Deportes: DEPO-17 Pesca: Bienvenido pejerrey


Haciendo honor a su condición de especie de aguas frías y aunque algo tarde en el calendario, han hecho su irrupción en los "pasos tradicionales" de nuestros espejos de agua, pequeños ejemplares de pejerrey cuyo tamaño oscila los 20 centímetros de largo total, aunque en ocasiones no muy frecuentes, aparecen algunos de tamaño medio -entre 25 y 30 centímetros- en los sitios que tradicionalmente utilizan para ascender por el río, sea por razones tróficas o alimentarias o bien -los mayores- para cumplir con el ciclo reproductivo.

Sitios como la costa este del río Coronda, oeste del Canal de Derivación Norte, la Curva del Surubí en el distrito Alto Verde, el río Colastiné en ambas costas, con prevalencia en ámbitos barrancosos, las confluencias del Canal de Acceso con el Colastiné y de éste con la Cortada Irigoyen, algo más al sur, la famosa Curva de Regatas y hasta la propia Costanera Oeste, son pesqueros a tener en cuenta si de capturar "flechas de plata" se trata.

A propósito de este apelativo que reciben los pejerreyes, digamos que la especie pertenece a la familia Atherinidae, que proviene del griego "Ather", que significa flecha, y "de plata", por la línea plateada que luce a lo largo de sus flancos, lo que sumado a sus delicadas formas, lo convierten en una de las mas bonitas especies dulceacuícolas.

El pejerrey es el pez más buscado por los deportistas y también por quienes viven de la actividad, no sólo por la exquisitez de su carne totalmente magra sino también por el alto precio que tiene en el mercado ictícola.

En nuestra zona y a despecho de que, así como "cada maestrito tiene su librito", "cada pescador tiene su carnada", las más usadas por su efectividad son el mojarrín vivo y entero, la isoca o bicho blanco, el filete de mojarra fresca, el camarón fresco que abunda en las costas y al que se lo procura con los denominados "bonetes" de tela y la lisa, una especie de escamas muy similar a la boga, cortada en filetes de escaso grosor.

En cuanto al arte de pesca, digamos que los deportistas utilizan cañas largas de acción de punta de no menos de 3 metros y, como aparejo, el clásico "chirimbolo" consistente en una línea con 2 o 3 boyas del tipo "yo-yo" o "chupete" colocadas a un metro de distancia entre sí, complementada con una boya piloto, cuyo peso permite lanzamientos a considerable distancia. Los anzuelos recomendables son los de la línea 1687 -oxidables- del número 1 ó 2 en los cuales "colgaremos el cebo elegido" para que tenga movimiento a través de la correntada, ya que, digámoslo una vez más, la naturaleza le brinda a los peces alimentos en movimiento y todo lo que tienda a imitarla va en favor del pescador.

Reiteramos que los ámbitos barrancosos -pegado a la costa- a la salida de los remansos y en ocasiones dentro de éstos, son los lugares que pueden depararnos algunos ejemplares de la codiciada especie.

Juan Carlos Mottier