Jerusalén. - El ejército israelí amplió hoy, antes del amanecer, sus operaciones en Cisjordania a las ciudades autónomas de Tulkarem y Kalkiliya, matando a cuatro palestinos y ocupando posiciones estratégicas.

Estas operaciones, lanzadas tras el asesinato cometido el miércoles por radicales palestinos del ministro israelí del Turismo, Rehavam Zeevi, afectaron desde el jueves las ciudades de Naplusa, Jenín, Ramalá y Belén.

"Las fuerzas israelíes ocuparon posiciones estratégicas en Tulkarem y Kalkiliya", indicó el comunicado del ejército, precisando que las dos ciudades fueron sitiadas antes y que un cuartel general de las fuerzas de seguridad palestinas fue allanado.

"Tras los acontecimientos de los últimos días, las fuerzas israelíes cercaron Tulkarem y Kalkiliya, y sitiaron el cuartel general de las fuerzas de seguridad palestinas en esta localidad", precisa el comunicado.

El ejército también "destruyó en estas dos ciudades posiciones desde las cuales se disparó contra objetivos israelíes", prosigue el texto.

"Durante la operación se produjeron tiroteos, que no causaron heridos en las filas israelíes, y sospechosos palestinos fueron detenidos", señala el ejército sin mencionar las víctimas palestinas.

Cuatro palestinos murieron en esas operaciones: dos policías en Tulkarem, y un policía y un civil en Kalkiliya, indicaron responsables de los servicios de seguridad palestinos.

Los miembros de las fuerzas palestinas de seguridad Mustapha Zetani, de 53 años, y Maher Abu Hassan, de 33 años, murieron en Tulkaren.

Esta mañana fuentes médicas informaron que otro palestino sucumbió a las heridas que recibió en el ataque israelí.

Según dichas fuentes, se trata de Samer Yussef Chawahida, un policía de 20 años, gravemente herido de bala durante el ataque a Kalkiliya, quien falleció en el hospital.

En otro incidente un policía palestino resultó gravemente herido en la cabeza por disparos israelíes hechos en Ramalá.

Los jefes de las Iglesias cristianas de Jerusalén expresaron en un comunicado su consternación por "la intolerable situación" que se vive en Belén, lugar de nacimiento de Cristo según los Evangelios.

Los prelados lanzaron un llamamiento a las iglesias del mundo y a la comunidad internacional para que pidan "urgentemente" a Israel que ponga fin a sus ataques.

En tanto, el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, viajó hoy a EE.UU. para explicar a los responsables de ese país la preocupación del mundo árabe sobre el agravamiento de la tensión entre palestinos e israelíes, y la lucha mundial contra el terrorismo.

El viaje de Musa a EE.UU. se produce después de la invasión por las tropas israelíes de varias zonas de Cisjordania y tras el asesinato del ministro israelí.

Esta situación y "los medios de evitar que la tensión se agrave aún más estarán en el centro de las conversaciones de Musa con las autoridades estadounidenses, entre ellas algunos senadores y miembros de centros de estudios interesados en el problema de Medio Oriente", dijeron fuentes de la Liga Arabe.

Musa, cuya organización agrupa a 22 Estados, incluido Palestina, "advertirá contra las consecuencias negativas que podría provocar la actual situación si no se trata con firmeza", añadieron.

Durante su estancia de una semana en EE.UU. el responsable del organismo panárabe subrayará también la necesidad de que el presidente de ese país, George W. Bush, "convierta en realidad sus declaraciones" sobre el apoyo de Washington a la creación de un Estado palestino independiente, junto al judío.

Las recientes declaraciones de Bush, respaldadas por el primer ministro británico, Tony Blair, han sido recibidas con agrado en el mundo árabe.

Pero algunos medios de comunicación árabes han advertido de que la posición de Washington y Londres podría ser "la zanahoria" para que los países árabes y musulmanes apoyen la alianza internacional antiterrorista que EE.UU. intenta construir.

Musa reiteró el claro rechazo del mundo árabe a la política de asesinatos por parte de Israel y los palestinos, y exigió el cese inmediato de los mismos. (AFP-EFE)