Sucesos: SUCE-01

Condenan a Manucci por
el crimen de Albrecht

Archivo/Alem. Presa. No se descarta que la defensa apele la resolución judicial.

Deberá cumplir ocho años de prisión, según la resolución del juez Rodríguez. El plano hallado en su domicilio y la cinta grabada con amenazas, fueron pruebas decisivas en su contra. Le atribuyen haber aportado a terceros los datos necesarios para consumar el crimen.


El juez en lo Penal de Sentencia de la Tercera Nominación, Luis Juan Rodríguez, condenó a Margarita Rosa Lucía Manucci a cumplir con 8 años de prisión, al hallarla culpable del crimen del abogado Pedro Lucio Albrecht, quien fue asesinado el 4 de abril de 2000.

El hecho investigado se produjo poco antes de las 21, cuando la víctima se disponía a sacar su automóvil de la cochera ubicada en calle 9 de Julio al 1900.

Fue entonces cuando Albrecht recibió un disparo en la cabeza, proveniente de un revólver calibre 22, a resultas del cual se produjo su fallecimiento.

El juez Rodríguez consideró que Manucci actuó como partícipe principal del homicidio, haciendo suya la postura adoptada por la fiscalía.

"No conocemos al autor o autora del crimen, pero sí que Manucci les facilitó a otros que iban a atentar contra la vida del mencionado los datos imprescindibles para concretarlo", aseguró en la sentencia.

Los considerandos recuerdan que Albrecht había radicado una denuncia contra Manucci el mismo día en que se produjo el crimen, acusándola de haberlo amenazado de muerte.

Entonces, acompañó a la denuncia una cinta grabada donde podía escucharse el contenido de distintas comunicaciones telefónicas, que el magistrado catalogó como "habituales y constantes".

Tales amenazas -admitidas por la propia Manucci- "crearon tensión en la víctima y sus allegados, al extremo que su hijo estaba al tanto de las mismas y el propio Albrecht realizó esta denuncia, demostrativa de que las amenazas no eran consideradas como meras ocurrencias intrascendentes de una mujer despechada, sino por el contrario, con la preocupación que le significaba a un abogado de las características de la víctima".

"Después de Drago"


Entre las amenazas vertidas contra la víctima, el juez Rodríguez destaca una en la que Manucci alude al homicidio de Raúl César Drago. Hay "un Drago que mi tío lo calzó por hijo de p...", dice la voz que luego agrega "después de Drago tenés que purgarla vos, loco".

Otra de las pruebas de cargo contra Margarita Manucci es un papel (hallado en su domicilio) donde consta el nombre completo de la víctima, escrito de puño y letra de la imputada, la dirección de Albrecht y el agregado "amigo de Domingo Negri", escrito por un tercero.

Además, puede advertirse un gráfico elemental que señala la ubicación del domicilio y cochera de Albrecht.

Ello "es indicio de que antes del hecho la enjuiciada estuvo indicando el lugar donde residía el asesinado y las características de la cochera a otra persona, quien escribió las otras palabras".

También refiere el magistrado que, cuando fue allanado el departamento de la imputada, se encontraron señas de que varias personas habían comido en el lugar la noche anterior, destacando el hallazgo del papel en esa misma mesa, "lo que razonablemente relaciona esa comida con la existencia del papel conteniendo las indicaciones".

Aclara que todas las anotaciones hechas en el papel -aún las de diferente escritura- fueron realizadas por el mismo bolígrafo, "lo que indica razonablemente que fueron producto de una interacción entre Manucci y terceras personas".

Extrañas coincidencias


Pedro Albrecht fue asesinado en nuestra ciudad 4 de abril de 2000, cuando caía la noche. Luego, antes de que saliera el sol la policía apresaría en Paraná a Margarita Manucci, una ex amante despechada que, según grabación de audio que ya obraba en poder de la justicia, amenazaba de muerte al malogrado profesional.

Otros elementos hallados en el departamento de la entrerriana, como un croquis del garaje de 9 de Julio al 1900 -escenario del hecho-, complicaron su situación, al punto que finalmente sellarían su condena.

�Crimen pasional? Así parece. No obstante, no sólo la aventura amorosa asocia trágicamente estos nombres. Albrecht y Manucci, junto a un abogado nogoyense, aparecerían mencionados en una causa judicial iniciada a raíz de una sórdida maniobra, algo así como la sustitución de un cadáver por otro, cuando estaba en juego una jugosa herencia al otro lado del Paraná.

Ambos profesionales ya tenían en común el haber sido investigados, a comienzo de los 90, por la muerte del empresario santafesino Elio Omar Moreyra, un caso de secuestro extorsivo que en los primeros tramos de la pesquisa llegó a rozar a un tercer abogado del foro local, el mismo que poco antes del asesinato de Albrecht, correría su misma suerte en pleno centro de nuestra ciudad.

Por fin, una vez más quiso la casualidad que durante el agitado otoño de 2000, quien había sido apoderado de Elio Moreyra -un cuarto profesional del derecho- denunciara en sede policial que su domicilio había sido blanco de un atentado a balazos.

Como se puede ver detrás del trágico final de Pedro Albrecht, no pocos fantasmas se agitan todavía.