"El Banco Central nos insistió en que el Nuevo Banco de Santa Fe SA es una entidad que está bien, está líquida, capitalizada, sólida patrimonialmente y me parece que amerita que nosotros la protejamos y no hagamos lo contrario. El país se está destruyendo por falta de confianza interna y con el exterior. No hagamos de nuestras acciones un juego político con el único fin de sembrar dudas sobre la fiducia. Esto es responsabilidad de todos", afirmó Juan Carlos Mercier en uno de los momentos salientes del informe que brindó anoche en la presidencia de la Cámara de Diputados.

Después les advirtió a los legisladores que los bancos se quieren ir del país y les aseguró que el Banco Central está preocupado por respeto a la provincia de Santa Fe y a su gobernador, por la situación de su agencia financiera.

La invitación a que Mercier informe "sobre la situación del Nuevo Banco de Santa Fe y las gestiones que el gobierno viene realizando ante el Banco Central con este motivo", fue solicitada por el demoprogresista Carlos Favario con un proyecto que presentó sobre tablas en la sesión de ayer.

En la Comisión de Labor Parlamentaria, en las primeras horas de la tarde, el presidente de la Cámara, Alberto Hammerly, le explicó que Mercier estaba en Buenos Aires. El consenso entre los jefes de bloque era votar el tema y acordar la presencia del ministro de Hacienda para el miércoles venidero. En el recinto, José Ariel Ugalde aceptó la invitación a Mercier pero pidió que fuera a partir de las 21, porque regresaba en automóvil desde la Capital Federal. "Estemos 15 minutos antes por si adelanta la llegada", recomendó el jefe del bloque justicialista antes de terminar la sesión.

A las 20, Mercier estacionó su vehículo en la plaza de la Legislatura y fue a la presidencia de Diputados. Estaba prácticamente solo. Media hora más tarde y cuando fueron llegando legisladores, asesores y periodistas desgranó su informe, mantuvo dos o tres altercados con Favario y a las 22 se retiró manejando su propio coche.

En la reunión con la veintena de diputados, el titular de Hacienda y Finanzas, básicamente, repitió los argumentos hechos públicos en las últimas horas, y de los cuales El Litoral se hiciera eco, de la reunión que junto a Carlos Reutemann mantuvieron el miércoles con Mario Blejer, presidente del Banco Central y directores de la entidad.

Los acontecimientos se precipitaron el lunes cuando el Banco General de Negocios (BGN), principal accionista del Nuevo Banco de Santa Fe, solicitó la suspensión de sus actividades por 120 días. Las autoridades del Banco Central optaron por la figura del fideicomiso para separar al Nuevo Banco de Santa Fe del BGN y comunicaron la decisión a Reutemann. Anoche, Mercier fue muy prudente y cauto sobre el fiduciario ya que "todavía no está cerrado el proyecto".

De todos modos, estimó que el proceso del fideicomiso demandará unos 4 meses. Insistió en que todavía no está determinada la entidad financiera que asumirá la función aunque aclaró que ésta no podrá presentarse para comprar las acciones del Nuevo Banco de Santa Fe e insistió en que los tres bancos accionistas extranjeros del BGN tienen derecho preferencial a igualar la mejor oferta en el proceso de venta. Informó además que este proceso de venta estará en manos de un banco extranjero de primera línea.

El ministro santafesino dijo no tener dudas de la actitud del Banco Central de "fortalecer el Nuevo Banco contra el BGN que terminará liquidado". A la misma hora en que Mercier informaba a la Cámara, el directorio del Nuevo Banco estaba reunido. El funcionario aclaró que con la llegada del fiduciario se cambiará el directorio y no descartó que se pida opinión al gobernador aunque aclaró que no se modificará la participación de los trabajadores a través del Programa de Propiedad Participada.

Señaló que si al gobierno provincial no le gusta el nuevo titular del banco, podrá rescindir el contrato como agente financiero aunque vaticinó un crac de las cuentas públicas, la pérdida de 1.800 fuentes de trabajo y el aislamiento financiero de muchas localidades.

Sobre el final y antes de retirarse, Mercier invitó a los diputados a que se acerquen a su despacho en caso de que tengan dudas en este proceso que en horas, abrirá el Central "para fortalecer el Nuevo Banco y hacer una unidad atractiva", no sin antes calificar a la entidad como "de lujo" asentando su apreciación en que fue una de las pocas que no tomó redescuentos del Banco Central.

Cruces. Los 90 minutos de Mercier en la presidencia de la Cámara Baja fueron tranquilos, y sólo hubo dos fuertes cruces de apreciaciones entre el ministro y el diputado Carlos Favario. Uno de los encontronazos se produjo cuando el legislador demoprogresista dijo tener versiones sobre el posible embargo de acciones del banco. Mercier le pidió precisiones y "no informaciones vagas". El otro fue sobre los hermanos Rohm, a los que el legislador calificó como "bandidos". Mercier le recordó que en noviembre, gobierno de la Alianza aún, el BCRA y el Banco Mundial habían dado el visto bueno para que el BGN se hiciera cargo del Banco de Córdoba.