Disturbios y saqueos aún
convulsionan a Venezuela
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Asumió el presidente interino y hoy se produjeron disturbios y saqueos. Crece el clima de violencia en las barriadas de Caracas y poblaciones vecinas. Analistas argentinos advierten sobre efecto dominó que alcance a otros países de Latinoamérica.
Caracas. - Saqueos y disturbios se desataron hoy en Guarenas, 30 km al este de Caracas y otras zonas de esta capital y del interior de Venezuela, donde la autopista que comunica con la capital fue bloqueada por personas que incendiaron neumáticos.
En el centro de Guarenas, populosa "ciudad dormitorio" de Caracas, los comerciantes decidieron sacar los productos para entregárselos a la gente y evitar más destrozos.
En los alrededores del Fuerte Tiuna, donde hasta anoche estuvo detenido el depuesto presidente Hugo Chávez, más de un centenar de personas se aglomeraron para protestar pacíficamente. Cerca de allí, en los empobrecidas barriadas de El Valle y Coche, la tensión aumenta con pobladores saliendo a las calles.
En las céntricas parroquias de San Juan y San Martín y en la emblemática ciudadela del 23 de Enero, al oeste, se producen allanamientos a casas.
Mientras los distintos gobiernos del mundo han manifestado su opinión acerca de la caída del ex presidente de Venezuela, a la que muchos consideran como un golpe de estado, analistas argentinos afirman que se trata de una "clara advertencia sobre el populismo" y un golpe a la democracia.
Para el director del Centro de Estudios Nueva Mayoría, Rosendo Fraga, "en lo ideológico, la caída de Chávez muestra las limitaciones económicas que tiene hoy el populismo en la región. Mientras el precio del petróleo permitió una política distribucionista, el líder de la `revolución bolivariana' mantuvo su popularidad, lo que se tornó difícil cuando bajó".
Para Oscar Raúl Cardozo, el derrocamiento de Chávez "es el producto de un golpe de estado militar, como la región no conocía desde hace un cuarto de siglo y, en consecuencia, un brusco regreso de lo peor de su pasado".
Para Cardozo, "el precedente inmediato" hay que buscarlo el 24 de marzo de 1976 en Argentina, cuando una Junta Militar derrocó al gobierno peronista de María Estela Martínez de Perón, inaugurando una etapa negra hasta 1983.
José María Pasquini Durán ve como "muy fácil la aplicación regional del efecto dominó" donde una ficha cae y arrastra a las otras. "De ahí que los gobiernos de la región, aunque fuera por instinto de conservación, deberían condenar los sucesos de Venezuela, rescatando a la voluntad popular en las urnas como el elemento determinante para pertenecer a la comunidad de naciones que reconocen a la democracia capitalista como el menos malo de los sistemas", propuso.
(INTERNACIONALES).