Celestito y A-Tirador Laser en Club Oxo
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En zona de Cuatro Vías, Pje. Larramendi y Facundo Zuviría, un ex pelotero se transformó en el Club Oxo, donde han comenzado a organizarse recitales. Este sábado a las 22.30 arrancará la música de Celestito y A-Tirador Laser, una banda local asociada a otra porteña que ya se presentaron hace casi un año en ATE, y en abril actuaron juntas en un pub de Buenos Aires.
Los grupos, por lo tanto, vuelven a asociarse en un recital. "Tocamos juntos porque nuestras propuestas no se oponen, y se unen en algún punto", explica Celestito, definiendo esta situación semi-conyugal. Además, también hay amistad.
Organiza Celestito, y la ocasión será especial: "Ofreceremos un show de más de dos horas con muchos de los temas nuevos que figurarán en nuestro próximo compacto", señalan. Desde el punto de vista musical, "estamos más rockeros, y ahora vamos a poner cuatro voces al frente, tres femeninas y una masculina".
Mauricio Vázquez, teclado, y Teo Cuevas, batería, serán músicos invitados que se añadirán a la formación habitual de Celestito, o sea Ale Papini, guitarra y voces; Gonza C, bajo y voces; Tamara Fanta, sintetizadores y voces; Martín Margüello, batería, y Ursula Fanta, voces.
La banda visitante A-Tirador Laser es liderada por Lucas Martí, hijo del conocido fotógrafo Eduardo Martí y hermano de Emanuel Horvilleur, uno de los Ilya Kuriaki, el que no lleva el apellido Spinetta. Otro integrante de abolengo es el tecladista Miguel García, hijo de Charly.
Las canciones del grupo oscilan entre el rock y el pop, ya editaron tres CD y preparan el cuarto.
En la puerta, la entrada costará cinco pesos, y tres en forma anticipada, en Harley, galería San Martín, y en Spiderman, galería Arbol Solo. Concluido el recital, se bailará con Dj Carlu, que perteneció a la familia Celestito.
Se oye decir que Celestito es un fenómeno de culto en nuestro medio, y con un público que los ha escuchado en Buenos Aires, donde también tienen muy buena prensa. Surgió como trío en el '97, y en su única grabación independiente, a principios del 2000, se sintetizan los territorios musicales recorridos hasta ese momento: la canción pop, la electrónica y el trip hop.
La música celéstica representa la diversidad de las expresiones que escucha la banda y de lo que llaman "autodidactismo paranoico-crítico", y también de la formación en forma de estrella, la de un quinteto que compone sin director, equilibrando fuerzas invisibles.
En Radar, suplemento de Página 12, definieron así el trabajo: "Reversionamos temas, vamos cambiando el sonido de Celestito de siempre. El tiempo es bravo y el pop va montado a ese caballo. Entonces ahí es donde irrumpe la energía del rock para hacerlo arrancar y arrancarnos".