Nosotros: NOS-04
Nosotros

De Raíces y Abuelos

Una investigación particular

Chicos de entre 10 y 11 años de la Escuela Bialik investigaron sobre sus familias. Pudieron obtener documentos y fotos antiguas que conservaban sus abuelos o padres. Los trabajos serán expuestos en el Museo de la Diáspora, en Israel.


Un grupo de alumnos de la escuela Bialik de nuestra ciudad, de entre 10 y 11 años, pudo reconstruir las historias de sus familias y organizar el árbol genealógico con los datos que recabaron entre sus papás y abuelos.

Los chicos son la cuarta generación de aquellos inmigrantes judíos que llegaron a nuestro país por distintos motivos, y en sucesivas notas de esta sección de la Revista Nosotros vamos a mostrar sus investigaciones.

Rosita (Shoshana) Fritmann, docente de hebreo de la parte no oficial de la escuela, comentó a De Raíces y Abuelos que los trabajos surgieron de un proyecto que comenzó en el mes de marzo de este año, cuando les enseñó cómo recabar datos sobre sus antepasados a través de entrevistas, tanto a personas de su familia como a vecinos o conocidos.

Además explicó que en otra materia los chicos estudiaron historia judía, por medio de lo cual se enteraron por qué debieron emigrar y qué pasaba en Rusia y en la Argentina a principios del siglo XX, entre otras cuestiones. Con estos datos pudieron armar las historias de sus familias y los árboles genealógicos, ayudados por sus papás y toda la familia.

Pero esta investigación también incluyó una visita a los restos de una de las colonias judías de Entre Ríos, en Villa Domínguez, donde visitaron sus ruinas y una sinagoga que siente los pasos del tiempo.

Los trabajos fueron enviados en estos días al Museo de la Diáspora, en Israel, donde serán expuestos durante algún tiempo. Allí también hay árboles genealógicos e historias familiares de la red judaica de todo el mundo de quienes participan del concurso. La escuela Bialik participó hace dos años de esta competencia y ganó el primer puesto.

La familia Plotnic-Seiref


La primera historia familiar que queremos contar es la de la familia de Karenina Judith Plotnic, quien nació en nuestra ciudad el 6 de septiembre de 1990 y concurre a la escuela Bialik.

Sus papás son Rubén Plotnic y Sandra Seiref, y tiene un hermano llamado Eloy, de 6 años.

Con respecto a la historia de los padres de su abuelo materno, Abraham Seiref, Karenina contó que su papá se llamaba Boris (vivía en Rusia) y su mamá Clara Gelfembein, quienes tuvieron cuatro hijos: Luis, Bernardo, Abraham y José.

"Clara nació en Kiev, Rusia, pero cuando tenía 5 años vino a vivir a la Argentina. Se quedaron unos meses y luego su mamá se enfermó, por lo que volvieron a Rusia con sus familiares. Luego de esto, Clara conoció a Boris y se casaron.

"Pero después de un tiempo estalló la revolución de 1917 y los padres de Boris y Clara los hicieron huir de Rusia. En uno de esos trayectos, Boris fue herido en una pierna. En ese entonces ya habían tenido a su primer hijo, Luis. Siguieron escapando y se escondieron unos meses. Luego entraron a Alemania y por último a Rumania, donde nació el segundo hijo, que se llamaba Bernardo.

Luego se embarcaron y llegaron al puerto de Buenos Aires, adonde Clara tuvo al tercer hijo (mi abuelo Abraham). Primero vivieron en el Chaco y luego en Santa Fe, adonde tuvieron el cuarto hijo, José".

Más recuerdos


Otros datos que pudo obtener fueron los de los papás de su abuela Fanny Rosenthal: Samuel Seiref y Nelia Bumaguin.

"Lupo Rosenthal y Berta Sigal vivían en Rumania. Allí tuvieron 6 hijos, una de la cuales era Fanny, quien murió luego de casarse en la Argentina. Es por eso que mi abuela se llama así", contó Karenina.

"En la Argentina se establecieron en Estación Palacios y luego en Moisés Ville. Por último se mudaron a Santa Fe, donde tuvieron un séptimo hijo que hizo el servicio militar en el Regimiento 12 de Infantería, y se llama Enrique Rosenthal".

En relación con su bisabuela Nelia, contó que "su familia vivía en Rusia. Intentaron tener muchos hijos, pero por un problema morían al nacer, y sólo 4 vivieron. El rabino del pueblo les aconsejó cruzar el mar. Ellos, ante la desesperación, hicieron lo que el rabino les indicó y se dirigieron al Brasil".

"Estaban acompañados por unas cuantas familias de inmigrantes. Había un hombre que -como era común en esos tiempos- los engañó. Antes del viaje, les había prometido tierras buenas y riquezas, pero el lugar era todo lo contrario: estaba lleno de pantanos que contenían enfermedades. El quinto hijo nació en el trayecto de Rusia a Brasil y quedó bizco por las enfermedades.

"Luego, en Brasil, nació un sexto hijo, llamado Jaime Bumaguin. Luego de todos estos males, mi tatarabuelo, Moisés Bumaguin, fundó una sinagoga con los elementos religiosos que trajeron de Rusia. Ante esta situación llegaron las noticias sobre la inmigración a la Argentina y también sobre el Barón Hirch, que ayudaba a los colonos judíos inmigrantes vendiéndoles tierras. Así decidieron viajar a la Argentina. Al llegar al puerto de Buenos Aires, en 1902, los hicieron ir al Hotel de Inmigrantes. Luego de un tiempo se fueron a vivir a Basavilbaso, después a Paseo Coloniadora, donde nació la séptima hija, que se llamó Rosa Bumaguin, y por último a Moisés Ville y a Santa Fe, donde finalizó su travesía".

Mariana Rivera