Buenos Aires.- A punto de cumplirse dos meses de la desaparición de María Marta García Belsunce, en uno de los crímenes más misteriosos de los últimos tiempos, el fiscal de Pilar Diego Molina Pico trabajaba en los últimos detalles para ordenar una serie de medidas que podrían llevar al esclarecimiento del caso.

Entre ese conjunto de medidas, no se descarta la detención de una mujer que habría estado en la escena del crimen.

Mientras tanto, la familia de la víctima salió en las últimas horas a intentar poner paños fríos a la serie de rumores que generó el caso y que puso a muchos de sus integrantes bajo un manto de sospecha ante la opinión pública.

Es que, más allá de que no quieran confiarlo ante la prensa, el círculo íntimo de María Marta asegura haber llegado en las últimas horas a identificar quién sería el responsable del homicidio y esclarecer el porqué de su asesinato, pudo saber la agencia DyN.

Y confían en que "por más doloroso que sea", quieren que esa persona esté tras las rejas.

En ese marco, el abogado de la familia, José Licinio Scelzi, aseguró hoy a DyN que "los enigmas que este doloroso caso presenta probablemente comenzarán a contestarse en pocas horas o días".

Tras destacar la "aplicada investigación" del fiscal Molina Pico, Scelzi subrayó que tanto él como "la familia de María Marta, su marido Carlos Carrascosa y algunas amistades han contribuido y contribuyen cotidianamente de modo muy activo al progreso de las averiguaciones".

"De no ser por esos positivos aportes -advirtió-, seguramente el sumario no registraría el grado de avance que hoy contiene".

Según confió, "pronto sabremos que algunos de los presuntos indicios que más atención concitaron a los investigadores, a la opinión pública y a mí, sólo sirvieron para distraer u oscurecer el recto camino de la reconstrucción de la verdad de interés al caso".

"Siento que estamos cerca de identificar a la persona responsable del homicidio. Cuando esto ocurra, quiera Dios que muy pronto, se despejarán las confusiones y se eliminarán las conjeturas, muchas de las cuales alcanzaron el estado de profundas ofensas a la honra y reputación de inocentes", remarcó el abogado en diálogo con esta agencia.

Según dijeron fuentes allegadas a la investigación, el fiscal Molina Pico, a cargo de la investigación del crimen, siguió trabajando los feriados de Navidad para avanzar en la investigación y aguardaba ahora el resultado de dos o tres diligencias que podrían servir para el esclarecimiento.

Sin embargo, aún no se dispuso ninguna detención, como se esperaba.

Esos anunciados futuros arrestos llevaron al esposo de la víctima, Carlos Carrascosa; a su hermano, el periodista y abogado Horacio García Belsunce; y a su cuñado Guillermo Bártoli -quien ya estuvo detenido varias horas en la causa que se tramita en el fuero porteño por las irregularidades en la funeraria- a presentar sus respectivos pedidos de eximición de prisión ante la posibilidad de que se ordenaran medidas contra ellos y que aún no fueron resueltos.

En las últimas horas, las sospechas parecían apuntar a una mujer que estuvo en la escena del crimen y que aún no pudo ser identificada por los investigadores.

"Acá tuvo que haber un secreto muy grande para que alguien, posiblemente de la familia, convenciera al resto de encubrir el crimen y hacerlo pasar como un simple accidente doméstico", opinó uno de los investigadores que fue sondeado por esta agencia, sobre cuál fue el verdadero móvil del crimen.

María Marta García Belsunce, de 50 años, vicepresidenta de la agrupación Missing Children y miembro de la asociación Amigos del Pilar, apareció muerta en el baño de su lujosa casa, en el country club Carmel, de Pilar, el 27 de octubre último.

Pese a la gran cantidad de sangre que había en la casa y a que estaba vestida dentro de la bañera, se creyó que su muerte se había producido por un accidente doméstico, hasta que un mes y medio después una autopsia reveló que había recibido cinco balazos en la cabeza.

Semejante error se vio respaldado por extrañas circunstancias como el llamado de García Belsunce (h) a un jefe policial, el comisario Angel Casafus, pidiendo que le sacara a la policía "de encima", o el hecho de haber tirado al inodoro el sexto plomo que -no obstante- logró ser hallado la semana pasada en el pozo ciego del country.

Fue por eso que en la opinión pública y entre los propios investigadores crecieron las sospechas sobre la familia de María Marta García Belsunce. (DyN).

Buenos Aires.- El médico Santiago Biasi, quien se había negado a firmar el certificado de defunción como muerte accidental de María Marta García Belsunce, confirmó que al momento de llegar a la casa de la víctima había "un baño de sangre", situación que describió como "un cuadro dantesco" que "se tendría que definir como un horror sangriento".

El profesional volvió hoy a desconfiar de la familia y consideró, de acuerdo con el avance de la investigación judicial, que "aparentemente" el crimen "no va a quedar impune".

"Hay una cuestión muy puntual, que es quién fue el autor material de esto; es lo más importante, y el hecho, aparentemente, no va a quedar impune", señaló el médico.

Biasi, quien fue despedido de la empresa de emergencias médicas para la que trabajaba después de salir como testigo presencial en el caso por sostener que la muerte de la socióloga "no fue un hecho accidental", dijo esta mañana por radio Continental que "el homicidio ocurrió un tiempo antes" de las 19.20, cuando él llegó a la casa donde fue hallado el cadáver, en el country Carmel de Pilar.

En tanto, el médico dejó entrever algunas dudas sobre las declaraciones y la actuación de la familia en el caso.

"Lo único que me llamó la atención fue el hecho de mantener una situación contenida ante la dramatización que tenía un cuadro así", relató el médico, quien agregó que esa actitud de la familia "fue lo que me hizo dudar del accidente doméstico".

Sin embargo, aclaró que no quiere "prejuzgar", y que "está la Justicia para determinar si las actitudes que tomó la familia son correctas".

Biasi también confirmó que en la casa, el día del crimen, además del marido de María Marta, estaban "la kinesióloga limpiando manchas de sangre de la pared", y también había "personal doméstico", aunque aclaró que solo habló con los familiares que se encontraban "en el primer piso" de la vivienda.

No obstante, el médico evitó brindar más precisiones sobre los hechos de los que fue testigo, para "conservar el secreto de sumario" en la investigación. (DyN)