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Igual que cuando era nuevo, el auto luce magestuoso en las calles de la ciudad. Los propietarios de autos de colección están aunados en un Club y comparten ese hobby al que le dedican mucho tiempo y esfuerzo. Cada marca tiene su historia y la del Nash, que hoy recreamos, es muy interesante.
El 13 de julio de 1916 -día caluroso en Chicago-, Charles W. Nash compraba la Thomas B. Jeffery Company. Así surgía la Nash Motor Company, fábrica estadounidense de automóviles con sede en Kenosha (Wisconsin).
Nash nació en una granja en Illinois el 28 de enero de 1864. Cuando tenía 6 años quedó solo y, gracias a su esfuerzo personal, logró aprender a leer y escribir y, trabajando en distintos oficios, reunió un pequeño patrimonio.
A los 20 años conoció a Jessie Halleck con quien se casó. En 1890 se mudaron a la ciudad de Flint. A los 26 años tuvo su primer trabajo de tiempo completo y poco después otro, en una compañía de carruajes controlada por William Crapo Durant, quien años más tarde fundaría la General Motors. La empresa, reorganizada como Durant-Dort Carriage Company llegó pronto a convertirse en el productor de carruajes más grande de Norteamérica y posiblemente del mundo, y Nash era su vicepresidente.
En 1897 vio por primera vez un automóvil en las calles de New York, y persuadió al dueño para que lo llevara a dar un paseo. En 1904, Durant compró la Buick, dos años más tarde fundó la General Motors. Dos años después su compañía estaba en problemas económicos.
Cómo nació el primero
Nash fue convocado para trabajar en Buick. Allí introdujo la línea de montaje, tal como lo había hecho en Durant-Dort. No pasó mucho tiempo hasta que llegó a la presidencia de General Motors.
A los 52 años, Nash renunció a la presidencia de GM y compró en 9 millones de dólares, la Thomas B. Jeffery, una de las más antiguas compañías de la industria automotriz, que ya había hecho famosa la marca Rambler y fabricaba automóviles bajo el nombre Jeffery. En 1917, el primer Nash salió de la fábrica de Kenosha, con un potente motor de 6 cilindros con válvulas a la cabeza, simplicidad de diseño y moderna concepción.
En 1919 se fundó LaFayette Motors Company y Nash era uno de sus inversores. También creó la Ajax Motors, para fabricar autos a precios más populares con la marca Nash y en 1924 fue el primero en ofrecer reloj eléctrico como un opcional.
La gran depresión
Había 108 fabricantes de automóviles en 1923 en los Estados Unidos, y sólo 44 en 1927.
En 1928, los modelos de alta gama venían equipados con un motor de doble encendido. Una revista inglesa testeó uno de estos vehículos y lo encontró sumamente silencioso.
Las ventas en el año 1929 eran extraordinarias hasta que se produjo el derrumbe del mercado de valores de New York. El récord de ventas de ese año recién se superaría en el año 1950. Los años que siguieron fueron de una gran depresión económica, pero gracias a la forma en que Nash manejaba el negocio, la compañía continuó dando ganancias cuando muy pocos pudieron hacerlo.
En 1936 cuando contaba con 72 años, decidió retirarse y eligió a George Mason, -quien llevaba 8 años como presidente de la fábrica de heladeras Kelvinator Corporation- como sucesor. Nash tuvo que adquirir Kelvinator como parte del trato. Finalmente, Nash-Kelvinator construyó 85.000 vehículos ese año, el número más alto desde 1929. En 1938 introdujo un novedoso sistema de control climático para calefaccionar el automóvil.
Producciones diversas
Durante la Segunda Guerra Mundial, la compañía se dedicó a fabricar motores de aviones. El 6 de junio de 1948 y cuando estaba en una sólida posición, Charlie Nash murió.
En 1949, el italiano Pinin Farina llegó a un acuerdo para diseñar prototipos para la Nash y, al año siguiente, presentaron el Rambler y el deportivo Nash-Healey.
