En Santa Fe hay 30.000 hectáreas
de campo afectadas por las lluvias
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Alloatti se reunió con Regúnaga para analizar el problema. Las inundaciones amenazan a la región más productiva de la Argentina. Santa Fe, La Pampa, Córdoba y Buenos Aires son las provincias perjudicadas. Los pronósticos climáticos no son favorables.
Cosechas que nunca podrán levantarse, pérdidas en rindes y producción lechera, rutas cortadas, caminos anegados y campos aislados son algunas de las consecuencias de las inundaciones que afectan a 5 millones de hectáreas de la zona central del país.
Oscar Alloatti, secretario de Agricultura de Santa Fe, aseguró que en nuestra provincia hay unas 30.000 hectáreas de tierras agrícolas "con problemas muy serios" por el agua. Pero si se tiene en cuenta la imposibilidad de acceso por caminos anegados y la falta de piso de los campos, a esa superficie se le suman unas 100.000 hectáreas más que están comprometidas.
Ayer, el funcionario se reunió en el Salón Gris de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación (Sagpya) con el titular del área, Marcelo Regúnaga, y funcionarios de los gobiernos de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y San Luis -que también aporta a la cuenca del Salado- para analizar la crítica situación.
"Las zonas más afectadas por las inundaciones son el noroeste de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sureste de Córdoba y noreste de La Pampa", destacó Regúnaga.
El departamento General López es la región con mayores problemas dentro de nuestra provincia. Campos anegados, daños a los cultivos y el deterioro de la red vial de tierra con muchos caminos intransitables desde hace dos semanas, complican la situación de los productores.
Para paliar este problema, Alloatti acotó que desde el Comité de Emergencia Provincial se colaborará con el aporte de "algunos recursos" destinados a que los agricultores puedan "ensilar los granos en bolsa en el mismo campo o a colaborar con el diferencial en el caso de que tengan mayores costos de transporte". También se darán partidas extras a municipios afectados para solucionar el tránsito en caminos deteriorados.
Asimismo, en toda la provincia, el impacto de las lluvias continuadas es muy fuerte en el caso del trigo (el 80% está espigado en la zona centro pero las lluvias provocan enfermedades fúngicas -hongos-) y del maíz, que aún tiene un desarrollo mínimo en los cultivos. A ello se añade la sensible demora en la siembra de soja, la de mayor expectativa de siembra en esta provincia.
Por su parte, los tambos están bajando el rendimiento en un 20% desde el lunes de esta semana, debido a que se encuentra afectado el circuito de ordeñe (falta de pasturas y de piso para movimiento de la hacienda, etc.).
En tanto, los pronósticos meteorológicos formulados por especialistas del INTA anticipan que en los próximos 40 días se agravarán las inundaciones. "Los pronósticos indican que en octubre/noviembre continuarán las lluvias. Pero para diciembre/enero se espera menos agua, lo que facilitaría la cosecha de trigo y la siembra de soja de segunda", señaló Regúnaga en la reunión de ayer.
En la oportunidad, también se habló de promover a nivel nacional la creación de los Comités de Cuenca -modalidad de trabajo en nuestra provincia- como una de las estrategias de trabajo. Esas entidades formadas por municipios o comunas y productores se encargan del control y regulación hídrica de las zonas de su competencia y funcionan muy bien en el interior de Santa Fe.
Regúnaga dispuso convocar para el jueves próximo, a las 14, a la Comisión de Emergencia Agropecuaria Nacional para seguir analizando la problemática. "Nosotros le propusimos realizarla en nuestra provincia", indicó Alloatti.
El titular de la Sagpya prometió también realizar gestiones ante los bancos Nación y Central para contener las ejecuciones por deudas de los productores inundados y modificar los requisitos para la calificación de los deudores que soliciten más créditos para volver a producir.
En otro orden, Regúnaga dijo que existe un proyecto de ley de la Cámara de Diputados que apunta a crear un fondo especial para atender los problemas sociales y productivos de las inundaciones. "Propone afectar parte de los recursos provenientes del Fondo de Infraestructura, lo cual permitiría reunir unos 300 millones de pesos", indicó el funcionario.