Procesado por el crimen
de Maximiliano Ifrán
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Testigos de la causa aseguran que fue un ajuste de cuentas. El adolescente había sido asesinado en barrio Centenario, diez meses atrás. El imputado, Ariel Martínez, cayó hace pocos días en manos de la policía. Estaba prófugo desde que comenzó la investigación judicial.
Un hombre de 27 años fue procesado por el crimen de un adolescente, ocurrido el 11 de abril de 2001 en el corazón del Fonavi de barrio Centenario.
La resolución judicial firmada por el juez de Instrucción de la Segunda Nominación, José Manuel García Porta, compromete a Ariel Edgardo Martínez, acusado de haber disparado en el rostro a su víctima, provocándole la muerte poco después.
"Dracu" Martínez había sido sindicado por los vecinos del lugar como el autor inconfundible del asesinato de Maximiliano Ifrán. A punto tal que muy pronto desapareció del lugar para permanecer prófugo de la Justicia hasta hace unos pocos días.
El menor había sido gravemente herido cuando se encontraba a las puertas de la Manzana 4 del Fonavi San Jerónimo.
Un disparo de arma de fuego impactó en su cabeza. El proyectil, de bajo calibre, ingresó por su oído izquierdo y le produjo daños cerebrales de carácter irreversible.
Rápidamente fue asistido por sus vecinos, pero falleció minutos después de haber ingresado al hospital Cullen.
Algunos testigos dirían más tarde que Ifrán tenía cuentas pendientes con su matador, por lo cual éste había resuelto esperarlo esa noche para tomar venganza.
Detallando que sólo días antes había sido Ifrán quien disparara contra Martínez, algunos jóvenes del barrio explicaron que, poco antes del encuentro fatal, el procesado les dijo: "Voy a ver si lo engancho al gil éste".
Un joven conocido de víctima y victimario declaró, a su vez, ante la Justicia, que Martínez anunció lo que estaba por hacer y salió al encuentro de su infortunada víctima, para regresar minutos después diciendo: "Le pegué, le pegué".
Instantes después que Ifrán cayera mortalmente herido, hubo corridas y persecuciones por el eucaliptal del barrio Centenario; más precisamente en el sector aledaño al puente carretero. Numerosos móviles policiales se sumaban a la escena del crimen.
Según personas allegadas a la familia Ifrán el chico habría dicho que "salía a dar una vuelta" alrededor de las 23.30 y apenas unos segundos más tarde fue salvajemente atacado.
Vecinos y familiares lo cargaron rápidamente en un coche de remís para ser trasladado al nosocomio, pero una vez allí, a pesar de los esfuerzos de los facultativos, habría de fallecer unas horas más tarde.
Los peritos policiales hallaron junto a la mancha de sangre que quedó junto al portal, una vaina servida. Luego se comprobaría que se trataba de un perdigón proveniente de una pistola automática, calibre 22.
Los informes médicos revelaron que la herida le produjo un "shock traumático" y que la gravedad del golpe sufrido en el cráneo determinó su deceso.
Martínez permanece ahora cumpliendo prisión preventiva, en tanto que se ordenó el embargo de sus bienes hasta cubrir la suma de 500 pesos.