Con el cálido marco otorgado por la temperatura ambiente, sumado al clima festivo que circundó a las acciones, Taragüí Rugby Club le ganó al Santa Fe Rugby Club por 25 a 24, consagrándose campeón del grupo Ascenso del V Torneo del Interior, organizado por la Unión Argentina de Rugby.

De esta forma, la prestigiosa entidad correntina prolongó su notable récord de treinta dos partidos sin conocer la derrota; consiguió un título nacional; y además, otorgó a la Unión del Noreste, una plaza más para la competencia federal del año venidero.

El partido arrancó con el multicampeón santafesino mejor posicionado, transformándose paulatinamente en propietario de las acciones, con tanta determinación como paciencia. Estos valiosos argumentos entusiasmaron, ya que no sólo sustentaron el control, sino que hicieron posible la apertura del marcador, merced a un ensayo impecablemente pergeñado y definido.

Como era dable esperar, la visita mejoró pausadamente, aferrándose a un estilo irrefutable: pugnar por la recuperación en forma decidida y ordenada, para luego intentar mantener la pelota viva, a través de la natural movilidad de todas sus líneas.

De esa forma, en un contexto de evidente paridad, Taragüí plasmó impiadosamente en el ingoal santafesino las escasas oportunidades que dispuso, las que en general fueron generadas por mérito propio, amén de algún desacierto adversario.

Tres conquistas consecutivas en nueve minutos provocaron el consiguiente desconcierto santafesino, estableciendo un incómodo 15 a 7 en el marcador. Pese a intentar salir de tan adversa situación, Santa Fe Rugby no lo logró, transformándose en una muy controlable "sumatoria de voluntades", carente de orden y precisión.

La etapa concluyó dentro de esas características y una diferencia que hasta pudo llegar a ser más amplia, de no mediar un par de aciertos defensivos, más alguna imperfección defensiva.

El segundo tiempo denotó los habituales condicionamientos de una final. Tuvo un gran "espacio" donde no hubo prácticamente nada para destacar: los diez minutos iniciales y un prolongado lapso central.

Luego, evidenció una incipiente recuperación del local, que a través de un par de aciertos ofensivos revirtió el marcador, mucho antes de llegar al cenit de su rendimiento.

Lo mejor se focalizó en la decena de minutos finales, donde más allá de cierto desorden, el partido se hizo de ida y vuelta, dejando la sensación de que las mieles de la victoria podían direccionarse hacia cualquiera de los dos protagonistas.

Cuando a tres minutos del final, el incontenible maul santafesino se derrumbó en el ingoal visitante, marcando el quinto ensayo del partido, muchos creyeron que la suerte estaba echada.

Sin embargo, los correntinos demostraron que además de practicar un buen juego, poseen el temple y el oficio necesario como para afrontar este tipo de definiciones. El premio llegó en tiempo de descuento, por intermedio de una conquista de Fernando Piragine, un multifuncional "todo-terreno" de esos que juegan con la mente fría y el corazón caliente.

No hubo tiempo para más. Taragüí celebró efusivamente lo que legítimamente supo conseguir en la cancha, a través de la férrea convicción en una identidad rugbística muy bien definida.

Santa Fe Rugby debe resignarse con la serenidad que otorga una muy buena campaña, pero fundamentalmente por haberla construido en base a actuaciones que evidenciaron la notable mejoría alcanzada durante esta temporada. La que ahora entregará una rápida "revancha" en el Torneo Nacional de Clubes, competencia en la que ya acumula un triunfo (ante Lince de Tucumán), mientras espera por su próximo rival, emergente del certamen de Reubicación de la Unión de Rugby de Buenos Aires.

El match se disputó en Sauce Viejo, ante un buen marco de público, con el referato del cordobés Marcelo Domínguez, quien contó con la colaboración de los entrerrianos Víctor Maximiliano Rabuffetti y Jorge Caíno, como jueces de touch.

SFRC alistó a: Diego Hernández (José De Biaggio), Gustavo Stieffel y Guillermo Botta; Leopoldo Aglieri y Osvaldo Stratta (Joaquín Reynoso); Leopoldo Maillot (capitán), Ignacio Sanz (Exequiel Milessi) y Rodolfo Benavídez; Gregorio Favre y Pedro Benet (h.); Juan Manuel Agudo (Martín Butto), José Bonfanti, Gonzalo Moleón, Pablo Diburzi y Gustavo Alvarez. Coaches: Federico Caputto, Guido Montes de Oca, Federico y Angel Gorla.

Taragüí a: Sergio Silva, Ariel González y Gerardo Guglielmoni; Gonzalo Ramírez (José Landriel) y Juan Fernández Capurro (Guillermo Abeledo); Fernando Piragine, Víctor Rolón y Carlos Lorenzo; Juan Carlos Palma y Ramiro Maiquez; Carlos Benítez Meabe, Diego Gómez Coll (capitán), Felipe Fagés, Gabriel Saavedra y Carlos Fageti (Alejandro Szcope). Coaches: Juan Martín Meabe, Juan Romero y Edgardo Guglioni.

Primer tiempo: 7 try de Moleón y goal de Benet; 14, try de Saavedra; 20, try de Fages, 23, try de Maiquez.

Segundo tiempo: 13, penal de Benet; 15, try de Moleón y goal de Benet; 30, penal de Rolón; 37, try del maul y goal de Benet; 40, try de Piragine y goal de Rolón.

Tras la obtención del título, Diego Gómez Coll, centro y capitán de Taragüí Rugby Club, interrumpió la vuelta olímpica que emocionadamente dieron sus compañeros, para dialogar con El Litoral y Cable & Diario.

Inicialmente, analizó los alcances del flamante éxito.

� "La verdad que éste es un festejo increíble para nosotros, ya que más allá de la racha, sabíamos perfectamente que hoy veníamos a jugar una final en la condición de visitante, con un gran equipo que también venía muy bien, por lo que debíamos mantener la concentración el mayor de tiempo posible. Creo que hicimos muy bien las cosas en el primer tiempo, logrando una diferencia tranquilizadora. Sin embargo, en el segundo, SFRC se vino con todo, nos desconcentramos y realmente se complicaron seriamente las cosas. Felizmente, sobre el final logramos reacomodarnos y, sobre todo, revertir el resultado, que sin dudas pudo favorecer a

cualquiera".

Al ser consultado sobre los argumentos que hicieron posible esta feliz realidad de treinta y dos partidos invictos, respondió con firmeza y satisfacción.

� "Creo que la base es el numeroso plantel que poseemos, integrado por unos 35 rugbiers de un nivel parecido. Durante todo el año nos sacrificamos para dejar lo mejor de nosotros en cada partido, y gracias a Dios lo hemos logrado. Ahora debemos ratificarlo en el Nacional de Clubes, donde inicialmente nos tocarán equipos de Buenos Aires".

Posteriormente destacó la importancia del Torneo del Interior.

� "La única forma de crecer es jugar con los mejores. Esta plaza extra que hoy conseguimos para nuestra Unión (la del Noreste) es muy importante, ya que el que salga campeón el año próximo, jugará en el sector principal. El saldo de este torneo es buenísimo, ya que nos da la posibilidad a los clubes de todo el país de competir frente a adversarios de diferentes características, lo que sin dudas aporta para el crecimiento deportivo y humano".