La violencia en el fútbol no para
| |
Hubo disturbios en seis partidos durante el fin de semana. Varios apuñalados por el encuentro de River con Nueva Chicago. Un hincha del club "millonario" sufrió una herida de bala. También hubo graves incidentes en el partido Chacarita-Boca.
Buenos Aires.- El fútbol argentino volvió a vivir ayer otra jornada de violencia extrema, con seis partidos en los que hubo disturbios, que incluyeron un herido de bala, una persona en estado grave por cortes con arma blanca y represión policial en cada uno de los escenarios.
Cuatro personas resultaron heridas (una de ellas de gravedad, por cortes de arma blanca, y otra con un impacto de bala en el brazo derecho), en los enfrentamientos entre hinchas de River y Nueva Chicago, antes del encuentro que jugaron en el Monumental.
Los hechos comenzaron alrededor de las 19, cuando la barra brava de Nueva Chicago -que fue escoltada hasta el estadio de Núñez por móviles de la Policía Federal- se cruzó en las avenidas Udaondo y Figueroa Alcorta con un nutrido grupo de hinchas locales y comenzaron a arrojarse piedras mutuamente.
La policía intervino y separó a los dos grupos, arrojando gases lacrimógenos y disparando balas de goma.
Al hospital Pirovano ingresaron tres heridos, uno de los cuales debió ser intervenido quirúrgicamente por la gravedad de sus lesiones.
Ese paciente, Julio Sarabia, de 30 años, recibió dos heridas de arma blanca en el abdomen y el muslo derecho, además de sufrir conmoción cerebral. Fue operado y está en gravísimo estado.
El segundo, de 28 años, sufrió heridas de arma blanca en la espalda y quedó en observación; mientras que el tercero, simpatizante de River y de 33 años, ingresó con un corte en el mentón, pero fue dado de alta.
Además, un simpatizante de River -que participó de un incidente en Libertador y General Paz- fue atendido en el sanatorio De La Trinidad por una herida de bala en el brazo derecho, y también fue dado de alta.
En tanto, ocho detenidos y una docena de heridos fue el resultado de los violentos enfrentamientos que se registraron en el estadio de San Lorenzo entre hinchas de Chacarita y efectivos de la policía.
Los disturbios ocurrieron en la tribuna visitante del Nuevo Gasómetro, cuando a la barra brava de Chacarita se le impidió ingresar con banderas, bombos y demás elementos.
Los agentes, superados ampliamente en número, resistieron hasta que ingresó la Guardia de Infantería y comenzó una feroz represión.
En tanto, tras el partido que Belgrano de Córdoba perdió como local ante Newell's Old Boys de Rosario, por 1 a 0, se registraron algunos disturbios.
La policía reprimió con balas de goma a un grupo de hinchas de Belgrano que intentaron agredir a sus pares rosarinos en la popular visitante del estadio ubicado en Barrio Alberdi.
En el estadio de Lanús también se produjeron disturbios, con peleas entre los propios hinchas locales, que dejaron como saldo un hombre con una herida cortante en la ceja derecha.
Durante el partido con Estudiantes dos grupos de simpatizantes de Lanús se trenzaron a golpes en la cabecera local, y después del partido un sector de la barra brava lo hizo con plateístas en el playón de estacionamiento del estadio, mientras esperaban la salida de los jugadores.
Mientras tanto, en La Plata, durante la segunda parte del partido que empataron 1-1 Gimnasia y Esgrima ante Banfield, los hinchas de ambas parcialidades, ubicados sobre el sector que da a la avenida 60, comenzaron a arrojarse piedras y toda clase de objetos, lo que produjo la suspensión del encuentro durante nueve minutos por parte del árbitro Oscar Sequeira.
Por otro lado, en el partido que Juventud Antoniana derrotó en Salta a Instituto de Córdoba por 3-0, durante el desarrollo del primer tiempo hubo algunas corridas de ambas hinchadas, pero la oportuna intervención policial evitó que las cosas pasaran a mayores.