El presidente Eduardo Duhalde, el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, y otras figuras del peronismo y del sindicalismo se hicieron presentes en la tarde de ayer en el velatorio del dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Lorenzo Miguel, cuyos restos iban a ser sepultados hoy en la necrópolis de Flores, en Buenos Aires.

El presidente Duhalde llegó a la casa velatoria ubicada en el barrio de Villa Lugano alrededor de las 16.30, y permaneció alrededor de quince minutos en el lugar.

El mandatario calificó como "un gran y querido amigo" al dirigente metalúrgico, y como un "hombre honesto" que se convirtió en un símbolo del "sindicalismo peronista".

"Mis palabras para la familia (de Lorenzo Miguel) son de afecto y cariño. Siempre hemos estado reunidos", finalizó el presidente Duhalde.

Otro de los que concurrió a la casa velatoria fue el ex diputado peronista Herminio Iglesias, quien manifestó que Miguel fue "un extraordinario hombre y amigo" que "en vida lo único que hizo fue hacer bien a todos los que eran sus compañeros y a los que no lo eran".

"Era un un verdadero peronista, del peronismo de (Juan Domingo) Perón y de Eva Perón", dijo Iglesias.

Por su parte, el intendente de Tres de Febrero, y ex sindicalista de la UOM, Hugo Curto, consideró que el dirigente metalúrgico fallecido era "un hombre que para nosotros fue un padre, más que un amigo".

"Fue uno de los actores fundamentales de la vuelta a la democracia. Uno de los gestores de esta democracia que estamos viviendo ahora", enfatizó Curto.

También estuvo presente la legisladora porteña Irma Roy, quien sostuvo que Miguel fue "un gran dirigente" y el "mejor compañero".

Asimismo, el diputado nacional de extracción sindical, Saúl Ubaldini, dijo que el ex titular de la UOM fue "un gran amigo" que "siempre cimentó la unidad sindical y política del peronismo".

También estuvo el director técnico de Newell's Old Boys, Héctor Bambino Veira, quien aclaró que sólo lo hacía porque "Lorenzo era hincha de San Lorenzo", como él, el dirigente de los taxistas, Omar Viviani, y el ministro de la Producción, Aníbal Fernández.

Entre las coronas que ingresaron a la sala mortuoria figuraron una que decía "Presidente de la Nación y señora" y otra enviada por "Carlos Menem y señora".

La muerte del histórico dirigente gremial se produjo en las primeras horas de ayer en el Sanatorio Mitre, donde se encontraba acompañado a diario por su esposa Elena Ramos, su hija Mariana y su secretaria Lidia Vivona.

Su enfermedad se agravó durante el último año, lo que motivó que se sometiera hasta tres veces por semana a sesiones de diálisis, impidiéndole durante todo 2002 concurrir a su despacho de la UOM, y obligándolo a una reclusión domiciliaria acompañado por su mujer y sus hijos.

Quién fuera la figura más emblemática del sindicalismo argentino, que controló con mano firme los destinos de la UOM, terminó lejos de la actividad sindical -a causa de su enfermedad- y agobiado por ver a su gremio al borde de la ruina.

Lorenzo, catalogado por muchos como un duro, nada simpático y con escaso nivel intelectual, tuvo su costado secreto, y éste era la férrea defensa de sus amigos, su disposición a las bromas, al intercambio y debate de ideas, su amor por la pintura y los deportes y su pasión por las Islas Canarias.

Sus encontronazos y su reciente reconciliación con Menem marcaron el final de su trayectoria político sindical, pocas veces elogiada y muchas denostada, aunque su muerte ahora dé pie a las más diversas conjeturas sobre sus actos en vida.

La CGT oficial iba a realizar esta tarde un acto en el cementerio de Flores en homenaje al fallecido líder de la Unión Obrera Metalúrgica, Lorenzo Miguel, para acompañar la inhumación de sus restos. Fuentes sindicales informaron que está previsto que en el cementerio del barrio porteño de Flores hagan uso de la palabra el titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer, y el secretario adjunto de la UOM, Luis Guerrero. (Télam)

El que fuera goleador del fútbol argentino de todos los tiempos, José Francisco Sanfilippo, recordó con reconocimiento al dirigente metalúrgico Lorenzo Miguel, reivindicando una amistad sanlorencista de 30 años.

"Lorenzo Miguel permitió que en el regreso del general Perón a la Argentina, hace tres décadas, yo pudiera estar en el vuelo chárter, siendo el único deportista que integró aquella comitiva esencialmente política", evocó.

"Nos unió el peronismo y San Lorenzo. El Tordo (así se lo conocía al entonces poderoso sindicalista) me invitó especialmente y, además, me alojó con él en Roma, en la antesala del viaje de ida a Madrid", recordó.

Consultado por Télam, el popular Nene Sanfilippo reseñó que Miguel era un hombre "muy generoso con quienes consideraba sus amigos".

Y con relación al vuelo chárter añadió: "En un momento del viaje me hizo un lugar junto a Perón".

"Lo que más recuerdo es que, en un momento, evoqué junto a ellos mi primera participación en los Campeonatos Evita, siendo un chico de 13 ó 14 años. A lo cual, Perón mirándolo a Lorenzo (por Miguel), respondió: Por eso saliste tan bueno, m'hijo". (Télam).