gestión de Cavallo -como Raúl Alfonsín, Rodolfo Terragno, Gerardo Morales, José Luis Zavalía y Vilma Ibarra, entre otros- hace suponer que el Ejecutivo puede tener en el futuro más dificultades, por ejemplo, para lograr la adhesión a proyectos y medidas de ajuste.

Si hasta hoy el Poder Ejecutivo logró aprobar sus iniciativas en el Senado merced a la gobernabilidad acordada con el PJ, a partir del 10 de diciembre, esa posibilidad quedará, al parecer, mucho más condicionada a la negociación previa de proyectos consensuados y acuerdos relativos a la relación Nación-provincias.

Además del modo en que actúen desde el 10 de diciembre los bloques de senadores del PJ y de la Alianza, habrá unos seis o siete representantes de partidos provinciales o minoritarios, que no alcanzarían en conjunto para forzar una votación contraria a la voluntad del PJ. (DyN/Télam).