La gran extensión norte-sur del territorio santafesino le permite albergar tres regiones con características económicas y sociales diferentes.
El 42 % de la superficie de la provincia, que comprende los departamentos 9 de Julio, Vera, San Javier y General Obligado, constituye el Norte santafesino, región que, a excepción de una parte del departamento General Obligado, tiene por centro el Polo Reconquista-Avellaneda, está prácticamente despoblada, tiene bajo nivel de PBG y una población que exhibe todas las características del subdesarrollo. Contiene solamente el 8,9 % de la población de la provincia y, según el último Censo Nacional Económico, generaba el 5,4 % del valor de producción censal.
La región Centro -que incluye los departamentos La Capital, Garay, San Justo, San Jerónimo, Las Colonias, San Cristóbal, San Martín y Castellanos- abarca el 37,3 % del territorio provincial; tiene un desarrollo promedio algo menor al de la región sur, pero un fuerte polo industrial con centro en Rafaela y el importante polo en torno de la ciudad capital.
En esta región habita el 32,5 % de la población provincial, y según el último Censo Nacional Económico generaba el 26 % del valor de la producción censal de la provincia.
Por último, la región Sur -constituida por los departamentos Belgrano, Caseros, Constitución, General López, Iriondo, Rosario y San Lorenzo- abarca el 20,7 % del territorio provincial y posee algunas características de zona desarrollada. Contiene el 58,6 % de la población de la provincia, y según el último Censo Nacional Económico, generaba el 68,6 % del valor de su producción censal (ver cuadro 1).
%sLos encadenamientos industriales
El perfil de la economía de Santa Fe está definido por cinco encadenamientos productivos, que comienzan generando materias primas que son transformadas en la provincia hasta llegar a ser productos de consumo o insumos industriales: granos, carnes, leche, hierro y químicos.
El análisis de los encadenamientos permiten también marcar las diferencias entre los perfiles industriales de las tres regiones santafesinas. En el cuadro N° 2 se observa que la región Sur se especializa en granos (24,8 %) y hierro (22,6 %). La región Centro tiene una fuerte especialización en los clusters de leche (28,8 %) y carnes (15,6 %), y la región Norte se especializa en carnes (33,1 %) y granos (19,2 %) (ver cuadro 2).
Objetivos
De acuerdo con el perfil geoeconómico provincial, las prioridades de la política pública santafesina deberían ser las siguientes:
Primero: el desarrollo del espacio vacío provincial y la lucha contra la pobreza. El primer objetivo debe ser nuestra gran deuda interna: el 40 % del territorio de la provincia está vacío de población y actividad económica, cuando lo comparamos con el resto del territorio.Por lo tanto, la meta será colonizar y desarrollar el territorio provincial. Para ello se requiere refundar pueblos y dotarlos de infraestructura, para poder repoblarlos y poder dar mejor calidad de vida a los cientos de miles de habitantes que viven en la pobreza y marginados en torno de las grandes ciudades.Si esta recolonización está acompañada por un claro sesgo conservador de los recursos naturales y del medio ambiente, tendremos un programa de desarrollo que se hará acreedor a las máximas prioridades de todos los organismos internacionales, pues ataca simultáneamente tres problemas que les preocupan sobremanera: el subdesarrollo, la pobreza y el medio ambiente.
Segundo: cuidar nuestro principal recurso productivo: la tierra. Nuestra provincia es el corazón de la Pampa Húmeda. Tres de los cinco encadenamientos productivos que definen el perfil productivo de Santa Fe empiezan en la tierra: son los encadenamientos que se desarrollan respecto de granos, carnes y leche.Por lo tanto el gobierno provincial deberá dar prioridad en las correspondientes partidas presupuestarias a todo lo vinculado con la conservación de la calidad productiva del suelo, e insistir ante los legisladores nacionales de la provincia para que actúen en el mismo sentido. Por ejemplo, se deberán financiar proyectos de investigación básica y aplicada en las universidades estatales o privadas radicadas en el territorio provincial, destinados al mejoramiento de los suelos, al control de las aguas subterráneas y pluviales, al desarrollo y difusión de técnicas de producción conservadoras del suelo, al desarrollo de las cadenas de valor agregado de los tres productos antes mencionados, a la conquista de nuevos mercados externos, a la inversión en recursos humanos en todas estas actividades, por citar sólo algunos posibles destinos.
Tercero: el agua. El agua es vital para la vida y actividades humanas. Las cosechas, la minería e industrias, la generación de electricidad, el transporte y las comunicaciones consumen millones de hectolitros. Sin embargo, sólo el 3 % del agua del planeta es potable, y cada vez se abre más la brecha entre la demanda y el suministro. El agua es cada vez más escasa.No sólo el desfasaje entre la oferta y la demanda de agua se multiplicó por cinco durante el siglo XX, también el ritmo del desfasaje se incrementó.En la segunda mitad del siglo XX, se triplicó la demanda de la primera y se pronostica que, de aquí en más, el reclamo se duplicará cada veinte años.Santa Fe debe aprovechar las tremendas ventajas que el mundo escaso de agua potable ofrece a un territorio abundante en agua, tanto fluvial como pluvial. Por lo tanto, se deben aplicar a este recurso las mismas consideraciones que al suelo.
Cuarto: el transporte. Santa Fe es el eje del espacio económico del sur de Sudamérica. El gobierno provincial debe dar prioridad en las asignaciones presupuestarias, en todas las políticas con él vinculadas, al transporte sea por tierra, agua o aire.
Quinto: recursos humanos. La ventaja comparativa de las regiones en el mundo globalizado reside no en lo que la región tiene por obra de la naturaleza (recursos naturales), o por lo que pudo haber acumulado a través del tiempo (capital) sino en lo que "es" en términos de recursos humanos y en la capacidad para organizarlo en función de la producción de bienes.Por lo tanto, entre las máximas prioridades de la política a desplegar por la provincia debe estar la formación de recursos humanos.
Sexto: vinculación con el mundo. La vinculación de nuestra región con el resto del mundo es una imposición de la economía globalizada. Por lo tanto, el gobierno provincial debe otorgar prioridad a las asignaciones presupuestarias, y en las restantes políticas, a las acciones destinadas a ayudar a las empresas radicadas en la provincia, en la tarea de abrir nuevos mercados y mantener los que posean actualmente.
Doctor Tulio Alberto Ceconi