Si algo le faltaba a la obra "Made in Lanús" -que se ofrecerá a los santafesinos el sábado 15, a las 21, en el Centro Cultural Provincial- para consolidarse como un verdadero clásico del teatro nacional, era constatar que veinte años después de su estreno podía volver a subir a escena y lograr en la platea el mismo estallido de emoción, júbilo y fervor que provocara entonces.

Es que la adaptación y puesta en escena que hiciera el autor y director Manuel González Gil de la obra de Nelly Fernández Tiscornia, protagonizada por un elenco de primeras figuras como Hugo Arana, Víctor Laplace, Ana María Picchio y Soledad Silveyra, ha logrado no sólo cosechar todos los premios Estrella de Mar 2002 de la temporada teatral marplatense (entre ellos Mejor Obra Dramática, Mejor Actriz y Mejor Dirección), sino que ha permitido nuevamente al público agotar las localidades, para poder ver sobre el escenario un tema que los reencuentre y los identifique, otorgándole la distinción más importante: el Premio Estrella de Mar 2002 al Mejor Espectáculo elegido por el público.

Nuevamente la historia de la entrañable "Yoly" (Soledad Silveyra) de Lanús y su incondicional esposo "El Negro" (Hugo Arana) ha subido a escena para recordarnos desde el escenario, hoy más que nunca, las razones por las cuales, a pesar de todo, seguimos estando aquí, creyendo aquí, soñando aquí y vislumbrando aquí nuestro futuro y el de nuestros hijos, a pesar de las lógicas razones de Mabel (Ana María Picchio) y Osvaldo (Víctor Laplace) para seguir su vida en el exterior.

Indudablemente, "Made in Lanús" sigue siendo la obra de teatro que mejor nos cuenta, nos define y nos refleja. Al menos los más de 30.000 espectadores que la ovacionaron de pie en Mar del Plata, esta temporada de verano, pueden dar testimonio de ello.

Ahora este exitoso montaje llega a la ciudad, con la puesta original, para que los santafesinos disfruten del espectáculo. La crítica ha señalado que "cuando termina la función, nadie oculta sus lágrimas. La obra conmueve y deja una mezcla de sensaciones (angustia y bronca sobre todo). Es un espectáculo para reírse mucho, pero que equilibra la balanza de las emociones con momentos de hondo dramatismo. Un texto rico por sus diversos matices".

"En síntesis, una obra auténticamente argentina, que habla del `orgullo de la sangre' (aunque lo pone en duda). Hace quince años el mensaje era algo más alentador: quedarse en la Argentina era una opción. Pero �cuál es la opción hoy?, se pregunta el espectador después de la función. `Qué sentido tiene quedarse en un país que ya no existe', dice el personaje de Arana. Aunque hay un mensaje claro: la necesidad de levantarse de la gente frente a las injusticias. Y la vigencia de ese mensaje es absoluta".

Las entradas pueden adquirirse en Tarjeta Naranja, San Jerónimo 2350 de nuestra ciudad.