A metros de un desagüe pluvial en la obra de defensa de la Costanera se advierte la existencia de un hundimiento, que por sus dimensiones y el desprendimiento del material que compone la cubierta de geotextil (en especial la pérdida de dados de hormigón), no parece corresponder sólo al carácter flexible del tipo de defensa.

El problema está a la altura de Pedro Zenteno y allí da la impresión de que se ha perdido parte del suelo refulado, la arena, sobre la que se apoyan las mantas de geotextil.

La Sub Unidad Provincial de Coordinación para la Emergencia (Supce) informó que evalúa qué tipo de intervención resulta más conveniente para resolver el hundimiento y que en tal sentido -de evaluarse necesario- la Dirección de Hidráulica elaborará un proyecto para superar el problema.

Antes, un buzo y equipos de batimetrías determinarán con precisión cuál es -además de lo que puede verse sobre la superficie- el estado de la defensa en ese lugar en particular. También se trata de establecer si la presencia del desagüe pluvial y sus descargas han causado el inconveniente.

Cabe destacar que la estructura elegida para proteger la margen oeste de la Setúbal demostró su eficacia cuando logró resistir sin sobresaltos ni daños de consideración la inundación de 1988, que llegó a 7,24 metros y se extendió durante varios meses.