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Una venganza contra el padre, un secuestro seguido de muerte realizado por una banda mixta entre policías y delincuentes, o una interna policial son algunas de las versiones por el crimen del joven secuestrado Diego Peralta y los investigadores aún dicen no inclinarse por ninguna.
Fuentes de caso explicaron que si bien el resultado preliminar de la autopsia reveló que Peralta fue asesinado entre 10 y 15 días antes del hallazgo del cadáver, los especialistas realizarán nuevos estudios para determinar la fecha exacta del crimen, ya que para los pesquisas es un dato fundamental.
Los expertos policiales y judiciales aún dicen mantener dudas acerca del móvil del homicidio y sospechan de varias hipótesis.
Esto también es lo apuntado por el abogado de la familia de la víctima, Marcelo Dángelo, quien aseguró en reiteradas oportunidades que "existen varias líneas investigativas y en al menos una de ellas figuran policías involucrados".
Una hipótesis es la posible venganza contra el padre del chico. Es que -según la versión- en alguna oportunidad Luis Peralta habría "marcado" a una banda de piratas del asfalto, cuyos integrantes habrían sido detenidos.
Esos delincuentes recuperaron su libertad a los pocos días y fueron en venganza de quien los delató, dicen quienes abonan a esa hipótesis.
"Luis nunca me comentó nada parecido a eso. Es todo una mentira", dijo a Télam el abogado Dángelo, en un intento de desmentir lo que circula con insistencia entre los investigadores.
Otro rumor que involucra al padre de Peralta es que años atrás habría baleado a un hombre que pretendió asaltarlo y que, con la muerte de Diego, gente cercana al delincuente se vengó.
En tanto, otra de las sospechas de los pesquisas se centran en dos policías bonaerenses a quienes le habrían realizado escuchas telefónicas para constatar su vinculación en el caso.
La versión indica que esos policías podrían formar parte de una banda de secuestradores junto a otros delincuentes que "levantaron" a Diego Peralta y que, rodeados por los investigadores, decidieron asesinar al chico.
Sin embargo, la pista policial no se agota en estos dos hombres, ya que los investigadores escuchan desde el principio del hecho la posibilidad de que sectores enfrentados de la fuerza pudieron "tirarse un muerto" entre jurisdicciones.
Esta hipótesis aparece ya que al chico lo secuestran en zona del partido de Lomas de Zamora y su cadáver fue hallado en un territorio controlado por la Departamental Quilmes.
Todo esto sumado a que quienes secuestraron al chico en El Jagüel el 8 de julio, estaban vestidos con ropas azules similares a las que usan los bonaerenses y gritaron "íAlto policía!", como lo hacen reglamentariamente los efectivos policiales.
También está en la mente de los pesquisas la detención del primer encargado de este caso, un subcomisario acusado por robo y extorsión que habría cometido, junto a sus hombres, contra un comerciante.
Pero como si esto fuera poco, el jefe de la flamante división Antisecuestros de la Bonaerense, comisario inspector Domingo Casafús, detuvo a dos efectivos de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad de Lomas de Zamora, sospechados de integrar una banda de secuestradores.
Tal es el desconcierto que existe entre los investigadores que la causa quedó virtualmente desdoblada en dos y cada una de las partes cuenta con un juez federal distinto.
Una de las partes de la pesquisa está a cargo del juez federal de Lomas de Zamora Carlos Ferreiro Pella, quien intervino desde la desaparición del joven.
Este magistrado tiene a su cargo todo lo tendiente a la búsqueda de los asesinos de Peralta y bajo su cargo trabajan expertos de la División Delitos Complejos de la Policía Federal y del Grupo Antisecuestro de la Bonaerense, aunque ésta última tiene las horas contadas en el caso.
Por otra parte, el juez de La Plata Manuel Humberto Blanco interviene en la causa desde el hallazgo del cadáver en la tosquera de la localidad de Ezpeleta, ya que esa zona queda bajo la órbita federal del Departamento Judicial de la capital provincial.
Diego Peralta fue encontrado muerto el lunes al mediodía tras permanecer desaparecido durante 39 días.
De acuerdo con un informe preliminar de la autopsia, el cuerpo del joven presentaba siete puñaladas en la garganta y otras tres en la espalda, a la altura del hombro derecho, todas efectuadas con un cuchillo de hoja fina aserrada. Además, el resultado de la autopsia reveló que Diego murió por las hemorragias y que fue arrojado muerto a la tosquera. (Télam).
Cuatro hombres intentaron balear hoy en la localidad de Monte Grande al hermano de uno de los policías que se desempeñaba en la comisaría de El Jagüel, que fue incendiada días atrás por vecinos enfurecidos ante sospechas de participación policial en el secuestro y crimen de Diego Peralta.
El caso ocurrió a las 6.50, cuando Carlos Giménez, hermano del sargento Miguel Angel Giménez, numerario de la seccional de El Jagüel, arribaba en automóvil a su casa, en Rivadavia al 1063, donde fue interceptado por cuatro hombres armados que intentaron atacarlo a balazos, pero la maniobra fue frustrada por la aparición del sargento policial. (Télam)
Investigadores del homicidio del adolescente Diego Peralta difundieron hoy un identikit de uno de los sospechosos, que habría sacado al menor del remís en el que viajaba cuando fue interceptado y secuestrado.
Fuentes judiciales señalaron que el sospechoso posee una estatura de entre 1,70 y 1,73 metros, cabello negro y muy corto, tez oscura, alrededor de 30 años y contextura mediana, y al momento del secuestro vestía "chaqueta azul tipo policial".
Tanto el dibujo del presunto criminal como sus datos fueron obtenidos del relato de una testigo que está bajo protección del juzgado interviniente, que fue hallada por el padre y el tío de Peralta cuando buscaban testigos entre el vecindario.
También colaboró en el identikit el remisero que transportaba a Peralta el día de su desaparición, aunque no pudo precisar rasgos del rostro del criminal, ya que no lo habría visto con claridad.
Por otra parte, el subsecretario de Seguridad de la Nación, Carlos Vilas, criticó hoy los "discursos altisonantes" de funcionarios que son designados para "resolver problemas", en relación con las declaraciones del viceministro de Seguridad bonaerense, Marcelo Sain, quien vinculó el caso Peralta con una eventual interna bonaerense justicialista.
"Sólo voy a decir que yo también ocupé ese cargo y fui nombrado para enfrentar problemas, y no para hacer discursos altisonantes que pueden llegar a pensar que son justificaciones de mi propia inoperancia", dijo en declaraciones formuladas a radio La Red.
Vilas descartó que la violencia en el conurbano esté relacionada con una "interna policial en contra del ministro Juan Pablo Cafiero", y deslizó que "mientras este hombre no aporte algo más que un berrinche o un capricho, no puedo prestarle atención".
Sin embargo, cuando le preguntaron sobre elementos corruptos en la fuerza, admitió que no es un problema "de ahora", pero justificó a la "inmensísima mayoría del personal, porque es gente fantástica".
Vilas elogió además la conducción de (su actual jefe) Juan José Alvarez al frente del Ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia.
"Tuvo un estilo muy firme desde el principio, con una clara asignación de tareas", dijo, y remarcó que el actual ministro de Justicia y Seguridad de la Nación "se reservó la definición y conducción de la política". (Télam)