El presidente Eduardo Duhalde reconoció hoy que el plan que exige el FMI para destrabar la ayuda económica "nos puede llevar a dificultades mayores" y por esa razón el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, propondrá en Washington "modificaciones", ya que, advirtió, "no podemos a todo lo que nos plantean decirle que sí".

Dijo a Radio del Plata que Remes "va a hacer nuestro planteo de lo que entendemos por programa sustentable", aunque aclaró que "no es alternativo" al del FMI sino que simplemente "tiene modificaciones".

"Hay cosas que evidentemente hay que hacerlas, pero firmar un acuerdo que sabemos que no se va a cumplir... es peor el remedio que la enfermedad", advirtió Duhalde y agregó que "ni siquiera si se sacan a mucha gente de encima" las provincias pueden hacer el ajuste que pide el organismo internacional.

Por otra parte, Duhalde se comparó con "un padre o una madre de familia", que "si bien no se pone de rodillas, a veces tiene que bajar la cabeza, porque en realidad lo hace por sus hijos, lo hace por su gente. La situación mía es similar -explicó-: yo estoy convencido de que es muy importante tener ayuda internacional".

El mandatario respondió a las declaraciones del director gerente del FMI, Horst Koehler, quien el miércoles sostuvo que Argentina debe "reorganizarse e intentar tomar un tipo de medicina más amarga", incluidos despidos de empleados públicos.

Según el mandatario, "el problema fundamental de Argentina no viene por el lado del gasto sino por el lado del ingreso y eso tiene que ver con el fomento de la actividad productiva, con la reindustrialización que tiene que ver con el capital del trabajo para nuestras empresas".

Koehler había dicho el miércoles en el National Press Club de Washington que "el FMI no está pidiendo lo imposible", aunque advirtió que el pueblo argentino tendrá que enfrentar momentos duros, incluyendo despidos.

En tanto, el economista Miguel Angel Broda opinó hoy que la posible disposición gubernamental de una suerte de Plan Bonex para devolver los depósitos atrapados en el corralito bancario "es una alternativa aceptable siempre que esté bien instrumentado".

"Tenemos enormes problemas de gestión y básicamente falta de coordinación entre lo que se anuncia y lo que sale reglamentado", advirtió el economista, quien consideró que la reedición de un Plan Bonex "claramente es una solución dolorosa, pero una solución mejor que cualquier otra".

Broda dijo que si las cosas continúan como hasta ahora "y se permite que la gente continúe retirando el dinero de los bancos, el horizonte para tener el sistema financiero abierto se reduce a 15, 20 días en el mejor de los casos".

Al cierre de esta edición, el Banco Central estudiaba la posibilidad de disponer para mañana un feriado bancario y cambiario como consecuencia del abultado drenaje de fondos que esta padeciendo el sistema financiero, indicaron a DyN fuentes del sector.

El posible feriado tiende a proteger a muchas entidades hasta tanto se conozca y apruebe la ley que instrumentaría el bono por el que se canjearán los depósitos a plazo fijo, en una suerte de reedición del Plan Bonex.