Genealogía definitiva sobre María Andrea
y Sinforosa, las "viejas Piedrabuena"
La respuesta que recientemente brindara a una requisitoria periodística telefónica, en la que se aludía a mi lejano pero directo parentesco con dos señoras a quienes un prestigioso historiador atribuye la paternidad (tal vez debería decirse la maternidad) de la receta de los famosos alfajores santafesinos, y la posterior puesta en duda de tal relación por parte de mi querida tía (y madrina), ambas publicadas en El Litoral, me obligan a formular las siguientes precisiones:
1. Mi madre es hija de Julio Raymundo Piedra Buena, lo que se comprueba con la partida de nacimiento de mi madre, de fecha 6 de agosto de mil novecientos... (por obvias razones de coquetería no indico el año);
2. Julio Raymundo (mi abuelo) es hijo de Joaquín Piedra Buena y de Raymunda Piedrabuena (los cónyuges eran primos), lo que se comprueba con la partida de nacimiento de mi abuelo Julio, de fecha 4 de octubre de 1899;
3. Joaquín Piedra Buena (mi bisabuelo) es hijo de Benjamín Piedrabuena y de doña Manuela Piedra Buena, lo que se comprueba con el documento citado en el punto 2, advirtiéndose aquí que en la partida de nacimiento de mención el apellido comienza a escribirse de corrido (Piedrabuena), algo que ocurrirá en los documentos sucesivos, abandonándose su escritura por separado (Piedra Buena);
4. Benjamín Piedrabuena (mi tatarabuelo) es hijo del segundo matrimonio de Vicente Piedrabuena con Juliana Roldán, lo que se comprueba con el testamento de Juliana Roldán según escritura del 23 de octubre de 1869 (Protocolo del Escr. Silvestre Sienra) y con el testamento de Vicente Piedrabuena, según escritura del 22 de diciembre de 1854 pasada ante el Escribano Ramón de Caminos (Escrituras públicas, 1° circunscripción, años 1853-1857, fjs. 142 a 145);
5. Vicente Piedrabuena (tatarabuelo de mi madre) es hijo de Antonio Piedrabuena, lo que se comprueba con el testamento de su padre según escritura del 6 de marzo de 1799 (Escrituras Públicas, 1° Circunscr., t. 19, folios 919 a 921);
6. Antonio Piedrabuena se casó con Ana Rosa Véliz, de cuyo matrimonio nacieron el tatarabuelo de mi madre y cuatro hijos más: María Andrea y Sinforosa (las supuestas "viejas Piedrabuena") y Bernardo y Narciso, lo cual se acredita con el testamento de Antonio Piedrabuena, citado e identificado en el punto anterior.
Interesado en escribir una novela sobre la Constitución Nacional (tarea en la que actualmente me encuentro), consulté al Dr. López Rosas acerca de la fuente de su artículo titulado La tertulia de Merengo (oportunamente publicado en el diario El Litoral y luego incluido en el libro Santa Fe: La perenne memoria), en el que se alude a las "viejas Piedrabuena" como inventoras de la receta de los alfajores santafesinos que se ofrecieron con singular suceso a los convencionales de 1853. "Rafincho" me dijo -con su amabilidad proverbial- que a este dato lo sabía por habérselo trasmitido su padre. Y cuando le mostré mi recorrida genealógica, que en realidad llega al siglo XVII, iniciándose con Francisco García de Piedrabuena, me dijo que por edad (probablemente sexagenarias a la fecha de la sanción de la Constitución Nacional) y por lugar de residencia (la vieja casona familiar estaba en la vereda sur de la calle 3 de Febrero entre 1° de Mayo y 4 de Enero, según la actual denominación) las "viejas Piedrabuena" no podían ser otras que María Andrea y Sinforosa.
Espero que las aclaraciones antedichas, que se acompañan con copia autenticada de los documentos respaldatorios que se citan (y que es producto de una seria, paciente y documentada tarea investigativa) sirvan para despejar confusiones y para contribuir a conocer algo más de nuestra historia vernácula, cuya reconstrucción se nutre en ocasiones de documentos -como en el presente caso- y en otras por vía de la trasmisión oral entre generaciones.
Lo dicho no obsta, tal como sostiene mi tía, que el apellido Piedrabuena o Piedra Buena (cuya escritura de corrido o por separado es producto de la grafía de los escribientes públicos de turno, tal como ha ocurrido con otros apellidos) tenga también otras ramificaciones, entre ellas una que deriva en el precursor de la navegación en el sur argentino, pero yo no he profundizado este itinerario genealógico como para afirmar un parentesco, tal como lo hice -por espacio de largos meses- en el caso de mis antepasados santafesinos.
Gracias por publicar esta aclaración.
Dr. Horacio Rosatti