Con una oportuna reacción, logró ganarle a Estudiantes de Paraná.
En uno de los encuentros correspondientes a la séptima jornada de la etapa final del
Pero más allá del valor estadístico que emerge de los cuatro puntos obtenidos, vale puntualizar el intrínseco valor que subyace en la oportuna reacción manifestada desde el arranque del complemento, aun después del try del minuto diez con el que CAE ostentaba un claro 22 a 6 a su favor.
Es que hasta allí, el control de las acciones había corrido de parte de la visita, pese a los notables inconvenientes provocados por el predominio ejercido en el scrum y en el maul por los forwards locales.
Los argumentos de esta paradójica situación están focalizados en dos ítems muy claros: una defensa impenetrable -sobre todo en el centro del campo- y un letal aprovechamiento de las situaciones propicias para marcar.
De esa forma nacieron y se estructuraron los dos ensayos entrerrianos que cerraron la etapa con un 17 a 6 a su favor, con la legitimidad que otorga el hecho de haberse mostrado impiadosamente efectivo con los errores adversarios.
Amén de las virtudes colectivas, CAE tuvo figuras descollantes como las del emblemático capitán Juan Rosas Paz; los talentosos Juan Francisco Ramírez Montrull y Matías Uranga; o el efectivísimo Martín Pita.
El "reacomodamiento emocional" del multicampeón santafesino comenzó a reflejarse en el marcador cuando Martín Butto apoyó el primer ensayo de su equipo, a los catorce minutos del complemento.
El veloz winger lo hizo respetando las virtudes que siempre lo caracterizaron: potencia y determinación junto al touch, con la mirada fija en el ingoal adversario, "desechando" los intentos defensivos que se cruzaron en su camino.
Con el juego decididamente manejado por sus forwards, Santa Fe Rugby Club comenzó a prevalecer prácticamente en todos los sectores. Con más entrega que orden se posicionó ofensivamente, generando no pocos inconvenientes a una defensa visitante que por entonces denotó algunas falencias, hasta ese momento inexistentes.
Si bien el pack de forwards fue el ariete que abrió el camino del festejado triunfo, debe también señalarse la correcta conducción del experimentado Gregorio Favre; la capacidad con que se desenvuelve el jovencísimo Pedro Benet (h.) -tomando decisiones propias de un "veterano"-; y la actitud de un grupo de backs que -con defectos y virtudes- dejan todo en cada pelota.
Dentro de ese contexto de protagonismos alternados, el éxito final pudo ser para cualquiera, ya que estuvieron igualados en veinticinco puntos y también se desperdició un par de penales factibles, por lo que el tramo final del partido resultó emocionante.
Está claro que ambos tuvieron merecimientos como para no quedarse con las manos vacías, lo que refrenda aquello de la paridad existente entre la mayoría de los participantes de un torneo que no deja margen para el festejo o el lamento, ya que en siete días presentará una dificultad similar o mayor a la afrontada en la agradable tarde de la víspera.
El encuentro se disputó en Sauce Viejo, con el referato del rosarino Sergio Tizón, ante un regular marco de público.
SFRC alistó a:
César Miño