Bagdad. - El presidente de Irak, Saddam Hussein, acusó hoy a los inspectores en desarme de Naciones Unidas de "hacer, sobre todo, un trabajo de espionaje" y calificó al presidente estadounidense, George W. Bush, de "pequeño enano".
El líder iraquí hizo estas declaraciones en un discurso con motivo del día de las Fuerzas Armadas, en el que mostró su cara más beligerante desde el inicio en verano de la crisis con EE.UU. y la llegada el 27 de noviembre a su país de los expertos de la ONU.
"Compilar listas de científicos, realizar interrogatorios indebidos y recabar información sobre campamentos militares y armas legítimas, ésas cosas, o la mayoría de ellas, son de espías", dijo en alusión a los técnicos, en la primera vez que les lanza la misma acusación que precedió a la salida de sus antecesores en 1998.
Tras afirmar que "estamos detectando el silbido de las serpientes", en presunta referencia a los inspectores de la ONU, precisó que también "escuchamos el ladrido de los perros", en supuesta alusión a las amenazas bélicas de EEUU.
"Pero estamos preparados para todo", añadió Saddam, antes de referirse a Bush como "pequeño enano" y minimizar la importancia de la presencia militar de EE.UU. en el Golfo Pérsico, que Washington pretende elevar de 60.000 a 100.000 soldados a fines de este mes.
"Estamos en nuestro país y tenemos todo el derecho a defendernos. El pueblo y ejército iraquíes, apoyados por Dios, están preparados para el enfrentamiento y, si se produce la agresión de los aliados de Satán, saldremos victoriosos", aseguró.
Saddam Hussein aprovechó asimismo la ocasión para advertir a los Estados árabes de que el objetivo de las amenazas estadounidenses y británicas, "no es sólo Irak, sino la ocupación material de toda la zona del Golfo (Pérsico), entre otros muchos propósitos".
"Los enemigos también lanzan su campaña para aterrorizar a los pueblos de Medio Oriente y el mundo, además de encubrir los viciosos crímenes cometidos por la entidad sionista (Israel) contra nuestro pueblo en Palestina", dijo.
"La gente ahora presta más atención a la movilización (militar de EE.UU. en el Golfo), así como a las amenazas y los planes de agresión, más que a lo que está ocurriendo en Palestina", agregó Saddam durante su discurso, transmitido por la radio y la televisión estatales y divulgado a través de Internet.
Según observadores locales, lo desafiante del discurso respondería a la convicción del líder iraquí de que la guerra es ya "inevitable", tras el incesante incremento del despliegue militar de EE.UU. y el Reino Unido en los países limítrofes de Irak y los métodos expeditivos que han comenzado a aplicar los expertos de la ONU.
Las acusaciones contra los nuevos inspectores se producen menos de 24 horas después de que Bagdad denunciara la retención ayer por los expertos, durante seis horas, del embajador iraquí ante la ONU, Mohammad Aduri, dentro de una fábrica sospechosa en un barrio de la capital iraquí, donde se encontraba de visita.
Pese a esa protesta y lo beligerante de la alocución de Saddam Hussein, el régimen de Bagdad parece esperar aún la hora de romper las cartas del juego y hoy permitió que los inspectores continuaran su labor y visitaran sin problemas varias instalaciones que podrían almacenar armas de destrucción masiva, incluida la sede de la Organización Nuclear Iraquí, a unos 20 kilómetros al sur de Bagdad.
El ejército de Estados Unidos está reuniendo una fuerzas terrestres para una posible invasión en Irak que podría exceder los 100.000 efectivos, publicó hoy el Washington Post, citando funcionarios de defensa y analistas.
Las fuerzas terrestres de Estados Unidos podrían tener enormes ventajas en tecnología, poder de fuego y movilidad, supremacía aérea, de acuerdo con funcionarios de defensa y analistas citados. Pero funcionarios del Pentágono están también poniendo énfasis en lograr supremacía numérica.
"La meta de un conflicto armado no es derrotar a tu enemigo", dijo al diario un alto funcionario de defensa. "Es descartar que tu enemigo peleará. Y la mejor manera de descartar que tu enemigo peleará es reunir una abrumadora fuerza para prevalecer".
Numéricamente, una fuerza de invasión de Estados Unidos de unos 100.000 soldados podría ser equivalente en tamaño a la Guardia Republicana de Irak, con unos 80.000 efectivos, y la Guardia Especial del presidente Hussein, con cerca de 15.000 tropas. Hay unos 300.000 soldados más en el ejército regular iraquí, de acuerdo con el Post. (EFE-AFP)