Con José Manuel Abarno nos abandonó recientemente un conocido y querido maestro de locutores. Su personalidad, trayectoria y enseñanzas están detrás de muchas de las voces actuales, las que fue apuntalando a lo largo de su recorrido. Llegó a los 84 años y su nombre también fue sinónimo de tango.
Abarno había nacido en Concordia (Entre Ríos); pero los primeros pasos en el mundo radiofónico los dio a los 18 años en Córdoba, en las radios Saturno, LV2 Radio Central y LV3 Radio Córdoba.
En su extensa trayectoria, quedó registrado su paso por las emisoras locales LT 10, LT 9 y Radio Nacional. En una nota periodística de la época se destaca su programa diario "Historiografía del tango", compuesto por música, palabras, anécdotas y la intención de actualizar la vigencia del dos por cuatro, reverenciando a los hombres que pusieron su talento al servicio del sentimiento popular.
Su voz traspasó las fronteras: en la emisora de onda corta Radio Electra de Asunción del Paraguay, en Colombia, México, Cuba, Uruguay, Brasil y Chile, siempre fiel a la divulgación tanguística.
Obtuvo numerosas distinciones, como el trofeo presidencial Emilio Aleman (59) y la Presea Honrosísima de Aguila Azteca (62) y un primer premio de la Voz Panamericana, todos de México, por la diagramación y comentarios de música popular argentina, en programas transmitidos a través de la cadena de catorce emisoras continentales que llegaba hasta Nueva York. En los años '60 y '61 visitó España, Suecia, Francia, Holanda y Dinamarca, gira en la que aprovechó a difundir la música popular argentina.
Durante sus últimos años trabajó en Canal 13 de esta ciudad. Según su esposa Juanita, que lo acompañó durante más de 20 años, Abarno prestó servicios a la empresa desde enero del '69, en su carácter de locutor en off hasta febrero de 1976; allí pasó a ser jefe de locutores hasta 1991, hasta jubilarse. Aunque más tarde se reintegró a la labor por un año más, en el '94.