A pesar de esto Nash estaba involucrada en problemas más serios y el Nash-Healey dejó de fabricarse en 1954 y, Nash y Hudson se fusionaron para formar American Motors. A fines de 1957 se discontinuó la línea Hudson y lo mismo pasó con la marca Nash. Al año siguiente, los productos de American Motors se venderían sólo con la marca Rambler. Los pocos productores independientes que quedaban debieron cerrar sus puertas y sólo el pequeño Rambler hizo posible que el último productor independiente siguiera fabricando automóviles. En un fútil intento por sobrevivir, AMC formó una alianza con Renault en 1978, pero finalmente sucumbió y fue comprada por Chrysler en 1987.
La imagen de Nash fue siempre de automóviles eficientes, elegantes y personales, a pesar de su precio medio.
Viene de Reconquista
El automóvil que ilustra la nota, es un Nash Modelo 421 Standard Six, del año 1929. El motor es de seis cilindros con siete bancadas, de 3.000 cc., con pistones de aluminio y una potencia de 53 HP a 2.800 rpm, que le permitían alcanzar tranquilamente una velocidad de entre 100 y 110 kph. Entre los 24 modelos presentados en 1929, Nash Motor Company construyó 190.463 vehículos, de los cuales 97.031 correspondieron a los modelos Standard Six en sus siete versiones diferentes de carrocería.
Este automóvil fue originalmente comprado en 1929 por Adriano Chavarría en "El Soplete", negocio perteneciente a la firma "Marcos Buyatti & Hermanos" de Reconquista y, de acuerdo a la factura original pagó $4.000, pesos moneda nacional, casi tres veces el valor de un Ford A.
Años más tarde, lo heredó Dionisio Chavarría a quien mucha gente de Reconquista recuerda como al "Tata Barrio".
Una década de trabajo
El actual propietario es un socio de la Escudería Santafesina de Automóviles Antiguos y del Nash Car Club of America, quien se lo compró a Dinisio en 1985. El auto estaba deteriorado por el paso de los años, pero completo. EL proceso de restauración fue muy meticuloso y terminó luego de diez años y gracias al trabajo de varios artesanos.
Todo comenzó en 1986 en el taller de un especialista que fue el encargado de restaurar el motor, la caja de velocidades y el chasis. Más tarde se arenó la carrocería y se realizó la restauración del tablero de instrumentos. Luego, el auto fue llevado a un taller de restauración en Paraná, donde se hicieron todos los trabajos de madera de la carrocería y pintura. Un amigo del propietario del automóvil continuó la restauración hasta terminarla.
Una vez concluidos los trabajos de tapicería y capota que se realizaron en Rafaela, se comenzó el armado final de todos su accesorios, tablero, paragolpes, cromados e instalación eléctrica. Finalmente, llegó el momento de ponerlo en marcha, pero no pudo ser. La gran desilusión vino al desarmarlo y encontrar que el primer especialista que restauró el motor, cometió un error que provocó que un cojinete de biela se fundiera. Superado esto, se encomendó el motor a un reconocido taller mecánico y se revisó todo el trabajo realizado en el chasis.
El baúl fue copiado de uno de la época que estaba en mal estado, del cual extrajeron los herrajes y la cerradura. El interior del mismo fue diseñado de manera que, además de algunas herramientas, tenga un bargueño con provisión de whisky y cognac, y copas con el logo de Nash.
A toda marcha
El primer viaje fue a las sierras de Córdoba para participar en un rally de automóviles de colección, también participó en eventos en Buenos aires, Mar del Plata, Pinamar, Rosario, Rafaela, Uruguay y Chile. El viaje al país andino se realizó en noviembre de 1998. Fue un raid con más de 70 automóviles antiguos marchando en caravana, recorriendo ida y vuelta los 1.815 kilómetros que separan a Buenos Aires de Viña del Mar y cruzando la Cordillera de los Andes. Una experiencia inolvidable fue ver la caravana avanzando zigzagueante en la bajada de Los Caracoles.
El Nash Car Club of America tiene aproximadamente 2.000 socios activos alrededor del mundo, y este año se está preparando para festejar el centésimo aniversario del Rambler, y lo hará en la ciudad de Racine. El evento se llevará a cabo entre el 21 y 26 de julio, con múltiples actividades programadas, como paseos, visitas a museos, desfiles de autos con sus propietarios vestidos de época, seminarios sobre la historia de Rambler, Jeffery, Nash, y de otras más.
El 27 de julio, en un festejo organizado por la ciudad de Kenosha, se realizará un show en el que se espera la asistencia de más de 1.000 autos de la marca y sus descendientes.
